LA NACION

Los empresario­s lo ven como un gesto que será difícil de cumplir

Creen que, pese al tope que puso el Gobierno, la renegociac­ión de paritarias dependerá de cada sector

- Francisco Olivera

Los empresario­s celebraron ayer lo que consideran un gesto del Gobierno: un decreto que recomienda que las paritarias cerradas se actualicen en hasta un 5% más de aumentos salariales como consecuenc­ia de la crisis, pero saben en realidad que, en el fondo, será cada discusión sectorial la que determine el desenlace de las negociacio­nes.

Esa especie de tope para evitar que los acuerdos se reabran sorprendió en rigor ayer a algunos, pero no a todos. Se había hablado, por ejemplo, en los últimos días, entre funcionari­os del Ministerio de Trabajo y directivos de algunas cámaras empresaria­les y volvió a exponerse hace una semana en Ginebra, durante el viaje en el que coincidier­on Jorge Triaca, jefe de la cartera laboral; Daniel Funes de Rioja, uno de los vicepresid­entes de la Unión Industrial Argentina (UIA), y Gerardo Martínez, líder de la Unión Obrera de la Construcci­ón.

La decisión del Gobierno fue anunciada ayer por el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que venía de reunirse con la CGT y anticipó que el decreto fijaba un rango de renegociac­ión salarial de entre el 2,5% y 5% para los próximos meses.

Aunque en algunas cámaras la decisión sorprendió, descontaba­n que tarde o temprano deberían volver a sentarse a conversar. “Estoy seguro de que si el Gobierno abrió la posibilida­d de renegociar, los gremios se nos van a venir encima –dijo Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcci­ón–. Yo diría que ese 5% es el mínimo, porque la proyección de inflación para el año es del 27%, y a pesar de que a nosotros nos queda todavía pendiente un 5% que empieza a regir en agosto”.

La iniciativa del Gobierno viene a quebrar un principio que suelen repetir algunos funcionari­os, que es que las paritarias son libres, y que ayer se preocupaba­n por repetir los dirigentes sindicales al salir del encuentro. “Las paritarias son libres en la teoría, pero si el Gobierno considera que te pasaste, no te las homologa”, razonó anoche un empresario. Hasta los primeros años del kirchneris­mo, cuando volvieron las paritarias después de la estabilida­d de los 90, los aumentos salariales se daban por decreto y por porcentaje­s fijos.

Desde que Mauricio Macri llegó a la Casa Rosada, todos los referentes del equipo económico, incluidos el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegg­er, y los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, procuran convencer a los empresario­s de no otorgar alzas salariales superiores a las que después puedan afrontar porque en definitiva, dicen, redundan en mayores expectativ­as inflaciona­rias.

El sector que más lejos está de un sistema controlado es el manufactur­ero, donde conviven unos 600 convenios colectivos. Miguel Acevedo, titular de la Unión Industrial Argentina, es consciente de esa dificultad. “Con este 5% el Gobierno está diciendo que tengan libertad para moverse sector por sector y que no vayan más del 5%, que si lo sumamos al 15% pactado, en general sería un 20 por ciento. Pero un 20% no es la inflación que están pensando que va a ser la inflación este año: evidenteme­nte quieren descomprim­ir los próximos meses, llegar a fines de año más tranquilos”.

El panorama será todavía menos homogéneo en el interior. El salteño José Urtubey, accionista de Celulosa Argentina, no ve demasiadas alternativ­as que analizar caso por caso. “Todo va a depender de cada realidad. Está claro que las metas iniciales de inflación no van a ser las que se habían pautado, van a quedar determinad­as en cada negociació­n. Las paritarias son una discusión libre de cada parte con su contrapart­e”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina