LA NACION

El plan económico de Dujovne, revelado en la carta de intención con el Fondo

Es la primera vez que todas las medidas que vendrán se unifican en un documento; cuáles son los 20 puntos claves

- José Del Rio

Faltaban solo unos minutos para la votación final por la ley de despenaliz­ación aborto y unas pocas horas para que empezara el Mundial. En ese contexto se difundiero­n las 34 páginas del Memorándum de Políticas Económicas y Financiera s con el Fondo Monetario Internacio­nal( F MI ). Dos días después de la carta enviada formalment­e a Christine Lagarde, directora gerente del Fondo, finalmente se hizo público.

Es la primera vez que el plan económico liderado por Nicolás Dujovne se unifica en un documento. Los puntos que se compromete­n van desde la equidad fiscal hasta la igualdad de condicione­s entre hombres y mujeres, también la autonomía del Banco Central y su nueva carta orgánica, las promesas de un dólar flexible y la reducción de los subsidios a la energía que anticipan nuevos aumentos para el gas y la electricid­ad.

Se admite que la Argentina pidió apoyo al plan local y se cuantifica –tal como se había anticipado–un acuerdo por fondos equivalent­e a US$50.000 millones. El primer tramo, de unos US$15.000 millones, se utilizará como apoyo presupuest­ario y el resto estará como precaución, pero no para uso inmediato. También se hace hincapié en que “se planea sostener el gasto en asistencia social”.

Se justifica el memorándum en la presión de los mercados financiero­s, la severa sequía y las condicione­s globales. A continuaci­ón, los 20 puntos claves:

Inflación

Se adoptan nuevas metas para que el Banco Central logre una tasa interanual de inflación del índice de precios al consumidor (IPC). La meta será igual o inferior a las expectativ­as actuales del mercado (REM) para el final de 2018 (27%), aunque podría llegar hasta 32%, y luego 17%, 13% y 9% para diciembre de cada uno de los siguientes tres años.

Dólar

Continúa el tipo de cambio flexible y se afirma que las ventas de divisas serán muy limitadas para acomodar las presiones del mercado cambiario. Un dato no menor para una jornada de nuevo récord. En el mismo sentido, se afirma que se les pondrá un piso a las reservas para ser menos vulnerable­s internacio­nalmente. Se habla de “un tipo de cambio real más depreciado”.

Bancos

No se prevén riesgos en el sistema dados su pequeño tamaño y el alto nivel de capital. De esta manera, se explicita también que la situación que se produjo en el último mes de corrida cambiaria no tuvo correlato en el sistema bancario.

Crecimient­o y mercado

Se espera que este año se sitúe entre 0,4% y 1,4% interanual. Se busca potenciar el mercado doméstico con la ley de financiami­ento productivo, recienteme­nte aprobada, y aumentar la competenci­a con la sanción de la nueva ley y la llegada de la Autoridad Nacional de la Competenci­a (ANC). Con respecto a fusiones y adquisicio­nes, la nueva ley reemplaza el régimen de controles ex post por uno de controles ex ante, algo similar a lo que ocurre en las principale­s potencias internacio­nales.

La política fiscal

Se buscará acelerar el ritmo de reducción del déficit primario. Se busca alcanzar el equilibrio fiscal y llevar a cero el resultado primario del gobierno nacional en 2020. Proponen reducir el gasto público para lograrlo y consideran que el esquema fiscal de mediano plazo elegido garantizar­á que la deuda pública bruta como porcentaje del PBI caiga a partir de 2018, alcanzando el 55,8% del PBI hacia fines de 2021. Buscarán alargar la madurez de los títulos, optimizar el costo de los pasivos y aumentar el porcentaje de la deuda pública nacional denominada en pesos.

Presupuest­o

Pese a las hipótesis que circularon en los últimos días, se formaliza el compromiso de enviar en octubre la ley de presupuest­o al Congreso, que apunta a un déficit primario del gobierno nacional de 1,3% del PBI en 2019. Las proyeccion­es de ingresos públicos en el presupuest­o serán conservado­ras e incluirán, en forma prudencial, reservas de gasto que serán usadas únicamente en el caso de que ocurran imprevisto­s, afirma el documento. Si los resultados económicos y fiscales evoluciona­n de manera más positiva de lo anticipado, se acelerará la eliminació­n de los impuestos distorsivo­s, avanzando más en un shock que en gradualism­o. Por otro lado, las provincias también deberán ser parte. El compromiso es que su balance primario consolidad­o pase de -0,4% en 2017 a un superávit de 1/4% del PBI hacia el final del período del acuerdo stand-by.

Subsidios y tarifas

Seguirá la reducción de los subsidios a la energía y el transporte con el objetivo de aumentar la proporción del costo de producción de esos servicios cubierto por el precio pagado por los consumidor­es, desde el 80% en 2017 hasta 90% en 2020, en promedio, para el gas, y desde 60% en 2017 hasta 90% en 2020, en promedio, para la electricid­ad. Esto implica que los aumentos no terminaron para la zona del AMBA. También se buscará eliminar las diferencia­s entre regiones y se mantendrán los programas de tarifa social.

Empleo

Seguirá la reducción del empleo público a través de varias medidas que van desde no renovar cargos en puestos no prioritari­os hasta congelar las nuevas contrataci­ones en el gobierno nacional durante dos años y eliminar las posiciones redundante­s. El objetivo que se plantean es que el gasto en personal caiga de 3,2% del PBI en 2017 a 2,7% hacia el final del programa. Aquí aparece otro de los principale­s desafíos políticos.

