Dueño del Desafío de las Estrellas sin liderar una vuelta
TC: Moriatis (Ford) heredó el triunfo en Termas de Río Hondo, tras la desclasificación del Pato Silva
Sin liderar ningún pasaje de las 38 vueltas, Emanuel Moriatis ganó el Desafío de las Estrellas, en el marco de la séptima fecha del calendario de Turismo Carretera. La victoria no se produjo en la pista, donde el vencedor resultó Juan Manuel Silva (Ford); el chaqueño celebró en lo más alto del podio en el autódromo internacional de Termas de Río Hondo, aunque más tarde, cuando el silencio dominaba el escenario santiagueño, fue excluido por los comisarios deportivos por un toque en perjuicio de Nicolás Pezzucchi (Dodge), durante el segundo giro de la competencia. Una decisión que tiene tinte polémico: se sancionó la consecuencia. El auto del olavarriense perdió la cola tras tocar el piano, disminuye la velocidad y es embestido por Silva, que venía más rápido.
Diez años atrás, cuando el TC hizo su primera visita al autódromo de Termas de Río Hondo, fue también Moriatis el que festejó. De otra manera, aunque también con Ford, la marca con la que se consagró campeón en 2009. Aquella vez, con contundencia, al marcar siempre el ritmo con un auto que preparaba el Lincoln Sport Group, la escuadra que presentaba el escribano Hugo Cuervo; ayer, siendo parte del Martínez Competición, donde se alistan también Mauricio Lambiris (abandonó en el giro 8) y Luciano Ventricelli, 28avo y uno de los cinco pilotos, que recibieron recargos, por diferentes maniobras, de parte de los comisarios deportivos Mariano Calamante y Roberto Saibene. Los otros fueron Gastón Mazzacane (Chevrolet), Guillermo Ortelli (Chevrolet), Diego de Carlo (Chevrolet) y Juan Tomás Catalán Magni (Dodge).
“Cortamos una mala racha, veníamos de parar en las últimas cuatro carreras y el mejor resultado era un 13er puesto en Neuquén. Los cambios que practicamos después del entrenamiento, donde nos ubicamos 20, dejaron el auto un poco con ida de cola; a partir de la mitad de la carrera veníamos mal, pero desde el equipo me indicaban que tenía que aguantar. Por eso no podía arriesgar en el último relanzamiento y pelearle al Pato Silva”, explicaba Moriatis, apenas se bajó del auto. Claro, en ese momento no imaginaba que poco más de dos horas después la victoria sería suya.
Con la desclasificación de Silva, la problemática que arrastraba el auto de Moriatis hizo que el segundo puesto que logró Sergio Alaux tuviera dos lecturas para el pigüense. La felicidad por instalarse nuevamente en un podio –una excelente cosecha del Constanzo Competición, ya que Pablo Costanzo se impuso en la carrera de TC Pista–, contrastó con la oportunidad de sumar su tercer éxito en el Turismo Carretera. “Si hubiesen recargado a Silva en el momento [tras el toque], hubiera luchado en la última vuelta mano a mano por la carrera. Mi auto estaba mejor que el de Moriatis. igual, estoy feliz”, manifestó el piloto de Chevrolet. La alegría también invadió a Carlos Okulovich (Torino), que partió desde el puesto 21 y terminó en el 3er lugar. “Pudimos redondear el fin de semana, algo que se nos venía negando. Las sanciones no permitieron alcanzar el podio”, resaltó el misionero, que se benefició con las sanciones a Silva, Mazzacane y Ventricelli y que marchaba 10mo al momento de realizar el repostaje obligatorio de combustible, que se hizo a partir del giro 20.
El triunfo lo envalentona a Moriatis, que además de trepar en el campeonato de pilotos –Jonatan Castellano (Dodge) sigue al frente, con 229 puntos–, se posiciona de buena forma para llegar a la Copa de Oro –el mini torneo que consagrará al campeón y al que acceden los mejores 12 de la etapa regular–, por la restante vía que creó la ACTC: el piloto que más unidades sume entre todas las carreras denominadas especiales también tendrá su plaza. Y las dos próximas competencias, Rafaela, con la carrera del millón de pesos, y los 1000 Kilómetros de Buenos Aires, componen el póquer con características particulares.
El sorteo para darle forma a la grilla había favorecido a Juan José Ebarlín, que largó desde la pole y finalizó 12do; Werner, el que más escaló: del puesto 45 al 8. El año pasado, el entrerriano se impuso después que el bolillero lo enviara al último puesto de la grilla.