Teodesio César Brea. Un impulsor del uso de la tecnología en el derecho

El estudio Allende Brea, que fundó junto con Juan Martín Allende, en 1957, abrió un nuevo camino en el enfoque del trabajo de los abogados de empresa. El martes pasado, su familia y amigos lo despidieron con profundo dolor. Teodosio César Brea tenía 90 años, siete hijos, 22 nietos y seis bisnietos. Fue un impulsor del uso de las nuevas tecnologías aplicadas al derecho.

Él y su socio histórico tenían muchas cosas en común. Ambos se recibieron de abogados en la Universidad de Buenos Aires con diploma de honor. Después, siguieron sus estudios en el Latin American Law Institute de la Universidad de Nueva York, aunque en distintos años –uno, en 1948, y otro, en 1952–. Tiempo después, sin haberse conocido todavía, los dos trabajaron en un gran estudio norteamericano, Breed, Abbott y Morgan. Recién en 1957, cuando Brea tenía 30 años, vino a Buenos Aires un abogado norteamericano que provenía del mismo estudio y de la misma universidad e invitó a comer a su casa a Allende y a Brea, con sus esposas. Estos sintonizaron y, al volver de la comida, siguieron hablando largamente en el living de la casa de Brea, hasta altas horas de la noche. Al final se dieron la mano y acordaron trabajar juntos.

En los años en los que muchos abogados todavía escribían a mano y sus secretarias les pasaban en limpio los escritos, Allende y Brea impulsaron la digitalización de los archivos.

En 1990, el estudio produjo El Derecho en disco láser, un CD en el que se incorporó toda la colección de la revista El Derecho, con el primer buscador sobre jurisprudencia, que permitía buscar por uno o más términos, por entonces toda una novedad. Dirigió la edición el doctor Horacio Granero, especialista en informática jurídica.

Cuando el proyecto estaba lanzado, se advirtió que no resultaba posible escanear, con los procedimientos existentes entonces, toda la colección, por la diversidad de tipografías usadas, y entonces, para poder editar el CD, se acometió la tarea de volver a tipear casi tres décadas de la revista.

Brea era miembro del Colegio de Abogados de la Ciudad. Fue presidente de Parques Nacionales y de la Fundación Vida Silvestre Argentina y vicepresidente el Consejo Directivo de World Wild Fund for Nature, entre otras.

Sus restos fueron inhumados en el Cementerio Memorial de Pilar.