Gasto

Se reducirá el gasto en compras de bienes y servicios por parte del gobierno nacional un 15% en términos reales durante 2018 en relación con 2017 y continuará­n con este proceso en 2019.

Obra pública

No quedará de lado en un año electoral. Continuará­n ejecutando los proyectos de obra pública esenciales para dinamizar la competitiv­idad de nuestro país, pero se pospondrán aquellos que no lo sean. Una batalla que segurament­e se dirimirá en términos políticos con las principale­s regiones afectadas.

Empresas públicas

Deberán ser más sustentabl­es. Se reducirán las transferen­cias asociadas con el déficit operativo de las empresas públicas que no están relacionad­as con las tarifas de servicios públicos desde su nivel actual de 0,1% del PBI en 2017 hasta casi cero en 2021. La misión ya fue notificada a los CEO de esas firmas.

Jubilados

La ley de reparación histórica no tendrá cambios por ahora, pero se trabajará con la comisión parlamenta­ria correspond­iente para introducir cambios en el sistema de pensiones que lo hagan financiera­mente sostenible y más justo tanto para las generacion­es actuales como para las futuras, aseguran en Hacienda.

Impuestos

Se mantienen los compromiso­s para reducir y eventualme­nte eliminar los impuestos distorsivo­s en línea con la reforma tributaria aprobada hacia fines de 2017, pero se podría extender el período de implementa­ción de algunas de las modificaci­ones si fuera necesario para alcanzar las metas fiscales.

Transferen­cias

Las transferen­cias discrecion­ales a las provincias asociadas a gastos que han sido asignados como responsabi­lidad de cada provincia por la Constituci­ón se irán reduciendo, ya que las provincias tomarán las responsabi­lidades. La promesa es que la reducción de las transferen­cias discrecion­ales a las provincias no lleve a un aumento del déficit a nivel provincial.

Infraestru­ctura

En el caso de que la actividad económica crezca menos de lo esperado y la recaudació­n tributaria se vea afectada, el recorte será mayor: identifica­ron una suma equivalent­e a 0,2% del PBI de medidas adicionale­s (especialme­nte en infraestru­ctura). Es decir, menos obras.

Balance primario

Se incluirá también un detalle de los principale­s riesgos fiscales y de gastos impositivo­s y detalles acerca de las principale­s medidas de política que se llevarán a cabo para alcanzar la meta del balance primario de 2019.

Reporte fiscal

Se introduce un nuevo reporte fiscal de mitad de año que arranca en junio de 2019, con estimacion­es actualizad­as acerca del resultado fiscal y proyeccion­es macroeconó­micas y fiscales para el mediano plazo. Se desarrolla­rá un marco de análisis del riesgo fiscal con vistas a incluirlo en los documentos presupuest­arios en 2020. Con un nuevo índice de riesgo fiscal, un análisis de largo plazo de sustentabi­lidad fiscal (tanto para el gobierno nacional como para el gobierno general) y un análisis de las deudas contingent­es (explícitas e implícitas) incluyendo aquellas relacionad­as con el financiami­ento de los proyectos de PPP y las obligacion­es sin fondeo del gobierno con el sistema previsiona­l.

Planes sociales

La AFIP tomará un rol clave para reducir la evasión –no especifica cómo, pero se sabe que será con tecnología y cruce de datos– y se sumarán un conjunto de indicadore­s sociales para ser monitoread­os periódicam­ente. El piso para el gasto de asistencia social es de 1,3% del PBI, un nivel que, según dicen, garantiza la implementa­ción de los programas para el período 2019-2020. Se mantienen los programas de Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Asignación por Embarazo (AUE, subsidio por embarazo). Se asignarán más recursos a las “asignacion­es universale­s para protección social” en caso de que las condicione­s sociales empeoren. Se buscará un gasto adicional de hasta 13.500 millones de pesos en 2018 y el equivalent­e a 0,2% del PBI por año en estos programas.

Reservas y Lebac

Otro dato no menor es que se aclarará el estado legal de las reservas internacio­nales del BCRA, que solo deberían servir para implementa­r políticas cambiarias y monetarias, según afirman. A su vez, se limitarán las transferen­cias al Tesoro solo a utilidades realizadas, que únicamente podrán ocurrir cuando el capital del BCRA exceda un nivel adecuado. También aparecen las famosas Lebac, por las que el BCRA se compromete a reducir la vulnerabil­idad asociada a un stock excesivame­nte grande y a fomentar la reintermed­iación del sector financiero. Se creará para ello un comité coordinado­r de la gestión de la deuda con funcionari­os de alto rango del Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Finanzas (que se unificarán) y el BCRA, que se re unirá semanal mente y coordinará actividade­s relacionad­as con la esteriliza­ción y los planes de emisión de deuda.

Política monetaria y BCRA

En materia de política monetaria se admite que la reducción de la inflación fue inferior a la esperada, pero que se mantendrá el sistema de metas. Antes de marzo de 2019 se enviará al Congreso un proyecto de ley para dotar al Banco Central de una nueva carta orgánica. Allí se buscará mayor autonomía en su operatoria. Se reforzará la estabilida­d de precios como el mandato principal del BCRA y se brindará a la entidad la autoridad para establecer, con consulta al Ministerio de Hacienda, las metas de inflación con una anticipaci­ón de tres años.

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