Hollywood cambia su guion
En su nueva condición de productora de películas y líder de un club de libros, la actriz Reese Witherspoon está alterando la dinámica de toda la industria por el camino menos pensado
CCuando Reese Witherspoon tenía 17 años ya había aparecido en cuatro películas. Aun así, tomó un trabajo de tiempo parcial como pasante en el departamento de posproducción de Disney. “Quería aprender sobre edición, corrección visual y mezcla de sonido”, cuenta 25 años más tarde. Poco después trabajó como asistente de producción en la película
El demonio vestido de azul, de Denzel Washington, de 1995, ayudando con el casting de la película, entre otras tareas. “También estacioné el Porsche de Denzel”, asegura la actriz que saltó a la fama con Legalmente rubia.
Esa actitud inquisitiva, así como casi tres décadas delante de la cámara, han hecho de Witherspoon una de las productoras más astutas de Hollywood. Convirtió la novela Perdida, de Gillian Flynn, en un éxito mundial que recaudó US$369 millones en 2014 (y que obtuvo para la actriz Rosamund Pike una nominación al Oscar) y lo volvió a hacer, ese mismo año, transformando las memorias de la escritora y bloguera Cheryl Strayed, Alma salvaje, en un éxito inesperado (US$52 millones, más nominaciones al Oscar para Witherspoon y su coestrella Laura Dern). Luego vino la miniserie Big Little Lies, en la que son productoras ejecutivas junto con su coestrella, Nicole Kidman; este hito cultural sobre las relaciones entre mujeres y el abuso doméstico, basado en la novela de Liane Moriarty, se quedó con los premios de casi todas las categorías en las que fue nominada para los Emmy de 2017. Luego de años de escuchar de los ejecutivos de estudios que no había un mercado para films centrados en las mujeres, Witherspoon tuvo éxito a un punto que demostró que había una demanda.
Su instinto para saber lo que quieren las mujeres ahora se pone a prueba en múltiples plataformas a través de su compañía de narración de historias, Hello Sunshine, que ya tiene 18 meses. Con su equipo actualmente tiene shows en desarrollo para Hulu, NBC y Apple TV (que se ha asociado en tres proyectos, uno de los cuales se rumorea que es el mayor negocio de la historia para una serie), así como un film para TriStar/Sony Pictures. Pero Witherspoon también está sentando las bases para una marca directa al consumidor, que ya comienza a dirigirse a las mujeres a través de una página en la red, las redes sociales, videos en YouTube y Facebook, podcasts y boletines, según qué plataforma los ejecutivos de Hello Sunshine y ella creen que mejor se adecua a la historia a narrar.
Ensayo y error
Hello Sunshine es la tercera compañía productora de Witherspoon. A los 25 años tenía una oficina y cinco empleados para desarrollar películas para Universal Studios. La llamaba Type A Films. “No tenía idea de lo que hacía”, dice. “En cuatro años produje una película,
Penelope, con Christina Ricci. Era hermosa y me encantó, pero tenía claro que no estaba preparada para narrar historias, porque no sabía qué historias quería contar”.
A medida que aumentaba su edad, le resultaba más difícil enban contrar roles sustanciales. “Eran risibles lo malos que eran los personajes, en particular para mujeres de más de 35 años”, dice.
De pronto, había historias que quería narrar. Witherspoon pensó en asociarse nuevamente con un estudio para desarrollar films. Su marido, Jim Toth, la disuadió. Toth es un representante de actores de la agencia Creative Artists y le resultaba evidente que su esposa era buena para percibir las tendencias del momento y descubrir autores prometedores. Toth le dijo: “Hacelo vos misma’”, recuerda Witherspoon. “Leés más libros que cualquiera que conozca. Sabés tan bien como cualquiera lo que funciona”. También quería “impulsar la evolución de los roles para mujeres”, dice y ambos sabían que al asociarse con un estudio tendría que satisfacer el mandato corporativo. “Estaría haciendo productos que les gustaran a ellos”, dice.
Witherspoon se unió en 2012 con otra productora, Bruna Papandrea. Crearon una compañía llamada Pacific Standard, que ese año adaptó dos de los libros más populares de aquel momento, Perdida y Alma
salvaje. Para la época en que esta- desarrollando Big Little Lies en 2014, Witherspoon comenzó a notar cambios en la conducta de los consumidores. “Las mujeres no iban al cine”, dice. “Estaban viendo shows por streaming. Estaban en Instagram y Facebook. Lo digital se imponía. La única manera de hacer las cosas era ir donde están las mujeres, en vez de esperar a que vengan a nosotras en los cines”.
La segunda entrada de Witherspoon en Instagram, de mayo de 2013, fue sobre la novela de Courtney Sullivan The Engagements. Tuvo suficientes respuestas como para que continuara con la recomendación de otros libros. Según Amazon Book, las ventas de Perdida se triplicaron luego de la difusión del trailer de la película y se duplicaron el fin de semana del estreno. Witherspoon descubrió que podía personalmente ganar público para películas mucho antes de su estreno.
Al mismo tiempo le encantaban las conversaciones que tenía con otras mujeres sobre literatura. Luego de crear un club del libro informal dirigido desde Instagram en 2015, Witherspoon se interesó aún más en construir comunidades digitales. Papandrea prefirió seguir con el cine y la TV. La pareja decidió disolver Pacific Standard (aunque siguen siendo socias en Big Little
Lies; la segunda temporada saldrá en 2019), y Witherspoon comenzó a pensar en crear una marca de consumo masivo.
El poder de la lectura
Hello Sunshine ahora tiene 19 empleados y es probable que otros 20 se sumen hasta fin de año, plantilla que incluye hombres. Witherspoon dice que es importante que los hombres “sientan que también tienen una oportunidad de crear una nueva realidad para el mundo”.
El Club del Libro de Reese y Hello Sunshine, que tienen más de 460.000 seguidores en Instagram, no ha alcanzado los niveles del club del libro de Oprah (más de un millón de seguidores), pero Hello Sunshine ya es considerada por la industria editorial una fuerza de marketing poderosa. Dos de sus selecciones han sido títulos de la editorial HarperCollins: The Alice Network, de Kate Quinn, y Erotic Stories for Punjabi Widows, de Balli Kaur Jaswal. “En el caso de ambas novelas vimos aumentos significativos no solo de las ventas sino de los pedidos”, dice Jennifer Hart, ejecutiva de marketing de la editorial.
Witherspoon es conocida en todo el mundo, tiene mucho dinero y está casada con uno de los principales agentes de una agencia de Hollywood líder (de la que ella es cliente). Es tentador atribuir su éxito como productora a sus ventajas innegables. Pero la relación de Witherspoon con el mundo del libro es auténtica y robusta. Desde que publicó su primera recomendación de un libro hace cinco años se ha basado en su gusto y su instinto para predecir una y otra vez qué títulos tendrán resonancia con su púbico y eso ha alentado al mundo del libro a cortejarla. The Alice Network se convirtió en un best seller de The New
York Times seis meses después de que Witherspoon la escogiera para su club del libro. HarperCollins incluso fijó el lanzamiento en marzo pasado de Erotic Stories for Punjabi
Widows –“que no estaba en el radar de nadie como un libro importante”, dice Hart– para que coincidiera con su selección por Hello Sunshine. “No creo que haya nadie que sea tan defensora de las autoras y que dé tal impulso a voces nuevas y diversas”, asegura Hart.