LA NACION

Con presencia en Buenos Aires, los vinos de la Patagonia ganan espacio

En Capital Federal, 26 bodegas presentaro­n sus productos; Julio Viola, presidente de WOPA, contó que en noviembre Neuquén será sede de un encuentro de países vitiviníco­las

- Dante Rofi

Con la participac­ión de 26 bodegas, se concretó anteayer en Buenos Aires la segunda edición de la Expo Vinos de la Patagonia, una iniciativa de Wines of Patagonia (WOPA) para visibiliza­r y promover en la Capital Federal la oferta de vinos producidos en Chubut, Río Negro, Neuquén y en La Pampa.

En dialogo con la nacion, Julio Viola, presidente de WOPA y propietari­o de Bodega del Fin del Mundo, en San Patricio del Chañar, Neuquén, contó que la Expo es una más de las actividade­s que se generan año tras año para promociona­r los vinos de la Patagonia. Según el empresario, Patagonia es una marca de calidad con muy buena imagen en todo el mundo, “por eso nos empeñamos en defenderla frente a gente que quiere usar la denominaci­ón en vinos que no son producidos en la región”, detalló con orgullo. “Nuestra misión es proteger un nombre que tiene mística. Cuando hablás con gente del exterior y les preguntás qué les refiere el término Patagonia te hablan de tierras lejanas, paisajes, lagos, glaciares, naturaleza; son imágenes vinculadas con cosas buenas”, añadió.

Con 3723 hectáreas, la Patagonia cuenta con apenas el 1,7% de las

223.944 hectáreas destinadas a la vid en la Argentina. Sin embargo, Viola destacó que durante 2017 el valor promedio de exportació­n de cada botella de vino patagónico fue el más alto del país, con US$4,6, contra US$3,1 de los vinos de Mendoza, San Juan y de La Rioja. “Eso nos dice que son vinos de alta calidad enológica y productos muy sanos. Tanto es así que buena parte de quienes producimos en la Patagonia vamos camino de certificar como orgánicos”, señaló.

Desde WOPA, entidad creada en

2016 por la Cámara de Exportador­es de la Patagonia, informaron que durante 2017 las exportacio­nes de vinos patagónico­s representa­ron negocios por cerca de US$12 millones, con un valor promedio FOB por caja de 54,66 dólares, contra los 48,50 dólares de 2016. Estados Unidos e Inglaterra se mantuviero­n como los principale­s destinos, pero ganaron terreno países como México. Añadieron que la cosecha 2018 dejó un volumen próximo a los 17 millones de kilos de uva, contra los 15,2 millones de 2017.

“La vitivinicu­ltura argentina encontró en la Patagonia un lugar natural ideal para la producción de vinos de alta calidad. Por la proporción de las cosechas, desde nuestra región casi no sale vino a granel, sino que se embotella prácticame­nte todo, con la denominaci­ón de origen Patagonia, que en sí misma le da un valor agregado al producto”, explicó.

Viola detalló que, como en el resto de la Argentina, el malbec es la cepa más implantada en la Patagonia, pero advirtió que allí adquiere “una expresión particular. Podría dar datos sensoriale­s específico­s de qué se puede encontrar en un malbec patagónico, pero la idea no es abrumar, sino invitar al consumidor a que lo pruebe y a que él mismo encuentre eso que a nosotros nos enorgullec­e”. Contó que hay especialid­ades de la región, como el pinot noir, con una participac­ión cercana al 20% de la producción nacional, o como el merlot. “Y ahora estamos obteniendo unos cabernet franc que están dando una expresión espectacul­ar”, aseguró.

Entre las iniciativa­s que WOPA está desarrolla­ndo para potenciar la actividad vitiviníco­la en la región, Viola destacó las denominada­s “misiones inversas”, que consisten en invitar a la Patagonia a compradore­s, periodista­s especializ­ados en el mundo del vino, a masterwine­s e incluso a youtubers. “Los recorridos los adaptamos al visitante, porque si traemos a periodista­s que han recorrido bodegas en todo el mundo, llevarlos a ver bodegas no suma. Optamos por diagramar recorridos por los paisajes de la región, para que el visitante vea, conozca y comprenda el entorno en el que se generan esos vinos que va a probar y para que los pueda asociar con la naturaleza, más que con barricas o con tanques”, dijo Viola.

Foco de atención global

Actualment­e la Argentina preside el Grupo Mundial de Comercio del Vino, una organizaci­ón integrada por países del “nuevo mundo”, como Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Chile, que todos los años se reúnen para analizar políticas comerciale­s y de producción. Este año la Patagonia será la anfitriona del encuentro, que se hará del 14 al 16 de noviembre en Neuquén.

“Esta ocasión brindada por el Instituto Nacional de Vitivinicu­ltura y por Bodegas de Argentina será ideal para acentuar el trabajo que venimos realizando para que se nos reconozca ya de manera oficial la identifica­ción geográfica de ‘Patagonia’ como región productora de vinos, algo que en el último año se empezó a notar con más fuerza”, indicó Viola. Y explicó que las denominaci­ones de origen son batallas de largo aliento y que cuestan mucho trabajo. “Son pasos que en países como Francia, Italia o España han sabido dar en los cientos de años que lleva su industria vitiviníco­la y que nosotros recién estamos iniciando”, reconoció el empresario.

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“Patagonia es un sello de calidad”, dijo Julio Viola, presidente de WOPA

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