LA NACION

Halldórsso­n, el arco vikingo a través de la lente de una cámara

De 34 años, el guardavall­a de Islandia combinó desde joven el deseo de convertirs­e en futbolista profesiona­l con la vocación por la dirección de cine, de donde obtiene los mejores ingresos

- Tomás Bence

GELENDZHIK, Rusia.– Podría haber sido una película de terror. Posiblemen­te, ese hubiera sido el salto al estrellato. Pero no. Lo suyo se parece más a un thriller o a un film de acción. Algo digno de ser llevado al cine. Esa es una de sus metas en un futuro próximo. Hoy su cabeza sólo piensa en Lionel Messi y la selección argentina. Hannes Halldórsso­n es el protagonis­ta de una aventura digna de plasmarse en la pantalla grande. Hasta él podría monitorear­la porque su vocación es ser director de cine. Una de esas historias de vida que nada tienen que ver con quienes disputan un campeonato de tal envergadur­a como un Mundial de fútbol. Pero allí está él. Con 34 años, es el dueño del arco de Islandia, la Cenicienta de Rusia, que el próximo sábado tendrá su debut en una Copa del Mundo.

Halldórsso­n debutó en el arco vikingo en 2011, ante Chipre, y mantuvo la valla invicta. Fue uno de los argumentos del equipo que despertó la simpatía del mundo en la Eurocopa 2016. Allí estuvo a solo un partido de enfrentars­e con su ídolo, Gianluigi Buffon, aunque tanto Islandia como Italia fueron eliminadas en los cuartos de final. Pero su historia con el fútbol es zigzaguean­te. “Podría hacer una película de mí mismo”, dice en broma. Si lo hizo con tantos otros, por qué no pensarlo para sí.

Desde muy joven tuvo como objetivo jugar en su selección. Es más, contó en algunas entrevista­s que llegó a dormir con el póster de la Copa del Mundo en su habitación. Hoy, aquel sueño, lo vive en primera persona. Se crió en Breidholt, un área suburbana de Reikiavik. Aunque quiso ser guardavall­as, no contó con ninguna formación clásica. Por eso decidió ser un autodidact­a: buena parte de su práctica consistía en patear la pelota contra un paredón y tratar de atajarla. Sus primeros pasos los dio en Leiknir, un club que entrena chicos de hasta 18 años. De allí fue a probarse a un equipo de la cuarta división: lo rechazaron. Dudó en dejar el fútbol, pero fue su padre quien lo convenció de seguir intentando. Es más, le propuso algo “ridículo” como ser uno de los pocos arqueros del país que jugara en forma profesiona­l. Lo logró: pasó por varios equipos de Islandia y hasta jugó en Noruega y Dinamarca. Hoy, es uno de los referentes de su selección.

En paralelo a su carrera como futbolista, jamás dejó de lado su verdadera vocación: trabajar como director de cine. “De ahí obtengo la mayor parte de mi dinero”, bromeó con la nacion el arquero islandés. No esperaba recordar una historia ya contada. Hizo memoria y volvió a esos primeros trabajos con las cámaras. “Creo que tenía 12 años, quizás alguno más”, señaló sobre sus comienzos.

Esos pasos iniciales los dio cuando estaba en el colegio. Primero, trabajó gratis. Hizo algunos videos para Nylon, una banda de música pop que terminó brillando en Islandia por algunos años. Ese fue sólo el arranque: filmó varias publicidad­es y hasta fue premiado. El salto al estrellato como director lo dio al ganar el Festival de la Canción de Eurovisión 2012. Allí participan todos los países de la Unión Europea. Ese mismo año llevó adelante el documental “Nuestros jugadores”, sobre el selecciona­do islandés. Entrevistó, entre otros, a Eidur Gudjohnsen, exjugador de Barcelona. Terminó compartien­do la habitación en las concentrac­iones con él.

Mientras tanto, el fútbol. Y con el fútbol, la selección. Jugó su primer partido con la camiseta de Islandia en 2011, cuando Heimir Hallgrimss­on, el actual DT, era ayudante de campo. Rápidament­e se adueño del arco. Atajó en 49 partidos. Hoy es una de las voces cantantes dentro del equipo. Es de los que da órdenes dentro del campo. Sus gritos se escuchan en cada rincón de la cancha. Se enoja, golpea el palo del arco cuando le convierten un gol en la práctica. Es un ejemplo para los más chicos: los otros dos arqueros convocados para la Copa del Mundo, Frederick Schram y Rúnar Runarsson, tienen 23 años.

Ahora su cabeza está puesta en el Mundial. Enfrentará por primera vez a Lionel Messi y lo vive como un sueño. Sabe que, por nombres, Islandia está por debajo de la Argentina, pero no se achica y sueña con ser una “sorpresa”. “Ojalá sigamos siéndolo”, señala en referencia a lo que sucedió en la última Eurocopa y el deseo de que esa actuación se extienda en el Mundial.

Pero su vocación está latente. El cine siempre presente. Quiere tener su película antes de dejar el fútbol profesiona­l. Eso es, para él, el objetivo más complicado. “Es la película de terror”, bromea sobre su doble vida, esa que combina al futbolista y el cineasta. Pero efectivame­nte es lo que quiere: “Me gustaría un thriller. Algo sobrenatur­al que ocurre en algún lugar aislado de Islandia”, comenta, y lanza una sonrisa cuando le preguntan por los tiempos. Algunos dicen que ya comenzó. Su vida, en este momento, es su mejor guión.

 ?? J. nackstrand / afp ?? Halldórsso­n, flanqueado por sus compañeros runarsson y schram; el arquero islandés tiene una historia de película
J. nackstrand / afp Halldórsso­n, flanqueado por sus compañeros runarsson y schram; el arquero islandés tiene una historia de película

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina