Inadmisibles tomas de colegios
Reaparecieron las tomas de colegios como forma de protesta. Protesta tan inadmisible como perjudicial que se traduce en pérdida de clases para los alumnos, a lo que en esta oportunidad se suma lo absurdo del motivo esgrimido para justificarlas: intentar presionar a los diputados aún indecisos para que mañana voten en favor del proyecto de ley que despenaliza el aborto.
Ayer, un grupo de alumnos tomó el Carlos Pellegrini y anudó pañuelos verdes en los bustos de Pellegrini y de Domingo Sarmiento. En el Normal 6 de Palermo también se habría decidido la ocupación del colegio. La Escuela de Educación Artística Rogelio Yrurtia se encuentra tomada desde el viernes pasado. Las tomas podrían incrementarse hoy. La FUBA advirtió que las ocupaciones continuarán hasta la aprobación de la ley.
Con toda razón, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, calificó de “disparate” la medida que han ido adoptando organizaciones estudiantiles y cuestionó a la Justicia porque en abril pasado suspendió el protocolo de actuación que había confeccionado el gobierno de la ciudad para tomas de escuelas.
En efecto, la ocupación de los establecimientos educativos puede llevarse a cabo sin que luego haya sanciones para los responsables. Cualquier pretexto sirve para promover una toma, y así se ha llegado al extremo de usar esa medida extrema para presionar a los legisladores, que es justamente lo que las organizaciones que promueven las ocupaciones cuestionan. Quienes lo deseen, pueden manifestarse fuera del horario de clases y fuera de los colegios e instituciones. El derecho a manifestarse no puede estar por encima del derecho a la educación, que es violentamente conculcado.
En torno del aborto legal se ha producido un extenso debate en el Congreso. Adoptar medidas de fuerza es lo opuesto a debatir. Y más grave aún es el hecho de que no nos encontramos ante una manifestación espontánea, pues todo parece indicar que fueron sectores de la oposición, como el kirchnerismo y agrupaciones de izquierda, los que incentivaron las medidas de las organizaciones estudiantiles. Razón de más para que los estudiantes que realmente quieren estudiar no sean manipulados.