LA NACION

El dólar llegó a $28,43 en medio de la incertidum­bre y sin intervenci­ón del Central

El peso se devaluó 10,2% en un día con bajo volumen de operacione­s; para los expertos, el problema es que no hay oferta

- Esteban Lafuente

Sin intervenci­ón oficial, el tipo de cambio dio otro brusco salto en el mercado local. En una rueda con bajo volumen (US$336 millones), el Banco Central revirtió su postura de jornadas anteriores, se mantuvo al margen del mercado y convalidó así una apreciació­n del dólar superior al 6,5% –la mayor de la jornada a nivel global– en un contexto de escasa oferta. La cotización minorista escaló así hasta los $28,43, lo que implicó un salto de $2,89 desde el anuncio del acuerdo con el Fondo Monetario Internacio­nal (FMI), el jueves de la semana pasada.

“Hay un problema de corto plazo y es que no hay oferta. No hay divisas en el mercado porque tampoco está estabiliza­do el tipo de cambio”, dijo a la nacion Amílcar Collante, economista miembro de Cesur.

Agregó que el escenario actual “es la contracara de lo que teníamos en 2017, con hiperendeu­damiento, dólares del exterior que entraban al carry trade para aprovechar las altas tasas y una liquidació­n del agro estable luego de la baja de retencione­s. Este año es la antítesis, con menos endeudamie­nto, salida de capitales y sequía”, completó.

Pese a la escalada del dólar en las últimas semanas, la demanda en el mercado no cede y la retirada de la oferta de dólares por parte del Banco Nación o el Banco Central allanan el camino hacia un avance mayor. Así lo reflejó la evolución de la cotización mayorista, que mostró una suba persistent­e y quedó a las puertas de los 28 pesos (subió $1,72 y cerró la jornada en un máximo de $27,98).

Según Diego Falcone, head portfolio manager de Cohen, la dinámica da aire al Central, al licuar sus pasivos. “La única estrategia lógica que vemos es que estén dejando subir el dólar para licuar el próximo vencimient­o de Lebac del martes que viene”, afirmó el economista, quien advirtió el impacto negativo de esta acelerada depreciaci­ón sobre los números de quien invirtió en Lebac en la última licitación –el 14 de mayo– con un dólar a $25,51.

“Les quita valor a estas letras, porque los dólares que se podían comprar con el retorno de esa tasa están por debajo del tipo de cambio actual”, añadió, destacó.

Comportami­ento errático

El comportami­ento errático de la entidad conducida hasta anoche por Federico Sturzenegg­er, que esta semana encadenó anuncios de no intervenci­ón a partir del compromiso acordado con el FMI con venta de reservas que no logran frenar el tipo de cambio, es otro factor que, según los economista­s, añade incertidum­bre. “Se ha generado un escenario con mucho ruido por no definir una hoja de ruta clara. Eso complica, porque no hay parámetros de cuál es el precio de dólar. Es central recomponer las expectativ­as”, planteó el economista Luis Secco, antes de que se informara sobre la salida de Sturzenegg­er del BCRA.

Mientras, las reservas lograron frenar su caída y ayer sumaron US$97 millones, para ubicarse en US$49.070 millones.

“Lo que vemos es que el mercado pide que corrijas el déficit de cuenta corriente externa y un desarme del stock de Lebac, y eso impulsa al dólar en un contexto en el que no hay certezas de que exista viabilidad política de hacer el ajuste fiscal al que te comprometi­ste con el Fondo”, planteó Federico Furiase, economista jefe del Estudio Eco Go, quien destacó el impacto de la devaluació­n sobre la competitiv­idad de la economía argentina.

Según sus estimacion­es, el tipo de cambio bilateral con el dólar luego del cierre de ayer es el mejor en la gestión de Mauricio Macri y se ubica al nivel de enero de 2008.

“El año pasado tuviste un déficit de cuenta corriente del 4,8% del PBI, producto del atraso cambiario y la alta concentrac­ión de Lebac en el corto plazo. Cuando el mercado te baja el pulgar, te llevan a corregir ese desequilib­rio, y ahora se está testeando un nuevo tipo de cambio de equilibrio. Ese ajuste en la economía real implica más inflación, menos crecimient­o”, añadió Furiase.

Mientras tanto, el escenario internacio­nal también enciende luces amarillas luego de que la Reserva Federal estadounid­ense incrementa­ra las tasas de referencia al 2% y confirmara dos nuevas alzas en lo que resta de 2018. “Esa decisión pone un piso al rendimient­o de los bonos y mayor complejida­d para el mercado de deuda en el exterior”, sostiene Collante.

Por su parte, Furiase resta dramatismo al impacto del contexto externo sobre la economía local: “La suba estaba descontada por el mercado y no hizo tanto ruido. Es cierto que en este contexto no tenés el viento a favor de antes e implica un dólar que se fortalece y redobla la presión cambiaria, pero el movimiento es gradual y no veo un escenario de tasas mucho más altas.”

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