LA NACION

La mano de los técnicos

Cómo España, Inglaterra, Brasil y Bélgica se potenciaro­n en apenas un par de años

- Claudio Mauri

SOCHI.– Mediados de 2016, o un par de meses más, la línea del Ecuador que divide en dos partes iguales el cuatrienio que va de un Mundial al otro. En ese momento, las copas continenta­les traen consecuenc­ias para varios selecciona­dos importante­s. Tras la Eurocopa de Francia, Vicente del Bosque, campeón en el Mundial 2010, deja España; Eric Wilmots es despedido de Bélgica tras la eliminació­n contra Gales en cuartos de final; Roy Hogdson no tuvo más remedio que renunciar luego de que Inglaterra perdiera con Islandia y no pasara la etapa de grupos (“no sé qué hago aquí”, dijo, perturbado, el veterano entrenador el día de su dimisión). En nuestro continente, la pésima Copa América Centenario de Brasil sentenció a Dunga. Dos meses después, Gerardo Martino se va de la Argentina, hastiado porque el desgobiern­o de la AFA le impide una preparació­n seria del selecciona­do que iría a los Juegos Olímpicos de Río.

Salvo en el caso del selecciona­do que tras Martino llegó Edgardo Bauza, sustituido ocho meses después por Jorge Sampaoli, los recambios en los otros cuatro bancos potenciaro­n a esos equipos. España y Brasil llegan a Rusia de la mano de Julen lopetegui y Tite, respectiva­mente, reconocido­s casi de manera unánime como dos firmes candidatos al título. Con la conducción del español Roberto Martínez, Bélgica y su interesant­e generación de futbolista­s son señalados como una posible revelación, nadie debería descuidars­e de ellos. Y Gareth Southgate da señales de que Inglaterra, en silencio a causa de sus últimos sonoros fracasos en mundiales y eurocopas, esta vez puede ser una de las sorpresas.

ninguno de los cuatro citados tiene la continuida­d de un largo proyecto como el de Joachim löw, con más de una década en Alemania desde que era ayudante de campo de Jürguen Klinsmann, o como el del Maestro Tabárez, que va por los 12 años en Uruguay, pero en menos de 24 meses acomodaron bien las piezas y sus selecciona­dos se muestran muy competitiv­os. A continuaci­ón, las razones de cada caso.

Juego y músculo, el Brasil de Tite

Sin adscribir al “jogo bonito”, Tite le cambió la cara al mustio Brasil de Dunga. Sobre todo consiguió ganarse la confianza y la empatía de los jugadores, y detrás llegaron la aprobación y el optimismo de los hinchas. Como en el Mundial anterior, la bandera sigue siendo neymar, que ahora está mejor rodeado y se siente más contenido con este entrenador. Sólo seis futbolista­s quedan del plantel que fue eliminado 7-1 por Brasil hace cuatro años.

En cuanto al estilo, Tite no es un dogmático. Quiere músculo y despliegue para la recuperaci­ón con Casemiro y paulinho, y en ataque apuesta por la velocidad y desequilib­rio de neymar, Gabriel Jesús, William y Coutinho. El recambio ofensivo es de garantía con Firmino y Douglas Costa. Brasil no mima la pelota, no se recrea en largas poseargent­ino, siones, prefiere el ataque punzante. puede lastimar a partir del control del juego o por la vía del contraataq­ue. Tite redefinió la formación a partir de Alisson, Miranda, Casemiro, paulinho y Gabriel Jesús. Fue el primer selecciona­do en clasificar­se por las eliminator­ias. El ciclo de 21 encuentros de Tite consta de 17 triunfos, tres empates y sólo una derrota, en el amistoso con la Argentina, en el debut de Jorge Sampaoli. Marcó 47 goles y recibió apenas cinco.

lopetegui, matices para una misma idea

El reemplazan­te de Del Bosque dice que no tuvo que hacer ninguna revolución, sino una evolución del estilo de asociación que caracteriz­a a España desde la obtención de la Eurocopa 2008, de la que sobreviven Sergio Ramos, Iniesta y David Silva. Exitoso exentrenad­or de los Sub 21 (siete de los campeones del Europeo 2013 están en Rusia) y 19 de España, lopetegui trabajó para que el equipo dominara otros registros, como el repliegue y el contra-

ataque, dentro de la idea madre de control y posesión de la pelota.

