España: una prueba de carácter frente al Portugal de Cristiano
El escándalo vivido por el despido del técnico Lopetegui y la asunción de emergencia de Fernando Hierro agregan más condimentos a uno de los partidos más convocantes
SOCHI.– Si el partido ya tenía de por sí suficiente interés, la convulsión que vivió la selección de España en las últimas 48 horas le agregó una carga impensada. La intempestiva salida del director técnico Julen Lopetegui, despedido por el presidente de la Federación, Luis Rubiales, fue reflejada por la prensa española con todos los términos catastróficos posibles: tsunami, conmoción, crisis, desastre, disparate, patético. Si todo eso tendrá consecuencias sobre la cancha se empezará a ver hoy, a las 15 de nuestro país, en el partido ante Portugal por la primera fecha del Grupo B, en el Estadio Olímpico de Sochi.
El sainete sigue agregando capítulos. Con apenas una hora de diferencia, mientras Fernando Hierro, que era director general y fue ungido de apuro al cargo de DT, daba la conferencia de prensa de rigor previa al encuentro, Lopetegui era presentado en Real Madrid como nuevo entrenador y exponía sus extremas sensaciones: “El de ayer fue el día más triste desde la muerte de mi madre, pero el de hoy es el más feliz”. Más morbo, imposible.
Cualquiera que hace unos días hubiera vaticinado esto habría sido calificado de trastornado. “Fútbol, dinámica de lo impensado”, también afuera del campo. Tal fue el grado de conmoción que el periodista Santiago Segurola, uno de los más prestigiosos de España, escribió: “España perdió su condición de favorito en el momento que se conoció la noticia de la contratación de Lopetegui por el Real Madrid”.
Hierro toma las riendas sin más experiencia que la de haber dirigido a Oviedo en segunda división. Pero es un hombre de selección. Ya estuvo acompañando a Vicente del Bosque en el 2010 y se le adjudica un importante papel en la tarea de levantarle el ánimo al plantel tras perder en el debut contra Suiza. Después España terminó ganando el primer título de su historia. Dio a entender de que no hay de qué preocuparse: “Tenemos las ideas y conceptos claros, se verá la España reconocible, que juega bien y es protagonista. No vamos a apartarnos un ápice de nuestros fundamentos”.
La onda expansiva del culebrón llegó a otras selecciones. Claudio Tapia respaldó a su colega Rubiales: “Yo hubiera hecho lo mismo”. Noel Graet, presidente de la Federación Francesa, se distanció: “En Francia es imposible que pase lo mismo por la buena relación que tengo con Deschamps”.
El resultado de hoy quizá no sea tan decisivo en función de la resolución de una zona que debería tener al final a España y Portugal por delante de Marruecos e Irán. Pero sí es valioso para empezar a tener una idea de cómo sale España de este estado de aturdimiento. Y hasta qué punto lo aprovechará el último campeón de Europa, comandado por un Ronaldo que no tardará mucho en semblantear a compañeros y rivales que frecuenta en España desde hace nueve años.
Hace cuatro años, España debutó en Brasil con el cachetazo de un 5-1 de Holanda. No se repuso más y fue el primer campeón del mundo en irse en la primera rueda. Ahora debe asimilar un movimiento sísmico interno. Sin el DT que lo echaron hace dos días, tiene de soporte la convicción en un estilo de juego que desarrolla desde hace diez años. El equipo no necesita una partitura, sino tranquilidad para ejecutarla. España no gana de cualquier manera, sino cuando impone su sofisticada identidad futbolística. Lo reconoce Andrés Iniesta, que disputa su último Mundial: “España cree en la necesidad de jugar bien para que nos vaya mejor; otros equipos, en cambio, no lo precisan”.
El capitán Sergio Ramos arrancó fuerte la conferencia de prensa: “Parece que estamos en un velatorio y mañana empezamos un Mundial. Hay que pasar página cuanto antes. Aquí no hay grieta. Fue un momento complicado. A algunos les afecta más que a otros”. Después, sin dejar de esbozar una sonrisa, intentó mandar un mensaje optimista: “Lo- petegui va a ser parte de lo que pase en el Mundial. Pocas personas mejor que Fernando para cubrir su lugar”. Se despegó de la versión que lo señala como el abanderado de la corriente que pretendía que Lopetegui se quedara, pese a lo cual se impuso la voluntad de Rubiales, que si no lo echaba sentía que estaba resignando una cuota del poder. “La decisión que se tomó es de los directivos, no nos corresponde a nosotros valorarlas. Debemos hablar en el campo”.
Gerard Piqué siempre se sale de lo convencional. En su cuenta de Twitter publicó: “Universidad de Michigan. Baloncesto. 1989. Campeón de la NCAA. No sería la primera vez que ocurre. Todos unidos, ahora más que nunca”. El zaguero hacía referencia a que el entrenador fue despedido antes del comienzo de la rueda final y luego ese equipo conquistó el título”.
Cristiano intentará hurgar en la herida española. Campeón de Europa hace dos años, también tiene el desafío de que su campaña en los mundiales esté más acorde con lo que es el resto de su carrera. En tres mundiales apenas hizo tres goles, ninguno trascendente: un penal contra Irán (2006), uno a Corea del Norte (2010) y otro a Ghana (2014). Insustancial en comparación con sus cinco Balones de Oro y récords en Real Madrid y la Champions League. Es el goleador histórico de Portugal, con 81 en 150 partidos. A los 33 años disputa su último Mundial. El técnico de Portugal, Fernando Santos, definió el partido como“un gran clásico del fútbol entredos países que comparten muchas cosas”. El Mundial no se hace esperar para su primer plato fuerte.