Operativo especial en una sesión compleja
Ante la previsión de movilizaciones, habrá un esquema similar al de la reforma previsional
La Cámara de Diputados y el gobierno de la ciudad desplegarán este miércoles un amplio operativo de seguridad en torno del Congreso para evitar eventuales disturbios durante la movilización que congregará, en las calles aledañas, a defensores y detractores del proyecto de ley de legalización del aborto.
“Va a ser un día complicado. Tenemos información de que el día de la sesión habrá una movilización muy importante de gente en torno del edificio del Congreso, por lo que se va a instalar un amplio vallado para evitar problemas. Será un operativo similar al que se dispuso cuando se debatió la reforma previsional”, anticiparon encumbradas fuentes de la Cámara baja.
El jueves último el presidente del cuerpo, Emilio Monzó, y funcionarios del gobierno porteño ultimaron detalles del operativo de seguridad. Posteriormente Monzó reunió a los referentes de todos los bloques, a quienes les solicitó su colaboración para garantizar que la sesión se desarrolle con tranquilidad. Ese día no se permitirá el ingreso al Palacio de militantes a favor y en contra del proyecto para evitar situaciones de intimidación a los legisladores.
Es que el escenario de paridad que vaticinan todos los sondeos previos al debate anticipa una sesión intensa y acalorada. Además, será maratónica; según anticipó Monzó, arrancará a las 11 del miércoles y se desarrollará sin interrupciones. La votación podría realizarse al amanecer del jueves 14.
De prosperar el voto positivo, el proyecto se girará inmediatamente al Senado, que podrá convertirlo en ley, rechazarlo o bien introducirle modificaciones. En este último caso, la iniciativa retornará a la Cámara baja, que podrá avalar los cambios introducidos por los senadores o bien insistir en la media sanción original. Otra será la situación si el proyecto resulta rechazado por la Cámara de Diputados; en este caso, no habrá instancia de debate en el Senado. El proyecto queda automáticamente desechado y no podrá volver a ser debatido por el plazo de un año, tal como establece la Constitución Nacional.
En buen romance, este miércoles la Cámara de Diputados definirá a suerte y verdad el derrotero del proyecto de legalización del aborto. Esto explica las expectativas y la tensión que se viven por estas horas en cada uno de los bloques, donde conviven legisladores a favor y en contra de la iniciativa. Este nerviosismo es más patente en el bloque oficialista de Cambiemos, donde diputados de uno y otro sector buscan sacarse ventajas y mantienen sordos enfrentamientos por el voto de los indecisos.
Ante esta situación, el jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri, convocará a una última reunión antes de la sesión, el martes próximo, para intentar aquietar las aguas. “Debemos entender que, después de este debate, la tarea como oficialistas debe continuar y que debemos mostrarnos más que unidos para lo que se viene, que es el debate del presupuesto 2019, el acuerdo con el Fondo Monetario y el ajuste en el gasto público”, advierten en la conducción del bloque oficialista.