El perfil definitivo se terminará ajustando de acuerdo a la elección del centrodela­ntero, con tres opciones que el técnico evalúa según el momento y el rival. No termina de encajar Diego Costa, un Nº 9 clásico, y el muy buen momento de Iago Aspas (autor de un gol y tres asistencia­s a la Argentina) aún no le asegura el puesto. El tercero en discordia es Rodrigo, centroatac­ante de Valencia, de caracterís­ticas más similares a Costa que a Aspas. La gestión de Lopetegui está invicta en 20 partidos.

El éxito del esquema de Martínez

El ciclo de 25 partidos de Roberto Martínez al frente de Bélgica tiene una sola derrota: la de su debut ante España, en noviembre de 2016, con el dibujo 4-3-3. Ese partido le hizo ver que lo mejor que podía hacer era ser fiel al esquema con el que había ganado la FA Cup con el modesto Wigan: el 3-4-2-1. En ese planteo encajaron muy bien varias de las interesant­es individual­idades belgas, que llegaron los cuartos de final del último Mundial y Eurocopa, y a las que se les reclama un poco más de carácter y personalid­ad para dar un paso más. Después de probar un doble pivote con poco gobierno del juego con Witsel y Fellaini, el gran cambio se produjo con la ubicación más retrasada de De Bruyne, por Fellaini. Esa nueva función de De Bruyne lo llevó a Guardiola a replicarla en Manchester City. Meunier y Carrasco son los carrileros. Hazard (seis goles y cinco asistencia­s en las eliminator­ias) y Mertens acaparan la media punta y Lukaku (marcó el gol de la clasificac­ión ante Grecia) corona el ataque. Al arco, el firme Courtois. Dos de los tres centrales, Alderweire­ld y Vertonghen, tienen recorrido internacio­nal, pero no están entre los más calificado­s. Varios de ellos inmaduros en Brasil hace cuatro años, ahora están en una edad justa.

Southgate y una Inglaterra made in casa

El único país que tiene a sus 23 futbolista­s compitiend­o dentro de sus fronteras es Inglaterra. Gareth Southgate, ex lateral en los mundiales 1998 y 2002, fue rescatado del Sub 21, empezó como provisiona­l y fue confirmado al poco tiempo. Inglaterra es el campeón mundial vigente en Sub 20 y 17. Y el plantel que viene a Rusia también tiene un núcleo joven, luego de que el último Mundial jubilara de la selección a Rooney, Lampard y Gerrard. Rooney es el goleador histórico de los Tres Leones, pero nunca convirtió en un Mundial, algo que ahora intentará en su primera experienci­a Harry Kane, máximo goleador global (56) en 2017, y autor de cinco conquistas en seis partidos en las eliminator­ias.

Con una línea de tres, en la que el lateral Walker ejerce de zaguero derecho, Inglaterra solo recibió tres goles en los últimos diez partidos. No pudieron marcarle Brasil ni Alemania. Southgate se nutrió con los valores que hizo crecer Pochettino: Rose, Dier, Walker (hasta que fue transferid­o a Manchester City), Trippier, Delle Ali y Kane. Inglaterra ya no juega tan directo y al pelotazo, fue permeable a la idea dominante de elaborar más el juego. En 18 cotejos, Southgate ganó 10, igualó seis y perdió dos (ante Alemania y Francia, ambos hace más de un año).

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Afp Tite le dio confianza a Brasil y consiguió empatía con los jugadores; asumió después de una pésima Copa América de Dunga

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