Polémicas en el debut del gobierno italiano
Las parejas gay, los inmigrantes y el aborto, ejes de las controversias
ROMA.– En un día de fiesta nacional en Italia, el primer ministro Giuseppe Conte, novato en política, tuvo ayer en su primera salida oficial un baño de multitud, al protagonizar junto a su gabinete y al presidente, Sergio Mattarella, el tradicional desfile militar en la Avenida de los Foros Imperiales. A pesar del clima festivo, también empezaron a aflorar las primeras polémicas para el flamante gobierno populista del antisistema Movimiento Cinco Estrellas
(M5E) y la xenófoba Liga. La primera controversia surgió con una entrevista que concedió Lorenzo Fontana (de la Liga), ministro de Familia, al diario Corriere della Sera. De 38 años, católico practicante y famoso por sus posturas homófobas, Fontana dijo que “no existen las familias gay” en Italia, a pesar de que son una realidad extendida en el país. Por otro lado, al adelantar que iba a intentar implementar políticas para aumentar la bajísima natalidad que hay en el país, el ministro también criticó el aborto, legal en Italia desde 1978.
Sus declaraciones generaron reacciones encendidas de grupos gay y de feministas que consideran el aborto una conquista. Tal fue el revuelo que el líder de la Liga y vicepremier del nuevo gobierno, Matteo Salvini, se vio obligado a salir a distanciarse. “Fontana es libre de tener sus ideas”, pero estas “no son prioridad y no existen en el contrato de gobierno”, indicó.
Salvini también se enfrentó a su primer desembarco de 158 inmigrantes como ministro del Interior, ocurrido en un lugar emblemático, el puerto de Pozzallo, en Sicilia.
Al margen de anunciar que hoy viajará a este lugar del sur del país, Salvini –que según un sondeo del Corriere della Sera hoy cosecharía el 28,5% de los votos, diez puntos más que en las elecciones de marzo pasado– reiteró su línea de mano dura, tal como hizo en la campaña electoral. “Para los clandestinos terminó la jauja”, advirtió, al atacar por otro lado a las ONG que rescatan a los que atraviesan el Mediterráneo en condiciones de terror. Las acusó de hacer negocios con ellos.
Los analistas tienen muchas dudas sobre cómo podrá concretar Salvini su promesa de expulsar a medio millón de ilegales, algo complicado debido a la legislación vigente y a la falta de acuerdos en este sentido con muchos de los países de África de los que provienen los desesperados refugiados.
Su socio y también vicepremier, Luigi Di Maio, líder del
M5E, al frente de un superministerio de Trabajo y Desarrollo Económico y Social, reiteró que intentará reformar la ley de pensiones vigente y la reforma laboral llamada “Jobs act”, puesta en marcha por el expremier Matteo Renzi, “porque hay demasiada precariedad”.