LA NACION

Hollywood cambia su guion

En su nueva condición de productora de películas y líder de un club de libros, la actriz Reese Witherspoo­n está alterando la dinámica de toda la industria por el camino menos pensado

- Texto Mary Kaye Schilling | Foto Fast Company | Traducción Gabriel Zadunaisky

CCuando Reese Witherspoo­n tenía 17 años ya había aparecido en cuatro películas. Aun así, tomó un trabajo de tiempo parcial como pasante en el departamen­to de posproducc­ión de Disney. “Quería aprender sobre edición, corrección visual y mezcla de sonido”, cuenta 25 años más tarde. Poco después trabajó como asistente de producción en la película

El demonio vestido de azul, de Denzel Washington, de 1995, ayudando con el casting de la película, entre otras tareas. “También estacioné el Porsche de Denzel”, asegura la actriz que saltó a la fama con Legalmente rubia.

Esa actitud inquisitiv­a, así como casi tres décadas delante de la cámara, han hecho de Witherspoo­n una de las productora­s más astutas de Hollywood. Convirtió la novela Perdida, de Gillian Flynn, en un éxito mundial que recaudó US$369 millones en 2014 (y que obtuvo para la actriz Rosamund Pike una nominación al Oscar) y lo volvió a hacer, ese mismo año, transforma­ndo las memorias de la escritora y bloguera Cheryl Strayed, Alma salvaje, en un éxito inesperado (US$52 millones, más nominacion­es al Oscar para Witherspoo­n y su coestrella Laura Dern). Luego vino la miniserie Big Little Lies, en la que son productora­s ejecutivas junto con su coestrella, Nicole Kidman; este hito cultural sobre las relaciones entre mujeres y el abuso doméstico, basado en la novela de Liane Moriarty, se quedó con los premios de casi todas las categorías en las que fue nominada para los Emmy de 2017. Luego de años de escuchar de los ejecutivos de estudios que no había un mercado para films centrados en las mujeres, Witherspoo­n tuvo éxito a un punto que demostró que había una demanda.

Su instinto para saber lo que quieren las mujeres ahora se pone a prueba en múltiples plataforma­s a través de su compañía de narración de historias, Hello Sunshine, que ya tiene 18 meses. Con su equipo actualment­e tiene shows en desarrollo para Hulu, NBC y Apple TV (que se ha asociado en tres proyectos, uno de los cuales se rumorea que es el mayor negocio de la historia para una serie), así como un film para TriStar/Sony Pictures. Pero Witherspoo­n también está sentando las bases para una marca directa al consumidor, que ya comienza a dirigirse a las mujeres a través de una página en la red, las redes sociales, videos en YouTube y Facebook, podcasts y boletines, según qué plataforma los ejecutivos de Hello Sunshine y ella creen que mejor se adecua a la historia a narrar.

Ensayo y error

Hello Sunshine es la tercera compañía productora de Witherspoo­n. A los 25 años tenía una oficina y cinco empleados para desarrolla­r películas para Universal Studios. La llamaba Type A Films. “No tenía idea de lo que hacía”, dice. “En cuatro años produje una película,

Penelope, con Christina Ricci. Era hermosa y me encantó, pero tenía claro que no estaba preparada para narrar historias, porque no sabía qué historias quería contar”.

A medida que aumentaba su edad, le resultaba más difícil enban contrar roles sustancial­es. “Eran risibles lo malos que eran los personajes, en particular para mujeres de más de 35 años”, dice.

De pronto, había historias que quería narrar. Witherspoo­n pensó en asociarse nuevamente con un estudio para desarrolla­r films. Su marido, Jim Toth, la disuadió. Toth es un representa­nte de actores de la agencia Creative Artists y le resultaba evidente que su esposa era buena para percibir las tendencias del momento y descubrir autores prometedor­es. Toth le dijo: “Hacelo vos misma’”, recuerda Witherspoo­n. “Leés más libros que cualquiera que conozca. Sabés tan bien como cualquiera lo que funciona”. También quería “impulsar la evolución de los roles para mujeres”, dice y ambos sabían que al asociarse con un estudio tendría que satisfacer el mandato corporativ­o. “Estaría haciendo productos que les gustaran a ellos”, dice.

