Cuando el amor materno se vuelve un suplicio
buena. autor: Miguel Ángel ★★★ Diani. intérpretes: Julia Azar y Gabriel Nicola. música: Luis Sticco. escenografía y vestuario: Eugenio Zanetti, Iván Salvioli y Cecilia Carini. luces: Mario Bruno. dirección: Alejandra Galdame. sala: Teatro del Pueblo. funciones: domingos, a las 20. duración: 60 minutos.
No todas las relaciones entre madre e hijo resultan buenas. Por el contrario, a veces se establece un vínculo insano que puede llegar a destruir a una o al otro, o a ambos.
diani nos presenta en esta obra un caso particular. una madre va a visitar a su hijo, sin que se defina un ámbito especial, para llevarle un regalo. A partir de este encuentro, que no suele ser frecuente, se va a develar el perfil de esta madre que no ha sabido mantener una buena relación con su hijo. ella es la protagonista de todas las historias familiares trágicas sin que se haya visto afectada, pero le sirve para mostrarse como la víctima de la realidad.
A esta mujer debe enfrentarse el hijo adulto que toda la vida se sintió oprimido, humillado, desvalorizado por la propia madre, a la que continúa soportando porque es el único vínculo afectivo que le queda. no extraña que el hombre muestre un desarrollo emocional deficiente, como si no hubiera podido cortar el cordón umbilical. Las consecuencias de esta situación hacen que el hijo traslade sus problemas a su vida afectiva y sexual y no sepa resolver su propia autoestima.
el planteo es duro, pero diani aprovecha al personaje de la madre para instalar un lenguaje irónico, mordaz y sarcástico que conduce al humor, siniestro y negro por supuesto, pero ayuda al público a superar ese clima tan devastador.
es muy acertada la escenografía de Zanetti, salvioli y Carini, quienes diseñaron un laberinto como marco de las acciones, nada mejor para ilustrar lo intrincado y sin salida de esta relación. el vestuario, neutro, aporta un matiz de atemporalidad.
desde la dirección, Alejandra Galdame logra crear un ritmo preciso y un clima de intimidad que envuelve acertadamente al espectador.
en cuanto a la interpretación, Gabriel nicola define correctamente a este sufrido hijo que oscila entre el amor y el odio. en cuanto a la actuación de julia Azar, el trabajo que realiza es de tal calidad, con matices y silencios acertados, que realmente consigue un personaje de gran envergadura y muy convincente.