Los bonos siguen bajo castigo y empujan el riesgo al alza
El paraguas ofrecido por el FMI tampoco mostró ser adecuado para lidiar con el vendaval que azota a los mercados emergentes, ahora que las apuestas a una mayor inflación y un creciente déficit fiscal en Estados Unidos, sumadas al miedo a una guerra comercial, incentivan la aversión al riesgo y llevan a los inversores a deshacer posiciones en activos “de segunda clase”.
Esto quedó a la vista ayer, cuando los bonos referenciales de la deuda argentina “se negociaron con bajas cercanas a los 2 dólares en el caso de los bonos más largos”, describió la analista María Laura Segura, del Grupo SBS. “Fue una verdadera paliza”, coincidió el analista Leonardo Svirsky, de Bull Market Brokers.
La consecuencia fue un salto del 2,3% en la tasa de riesgo país, que cerró a 487 puntos básicos.
Para el economista Miguel Boggiano, de Carta Financiera, se equivocan quienes quieren evaluar qué pasará con los bonos argentinos mirando el acuerdo con el FMI. “Con tasas al alza en Estados Unidos, la Argentina no tiene manera de zafar”, avisa.
Semana de decisiones
La caída de los bonos se registró en un contexto de expectativas alteradas por las decisiones de política monetaria que deben tomar esta semana los principales banco centrales del mundo.
“La atención está centrada en la reunión de mañana de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Pero luego siguen con decisiones similares el jueves y el viernes el Banco Central Europeo y el Banco de Japón, algo que impactará sobre los flujos de capitales”, alertó Puente en un informe.
La expectativa es que la Fed anuncie una nueva suba de tasas y hasta admita la posibilidad de realizar dos alzas más en el año (con lo que pasarían a ser 4, contra las 3 que se aguardaban hasta ahora) y que sus pares de Europa y Japón no muevan nada. Esto no haría más que ampliar el diferencial de rendimiento entre Estados Unidos y el resto de las plazas, incrementando la presión al alza que tiene globalmente el dólar.
Parte de este escenario ya comenzó a ser descontada por los inversores. Según datos del Institute of International Finance, durante mayo los mercados emergentes sufrieron una salida neta de capitales de US$12.300 millones, la segunda en importancia desde 2013. Las salidas, en el caso argentino, ya se habían hecho notar en los meses anteriores, lo que estuvo reflejado en el salto del 33% que acumuló la tasa de riesgo argentino en el primer cuatrimestre.