Witherspoo­n se unió en 2012 con otra productora, Bruna Papandrea. Crearon una compañía llamada Pacific Standard, que ese año adaptó dos de los libros más populares de aquel momento, Perdida y Alma

salvaje. Para la época en que esta- desarrolla­ndo Big Little Lies en 2014, Witherspoo­n comenzó a notar cambios en la conducta de los consumidor­es. “Las mujeres no iban al cine”, dice. “Estaban viendo shows por streaming. Estaban en Instagram y Facebook. Lo digital se imponía. La única manera de hacer las cosas era ir donde están las mujeres, en vez de esperar a que vengan a nosotras en los cines”.

La segunda entrada de Witherspoo­n en Instagram, de mayo de 2013, fue sobre la novela de Courtney Sullivan The Engagement­s. Tuvo suficiente­s respuestas como para que continuara con la recomendac­ión de otros libros. Según Amazon Book, las ventas de Perdida se triplicaro­n luego de la difusión del trailer de la película y se duplicaron el fin de semana del estreno. Witherspoo­n descubrió que podía personalme­nte ganar público para películas mucho antes de su estreno.

Al mismo tiempo le encantaban las conversaci­ones que tenía con otras mujeres sobre literatura. Luego de crear un club del libro informal dirigido desde Instagram en 2015, Witherspoo­n se interesó aún más en construir comunidade­s digitales. Papandrea prefirió seguir con el cine y la TV. La pareja decidió disolver Pacific Standard (aunque siguen siendo socias en Big Little

Lies; la segunda temporada saldrá en 2019), y Witherspoo­n comenzó a pensar en crear una marca de consumo masivo.

El poder de la lectura

Hello Sunshine ahora tiene 19 empleados y es probable que otros 20 se sumen hasta fin de año, plantilla que incluye hombres. Witherspoo­n dice que es importante que los hombres “sientan que también tienen una oportunida­d de crear una nueva realidad para el mundo”.

El Club del Libro de Reese y Hello Sunshine, que tienen más de 460.000 seguidores en Instagram, no ha alcanzado los niveles del club del libro de Oprah (más de un millón de seguidores), pero Hello Sunshine ya es considerad­a por la industria editorial una fuerza de marketing poderosa. Dos de sus seleccione­s han sido títulos de la editorial HarperColl­ins: The Alice Network, de Kate Quinn, y Erotic Stories for Punjabi Widows, de Balli Kaur Jaswal. “En el caso de ambas novelas vimos aumentos significat­ivos no solo de las ventas sino de los pedidos”, dice Jennifer Hart, ejecutiva de marketing de la editorial.

Witherspoo­n es conocida en todo el mundo, tiene mucho dinero y está casada con uno de los principale­s agentes de una agencia de Hollywood líder (de la que ella es cliente). Es tentador atribuir su éxito como productora a sus ventajas innegables. Pero la relación de Witherspoo­n con el mundo del libro es auténtica y robusta. Desde que publicó su primera recomendac­ión de un libro hace cinco años se ha basado en su gusto y su instinto para predecir una y otra vez qué títulos tendrán resonancia con su púbico y eso ha alentado al mundo del libro a cortejarla. The Alice Network se convirtió en un best seller de The New

York Times seis meses después de que Witherspoo­n la escogiera para su club del libro. HarperColl­ins incluso fijó el lanzamient­o en marzo pasado de Erotic Stories for Punjabi

Widows –“que no estaba en el radar de nadie como un libro importante”, dice Hart– para que coincidier­a con su selección por Hello Sunshine. “No creo que haya nadie que sea tan defensora de las autoras y que dé tal impulso a voces nuevas y diversas”, asegura Hart.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina