La incertidumbre electoral en Brasil desata turbulencias en los mercados
Después de una puja con los transportistas que debilitó a Temer, el real se depreció y la Bolsa de San Pablo vivió otra jornada de volatilidad; el Banco Central prometió dar liquidez
RÍO DE JANEIRO.– En medio de una fuerte pulseada entre el Banco Central y los mercados, Brasil entró de lleno en un área de turbulencias financieras que promete marcar los últimos meses de gobierno de Michel Temer y afectar también la economía de la Argentina.
Tras varias semanas de tendencia alcista, el dólar se disparó ayer frente al real, que se devaluó un 2,25%, lo que llevó a la moneda estadounidense a cerrar la agitada jornada a 3,92 reales por unidad, su mayor cotización desde el 2 de marzo de 2016, y pese a las intervenciones del Banco Central. En tanto, la Bolsa de San Pablo, la mayor de América Latina, llegó a desplomarse más de un 6%, para finalmente terminar las negociaciones con una retracción del 2,98%; las acciones que más cayeron fueron las de Petrobras, Gerdau, Banco do Brasil y Santander.
Por la noche, el presidente del Banco Central, Ilan Goldfajn, anunció que la entidad seguirá interviniendo para contener el avance del dólar y descartó subir la tasa de interés. Además, señaló que la entidad y el Tesoro brindarán liquidez a los mercados de divisas y tasas de interés “cuando sea necesario”.
Los analistas señalaron que no hubo un hecho nuevo que justificara estos movimientos abruptos, pero apuntaron que el debilitamiento del gobierno tras la huelga de camioneros del mes pasado, sumado a la incertidumbre política de cara a las elecciones de octubre y el contexto internacional negativo, redujo el optimismo sobre el crecimiento de la economía en la segunda mitad del año. Inevitablemente, la Argentina sufrirá el impacto de ese cuadro.
“Hay claras señales de un ataque especulativo en Brasil. Los mercados están testeando la capacidad del gobierno de actuar con el Banco Central y el Tesoro para mantener el rumbo económico en un ambiente de aversión al riesgo en los países emergentes, mientras Estados Unidos se prepara para elevar su tasa de interés y atraer más capitales”, explicó a la nacion André Perfeito, economista jefe de la casa de cambio Spinelli, que recordó que de cualquier manera Brasil tiene una gran reserva de divisas –la quinta entre las mayores del mundo–, con 382.000 millones de dólares. Aun así, en las casas de cambio el dólar para turistas ya se negociaba a 4,15 reales, un centavo menos que su récord máximo, en enero de 2016.
La percepción de fragilidad del gobierno de Temer aumentó luego de que el Palacio del Planalto cedió en todas las demandas exigidas por los camioneros, que paralizaron el país por diez días en mayo en protesta por el alto costo de los combustibles. La principal cesión a los transportistas fue una reducción del 13% en el precio del diésel, pero hasta ahora el gobierno no pudo garantizar que esa rebaja se aplique en todas las estaciones de servicio.
El conflicto con los transportistas desgastó mucho al núcleo político de Temer y llevó también la semana pasada a la salida del presidente de Petrobras, Pedro Parente, quien era visto con buenos ojos por los mercados. Parente renunció luego de que Temer se comprometió a subvencionar el precio del diésel e implantar una nueva regla para determinar el valor de los combustibles, dejando de lado la política establecida por el titular de Petrobras para definir los precios con relación a la cotización mundial del petróleo y del dólar.
Estos indicadores de debilidad política agregan incertidumbre sobre el compromiso del gobierno de ajustar sus cuentas en un marco de crecimiento ya menor (se pasó de una perspectiva del 3% de expansión del PBI este año al 2,4%), y con una tasa de desempleo aún elevada, del 13%. La inflación (2,7%) es el único logro que todavía puede defender Temer, pero la apreciación del dólar supondrá una mayor presión sobre los precios.
El panorama no promete mejorar en el corto plazo; al contrario, hay gran incertidumbre por los comicios. El favorito de los mercados, el exgobernador socialdemócrata de San Pablo Geraldo Alckmin, sigue sin mejorar en las encuestas (8%), relegado detrás del ultraderechista Jair Bolsonaro (17%), de la ecologista Marina Silva (15%) y del exgobernador de Ceará Ciro Gomes (9%).