LA NACION

Robos y sospechas en el vestuario principal

Hubo hurtos en el vestidor de los jugadores y el coach Davin fue uno de los más afectados; se cree que un extenista francés está implicado

- Sebastián Torok

En el vestuario principal de Roland Garros hay robos. Parece inverosími­l, pero es real. Durante el actual Abierto de Francia se produjeron varios hurtos donde se cambian, se duchan y se distienden los tenistas más importante­s del mundo. Lo más alarmante es que no es la primera vez que sucede algo así en el tour y en París se dispararon varias sospechas: algunas le apuntan directamen­te a un extenista francés que los propios protagonis­tas mencionan por lo bajo y que todavía no se atreven a acusarlo ya que no tienen pruebas fehaciente­s. Esta temporada, algunos robos fueron denunciado­s y otros no. Una de las personas más afectadas fue Franco Davin, el entrenador argentino del italiano Fabio Fognini y excoach de Juan Martín del Potro y Gastón Gaudio. Al pehuajense le sustrajero­n del propio vestuario principal su bolso completo, con dinero, el pasaporte argentino, la Green Card (Davin está radicado en Miami) y ropa deportiva.

El hecho se produjo el último martes 29 de mayo, durante la tercera jornada de Roland Garros, entre las 14.30 y las 16.30 de París, mientras Fognini jugaba en el court 7 contra el español Pablo Andújar (el italiano ganaría 6-4, 6-2 y 6-1). Davin, como suele hacer habitualme­nte, dejó el bolso con sus pertenenci­as en el vestuario para ir a ver el partido de su pupilo. “Ahí nos conocemos todos. Era una locura pensar que algo así podía pasar”, le confesó Davin a La NacioN, indignado. De casualidad, el entrenador salvó el teléfono celular porque no lo guardó en el bolso, algo que también acostumbra hacer. Cuando regresó de ver triunfar a Fognini, el bolso ya no estaba en el lugar donde lo había dejado. De color negro y con el logo blanco de la firma que lo auspicia, lo había acomodado muy cerca del armario de Rafael Nadal, que tampoco estuvo en el vestuario durante ese período de tiempo señalado ya que tuvo que completar su partido ante el italianno Simone Bolelli que la lluvia había interrumpi­do el día anterior.

Davin, desesperad­o, inmediatam­ente hizo la denuncia, pero ni en ese momento ni en los días posteriore­s encontró buena predisposi­ción de la Federación Francesa de Tenis ni de los responsabl­es de seguridad del torneo para intentar aclarar la situación y hallar al ladrón. En el interior del vestuario no hay cámaras de seguridad, pero sí en los sectores contiguos al vestidor y, luego de insistir bastante, el entrenador argentino logró que le mostraran las imágenes. Allí, en la sala donde se opera el sistema cerrado de vigilancia, la cámara del “vestiaires Joueurs 1 (vestuario de Jugadores 1)” mostró cómo una persona salió del vestuario con un bolso idéntico al suyo en el momento en el que él se encontraba en la cancha 7. El hombre, segurament­e conociendo la posición de una de las cámaras de esa zona, salió caminan- do con el rostro dirigido hacia el costado izquierdo, donde el domo no lo podía tomar. “Me dijeron que nadie lo conocía. Les pedí que estudiaran las otras cámaras como para que siguieran su trayecto, ¡y no lo hicieron! Se sospecha que ese es el ladrón, porque nadie pudo decirme quién era. Además, nosotros andamos vestidos con la marca de la raqueta o de la ropa que nos auspicia, no hay mucho misterio, y esta persona tenía ropa de cualquier otra marca. El robo fue estudiado. Pero nadie se hace cargo”, sentenció Davin, en comunicaci­ón telefónica con La NacioN desde París. Y añadió: “En este torneo se ve más seguridad que en ningún otro. Te revisan los bolsos antes de entrar en el vestuario, te piden la acreditaci­ón. Hay tipos con ametrallad­oras afuera. Parece como cuando fuimos a los Juegos Olímpicos de Londres. ¿Y sin embargo no pueden agarrar a un tipo que robó en el vestuario? Increíble. En realidad, te hacen creer que hay seguridad”. Duglas Cordero, preparador físico de Fognini, habló con los empleados de la lavandería que suelen estar en el vestuario principal y tampoco obtuvo datos que los ayudaran a conocer la verdad.

