La dimensión humana de las relaciones internacionales
mundial rusia 2018. La cita internacional del fútbol es también una ocasión para el encuentro de los pueblos y una oportunidad para el acuerdo de estrategias comunes en favor del desarrollo y la paz
Hoy, todas las rutas conducen a Rusia, todas las miradas están puestas en las canchas de las 11 ciudades sedes de la Copa. Ya empieza la magia del Mundial: durante este mes, todos nosotros vamos a vivir las emociones de la fiesta futbolística más grande del planeta.
Decenas de miles de hinchas argentinos decidieron viajar a nuestro país para ver la Copa, dejando de lado las preocupaciones de la vida cotidiana por una gran pasión futbolera que vive en sus corazones, así como por la firme convicción del triunfo de la albiceleste.
Cabe destacar que durante estos últimos meses alrededor de 500 representantes de los medios argentinos obtuvieron en la sección consular de nuestra embajada las visas para cubrir la Copa del Mundo, dando al país una oportunidad de ver este gran espectáculo a través de los ojos de sus compatriotas.
Como anfitriones, nosotros tenemos el objetivo de regalar a los huéspedes un Mundial lleno de alegría, es decir, queremos dar lo mejor que tiene Rusia, la hermosura de la naturaleza, la riqueza de sus museos, la sofisticada arquitectura de las ciudades y, lo más importante, la hospitalidad y la calidez de la gente.
Asumimos el compromiso de garantizar la seguridad a las selecciones y sus hinchas y lo vamos a cumplir, en particular introduciendo las tecnologías innovadoras como, por ejemplo, el Fan ID (una herramienta que sirve como identificación personal, garantía de seguridad y de muchos beneficios para los turistas).
Quisiera subrayar específicamente el aporte de la Argentina: representantes de fuerzas de seguridad argentinas van a participar en el trabajo del Centro de Cooperación Internacional en Materia Policial, que funcionará durante toda la Copa, ayudando así a mantener el orden y la paz.
Por otro lado, estoy convencido de que el Mundial se convertirá en una página emblemática de la historia de las relaciones bilaterales entre ambos países, que ya tienen más de 130 años y hoy en día –para decirlo con el diccionario deportivo– “están en condiciones óptimas”.
En los últimos años los vínculos entre nuestros países se han fortalecido significativamente, en primer lugar gracias a los intensos contactos políticos de alto nivel. Durante la visita oficial de Mauricio Macri a Moscú realizada en enero pasado, fue firmada la declaración conjunta de Rusia y la Argentina sobre el diálogo estratégico en la política exterior. Varios ministros del gobierno ruso visitaron la Argentina últimamente. A su vez, tuvieron lugar las visitas a Rusia de los ministros argentinos de Relaciones Exteriores y Culto, de Justicia y de Turismo. Se realizan consultas políticas, se están desarrollando las relaciones interparlamentarias, se adelanta la cooperación comercial.
Estamos convencidos de que el fortalecimiento de los mecanismos multilaterales de coordinación en las relaciones internacio- nales es un proceso clave para promover los intereses comunes de la humanidad. Acogemos con beneplácito la presidencia de la Argentina en el G-20 –uno de los escenarios internacionales más importantes– a cuya cumbre asistirá el presidente de Rusia.
Quisiera darle una atención especial al factor humano. En Rusia conocemos bien a la Argentina como el país del tango y del fútbol, del buen vino y la bellísima naturaleza; conocemos a la legendaria Evita y al genial Jorge Luis Borges; a la brillante Lolita Torres y a la muy popular en Rusia Natalia Oreiro; a los incomparables Diego Maradona y Lionel Messi. En nuestro país existe una gran simpatía por el pueblo argentino y su patrimonio.
Abrigamos la esperanza de que al regresar de este “éxodo en masa” –por primera vez en la historia de contactos bilaterales tanta gente de la región rioplatense viaja a Rusia simultáneamente– los argentinos, además de la memoria emocionante de las victorias de la albiceleste, se lleven unos lindos recuerdos de nuestro país para compartir con sus familias y amigos durante un asado de domingo, transformando la experiencia personal en una contribución a la dimensión humana de las relaciones entre Moscú y Buenos Aires.
Embajador de Rusia en la Argentina