Así funcionará el VAR durante la Copa del Mundo
El sistema de videoarbitraje se aplicará en cuatro instancias y solo el juez puede decidir si mantiene o cambia su fallo
MOSCÚ.– El fútbol mundial ingresa desde mañana a otra dimensión. El uso del videoarbitraje no será solamente un recurso adicional para colaborar con el árbitro y procurar minimizar injusticias. La llegada por primera vez del VAR a los Mundiales también modificará la experiencia en vivo de los espectadores cuando sigan el partido en las pantallas del estadio. Los fanáticos dispondrán de información clave del juego en las incidencias determinantes y supuestamente ya no verán más esos fondos azules con el logo de la FIFA que solían ocultar las situaciones polémicas. Los televidentes del planeta ya saben de que se trata este asunto que todavía divide opiniones.
La FIFA pone en marcha el VAR con la convicción de dar un paso correcto para asegurar la calidad del juego. Da señales de modernidad y de empatía con los avances tecnológicos cuando el fútbol era el último deporte que seguía con un estilo artesanal para dirimir las acciones determinantes de un partido. “Seguramente habrá errores, pero lo que ya no habrá serán escándalos”, comenta enérgico el suizo Massimo Busacca, jefe de árbitros de Rusia 2018, que evangeliza por segunda vez en cuatro días sobre las bondades del VAR a horas del partido inaugural.
El VAR resolverá en el Mundial las mismas cuatro instancias del juego que ya se vieron en la Copa de Confederaciones, la Copa Libertadores, la Bundesliga, la MLS y otras competiciones: certificará si se produjo alguna in- fracción que impida convalidar un gol, evitará decisiones erróneas para cobrar o no un penal, asistirá al árbitro cuando una acción amerite una tarjeta roja y colaborará en un caso de confusión de identidad de un jugador. Esos son los puntos cardinales del VAR, que funcionará sobre un despliegue tecnológico más que relevante.
Los estadios cuentan con 33 cámaras distribuídas estratégicamente para “mapear” cada porción del campo de juego. Ocho de ellas son “slow motion” y otras cuatro, “ultra slow motion”. Todas ellas formarán parte de las transmisiones de los partidos, pero habrá dos cámaras extra orientadas para verificar los fuera de juego y que no integran el tendido usado por los broadcasters.
Todos las imágenes se centralizan en la sala de video del IBC que recibe toda la información de los doce estadios del Mundial. La cabina de los árbitros asistentes del VAR, en la parte superior de cada cancha, será receptora de cuatro paquetes de video para analizar: la pantalla principal llamada VAR concentrará el total de esas cuatro señales. La segunda pantalla (AVAR 1) tendrá la transmisión televisiva habitual del partido. La tercera (AVAR 2) tendrá planos detalle de las jugadas importantes para confirmar acciones desleales.La cuarta (AVAR 3) apuntará a las áreas para determinar si se produjo alguna infracción (falta o fuera de juego) en los goles. Estas dos cámaras son las que no integran la transmisión televisiva que recibirá la audiencia global. Todo los videos llegan en tiempo real y los cuatro árbitros asistentes de la cabina podrán pausarlos y retroceder en vivo a su voluntad.
La FIFA insiste con la garantía de que el árbitro no pierda autoridad ni autonomía con el apoyo tecnológico. Los video asistentes no tendrán poder para cambiar los fallos. Ellos simplemente comunicarán aquello que el árbitro en el campo no pudo ver. Una vez que el juez se acerque a la zona de visualización observará las imágenes para mantener o cambiar un fallo. Sigue teniendo ese poder de decisión.
El árbitro tiene permitido dos gestos en el campo de juego. Uno es llevar su mano al oído para comunicarle claramente a los jugadores, técnicos y espectadores que recibe una comunicación del VAR. Esa acción no implica que haya comenzado una revisión. Eso recién se produce cuando el árbitro dibuja en el aire la forma de una pantalla, con lo cual queda claro que oficialmente comenzó el proceso de revisión.
La gestualidad del árbitro es esencial para activar el uso del VAR. La tarea se completará con los comentaristas televisivos como encargados de detallarle a su audiencia que fue lo que determinó el videoarbitraje. En los estadios se verá en las pantallas toda la revisión con la explicación correspondiente con textos, videos y animaciones. La FIFA define a esa comunicación como “infotainment”.
El VAR será eso: información precisa para minimizar las injusticias del juego, sin perder de vista que esto no deja de ser un entretenimiento.