los momentos insólitos de la cumbre
La visita a “la bestia”
Afecto a los alardes, luego del almuerzo en Singapur, Trump no resistió la tentación de llevar a Kim a dar una mirada a “la bestia”, el apodo con que se conoce la limusina Cadillac que acompaña al presidente norteamericano. El vehículo blindado, que pesa nueve toneladas y media, tiene neumáticos que siguen rodando en caso de pinchaduras, cuenta en su base con una placa de acero para protegerlo de bombas o granadas y un equipo de oxígeno en su interior que se activa para el caso de un ataque químico. El inesperado gesto de Trump de mostrar el interior de su limusina a quien hasta hace pocos meses amenazaba a su país con un holocausto nuclear desató corridas de los encargados de seguridad. No quedó claro cuál fue la reacción de Kim cuando llegó casi a asomar su cabeza al interior del auto. El dictador norcoreano viajó a la cumbre con la misma limusina blindada Mercedes-Benz que había utilizado en la reunión de abril con su par surcoreano.
“Saquen buenas fotos”
La estética es algo primordial para el presidente norteamericano. Su historia personal está marcada por escándalos con modelos y frases de todo tipo sobre el sexo femenino y la belleza. “Las mujeres son, en esencia, objetos estéticamente agradables”, dijo hace algunos años. Este antecedente hace más comprensible el comentario que hizo al comienzo del almuerzo con el norcoreano en Singapur. Frente a los periodistas que los seguían sin tregua, Trump se preparaba para tomar asiento en la mesa multitudinaria y aguardó en silencio que Kim se ubicara del lado de enfrente. Luego lanzó hacia los fotógrafos que les apuntaban con su cámaras: “Saquen buenas fotos, así nos vemos lindos y guapos y delgados y perfectos”. Kim, que habla inglés perfectamente y escuchó el comentario del norteamericano, miró con cara de sorpresa y la boca semiabierta. Luego, los dos hicieron un gesto con la mano para tomar asiento al mismo tiempo.
El video promocional
El presidente Trump, con más carrera en la televisión que en el mundo de la política, le mostró a Kim en Singapur un particular video promocional sobre las posibilidades de bienestar y prosperidad que la península coreana tiene por delante si se logra la paz. En medio de la reunión, Trump sacó una tableta iPad y le mostró a Kim el breve video realizado por funcionarios estadounidenses para esa ocasión, en el cual se alaba la historia de “dos hombres, dos líderes, un solo destino”. Las imágenes de esa película, también presentada a la prensa en pantallas gigantes, parecían escenas promocionales de un film de Hollywood. Al principio mostraban imágenes sombrías de artillería y bombas, hasta que finalmente el narrador, con voz emocionada, en inglés y en coreano, declaraba: “Un nuevo mundo puede nacer hoy, hecho de amistad, respeto y buena voluntad”.