Advertidos de lo que le había sucedido al coach argentino, varios jugadores se solidariza­ron con él y, molestos, se interesaro­n por saber qué ocurría día tras día. “En el vestuario hubo mucha preocupaci­ón. Rafa (Nadal), Goffin, Gasquet, Thiem, Juan (Del Potro) me preguntaba­n cada vez que me veían y no lo podían creer. Djokovic, igual. A partir de ahí anduvieron todos sin soltar los bolsos. Es un papelón”, afirmó el ganador de dos Grand Slam como coach (Roland Garros 2004 con Gaudio y el US Open 2009 con Del Potro).

Para poder estar en condicione­s legales de regresar a Miami, Davin debió asesorarse por un abogado y realizar engorrosas diligencia­s para que, en París, le sustituyer­an los documentos robados. Además, Fognini tuvo que solicitarl­e a la organizaci­ón de Roland Garros un adelanto del premio económico para dárselo al coach. Denunciado el robo el martes 29, Davin recibió tres días después la tarjeta de crédito estadounid­ense, requisito excluyente para poder abonar el trámite de la Green Card en la embajada de su actual país de residencia. En la Embajada de la Argentina en Francia, asimismo, le repusieron el pasaporte el mismo día. Y todo ello mientras Fognini se entrenaba y competía en París (tuvo una destacada actuación y cayó en los 8vos de final con Marin Cilic).

Los abogados de Roland Garros le pidieron a Davin que les entregara una cifra económica para saldar, de cierta manera, el daño hecho. El entrenador les dio un número aproximado, pero luego desistió. Mientras tanto, su enojo se fue incrementa­ndo a medida que a sus oídos llegaron rumores sobre un exjugador francés que habría hecho la logística de varios robos y que, de cierta manera, todavía es protegido. “No me importa la plata –dijo Davin. Me duele el trato recibido desde el primer momento hasta el último. Les dije a las autoridade­s que en cualquier otro torneo me hubieran tratado mejor. vengo desde hace 35 años a este torneo y no quiero que le vuelva a pasar a nadie más. Encima, me cuestionar­on por qué había dejado el bolso afuera del locker (NdR: de hecho, fue la respuesta que le dio la Federación Francesa de Tenis al diario L’Équipe, que se hizo eco de este informe de La NacioN sobre los robos), cuando en realidad es lo que hacemos siempre, ya que no hay tantos armarios y nos conocemos todos. Para robar adentro del vestuario tenés que ser muy corajudo o haber estudiado muy bien la situación antes de hacerlo. Algunos me dicen que quizás el ladrón creyó que el bolso era de Nadal, ya que era de la misma marca que auspicia a Rafa y estaba al lado de su lugar. No sé”. En 2012, Nadal recuperó un reloj valuado en 300.000 euros que le habían robado en París, pero en el hotel donde se alojaba.

Davin no fue el único afectado esta temporada en el Bois de Boulogne. A Guido Pella le robaron dinero y una billetera especial de una marca muy costosa que Roland Garros les obsequia a los jugadores del cuadro principal. Lo todavía más inquietant­e fue que al bahiense le robaron luego de abrirle el armario, también en el vestuario principal. Los lockers son de madera y tienen candados con combinació­n numérica (la clave la suministra­n los encargados del mostrador de ayuda en el vestuario). Pella se quejó ante la organizaci­ón, pero no obtuvo respuestas positivas. El año pasado, también en el Abierto francés, les robaron pertenenci­as al español Marcel Granollers y al doblista brasileño Bruno Soares. El mes pasado, en el Masters 1000 de Madrid, a Fognini le sustrajero­n dinero y el italiano lo hizo público en su cuenta de la red social Instagram.

Lo extraño y preocupant­e de cada situación es que los robos se produjeron en sitios donde el acceso es, en teoría, controlado y sumamente limitado para los jugadores y los colaborado­res más cercanos. Es evidente que algo está fallando.

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Las cámaras captaron al supuesto ladrón saliendo del camarín con un bolso idéntico al de Davin

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