Un llanto que atravesó fronteras partidarias
Lospennato fue protagonista de un cierre que emocionó y enojó por igual en las distintas bancadas
No fue la última intervención, pero sí la que le bajó el telón al debate. Con el brazo en alto y el puño cerrado, Silvia Lospennato lanzó una proclama con la que medio recinto se puso de pie: “Que el aborto sea legal, seguro y gratuito. ¡Que sea ley!”.
Fue el cierre de un discurso vibrante, que hizo llorar a varios diputados; como Carla Carrizo (Evolución Radical), que aplaudió el último minuto, parada al lado de su banca, con la cara tomada por las lágrimas.
Los aplausos atravesaron todo el recinto, como una transversal que no reconocía barreras partidarias. A Lospennato, protagonista habitual de cruces feroces con la oposición, la ovacionaron en el Frente para la Victoria y en el Frente Renovador.
El quiebre emotivo de su discurso consistió en nombrar a las dirigentes del feminismo que promovieron el proyecto de legalización durante los últimos doce años. “A las mujeres en sus casas, a nuestras madres y a nuestras hijas”, cerró Lospennato, también quebrada por el llanto.
La ovación transversal expuso también las caras de pocos amigos que poblaban todas las bancadas, en especial la de Pro, en la que primó el rechazo a la legalización. El otro momento más caliente de la sesión lo había protagonizado Nicolás Massot, jefe del bloque macrista y opositor a la reforma. En su discurso, el diputado se cruzó con tres referentes de La Cámpora.
“Dicen que es una cuestión de juventud. Pero yo también soy de la juventud, de una juventud que cree en las leyes y en la política para cambiar la realidad, Pietragalla [Horacio]. Si las leyes reflejan lo que ya ocurre es un fracaso de la política”. Los detractores de la reforma lo aplaudieron a rabiar. “¿Vos dónde estás parado hoy, Juan [Cabandié]? Nunca en democracia nos animamos a tanto. Ni en democracia ni de otra manera. Tampoco en ese momento, Mayra [Mendoza]”, arremetió. Ella le había gritado: “Sos la dictadura, Massot”.
Con el correr de las horas, esa versión clásica de la grieta de macristas versus kirchneristas dio paso a una nueva expresión de enfrentamien- to feroz. Diputados del oficialismo acusaron por lo bajo a Massot de ofrecer dádivas a cambio de votos en contra del proyecto. Cecilia Moreau (Frente Renovador) lo dijo con todas las letras: “ofrece contratos y pasajes”. Él negó las acusaciones. Esos recursos dependen únicamente del presidente de la Cámara, Emilio Monzó.
Retomando el eje de la discusión, Lospennato interpeló en el cierre a todos los que estaban por votar en contra. El tono de su interpelación y el giro inesperado del diputado Carlos Roma (Pro-Tierra del Fuego), que terminó votando a favor, resultaron como sal en las heridas internas del oficialismo. Después de las 11, del Congreso salieron vencedores y vencidos.