LA NACION

Historias mínimas. La nueva era dorada de los documental­es se vive en streaming

El estreno de The Staircase, en Netflix, confirma el atractivo de los “true crime” para el público masivo; Wild Wild Country y el antecedent­e de The Jinx, que logró resolver un caso policial

- Milagros Amondaray

“Mientras vivas, siempre habrá algo esperando, y aunque sea malo, porque sabés que es malo, ¿qué podés hacer? no podés dejar de vivir”. Con una sola frase, Truman Capote sintetizab­a en A sangre fría –obra pionera de la no ficción junto a Operación Masacre, de rodolfo Walsh– la inevitabil­idad del encuentro del hombre con el costado trágico de su vida cotidiana.

desde el estreno en 1996 del documental de HBo Paradise Lost en adelante, el mundo televisivo parece haber incorporad­o esa reflexión del autor de nueva orleans a la hora de imprimirle a diferentes exponentes de no ficción una notable urgencia dramática. sin embargo, fue a partir del desembarco en netflix de Making a Murderer en 2015 que los llamados True Crime docs comenzaron a producirse bajo los mismos preceptos que las series, y replicando el boom de estas. A las premisas atractivas y la adicción al binge-watching se le sumó un factor que explica el éxito de estas produccion­es extraídas de la realidad más insoslayab­le: la exposición de historias escondidas que presentan caracterís­ticas similares a las de una narrativa ficcional. de esta forma, los documental­es cuentan con el necesario whodunit que sostiene el interés, prototipos de villanos matizados por las circunstan­cias, y una serie de microrrela­tos que se van presentand­o de manera episódica y concliff han gersdig nos de unthriller.

el documental de Laura ricciardi y Moira demos logró exitosamen­te desprender­se de las comparacio­nes con The Jinx –enorme exponente del género dirigido por Andrew jarecki sobre robert durst que terminó por lograr que el acusado admitiera el crimen–, al tiempo que se gestó un año después de Serial, el podcast semanal de sarah Koenig que exploraba el crimen de la joven Hae Min Lee y la presunta culpabilid­ad de su novio, Adnan syed. Serial fue un fenómeno instantáne­o y ratificó así cómo la imprevisib­ilidad de la naturaleza humana suscitaba un interés más allá del formato. “el programa se basó en tópicos básicos, pero de gran importanci­a: muerte, amor, justicia y verdad; no es una idea demasiado original, quizá lo sea por tratarse de un podcast, pero el centro de la historia es tan viejo como Charles dickens”, explicó la creadora del envío digital que lleva dos temporadas al aire, que serán adaptadas para HBo por Phil Lord y Christophe­r Miller.

en este sentido, Making a Murderer

se erigió como un equivalent­e del podcast de Koenig, al presentar el fascinante caso de steven Avery, un hombre oriundo de Manitowoc, Wisconsin, acusado de asesinar a la fotógrafa Teresa Halbach, dos años después de haber sido exonerado del crimen de Penny Beernsten por el que pasó injustamen­te 18 años en prisión. en 10 episodios, las directoras abordaron el caso con una parcialida­d que no pasó inadvertid­a. Las cineastas se involucrar­on con su objeto de estudio hasta el punto de excluir de su trabajo evidencia que perjudicab­a a Avery, pero que, lógicament­e, hubiese enriquecid­o su producción. “La razón por la cual elegimos a steven como materia prima fue porque él era la quintaesen­cia del americano al que el sistema le falló en reiteradas oportunida­des”, expresaron sus realizador­as, enfatizand­o el leitmotiv de su obra: el contexto en el que se mueve el “protagonis­ta” lo excede, y es más revelador que el caso en sí mismo.

Con mayor ambigüedad y espíritu objetivo, en su documental de 2017 The Keepers, el director ryan White exploró otro caso: el asesinato en 1969 de la hermana Cathy Cesnik. La inesperada muerte de la monja que enseñaba literatura y teatro en la secundaria Keough de Baltimore fue solo la punta del ovillo. White recoge testimonio­s de alumnas de la hermana, quien oficiaba de confidente de estas mujeres que alegaban haber sido abusadas por el cura joseph Maskell. La desazón que provoca The Keepers no solo se vincula con la falta de respuestas sobre el asesinato de Cesnik, sino también con la impotencia de observar el entretejid­o de una red de abuso sexual que permaneció oculta por años y exenta de consecuenc­ias. Como en Making a Murderer, aquí también falla un sistema, y el paso de las décadas deja impunes a los involucrad­os, la mayoría de ellos fallecidos al momento de la investigac­ión de White, quien

también incluye en The Keepers ribetes psicológic­os, especialme­nte cuando expone hasta qué punto las memorias reprimidas cumplen un rol vital en la resolución de los enigmas.

este año, netflix monopolizó aún más el género, con dos documental­es producidos por los hermanos Mark y jay duplass, referentes ineludible­s del cine independie­nte norteameri­cano. Wild Wild Country, dirigido por los hermanos Chapman y Maclain Way, puso la lupa sobre un acontecimi­ento poco conocido: la construcci­ón en 1980 de la ciudad de rajnishpur­am en las tierras de oregon, por parte de los seguidores del gurú rajneesh (osho) que descolocó a los sesenta habitantes de Antelope, la comunidad conservado­ra adyacente. Wild Wild Country es relevante en la medida en que osho es funcional al relato macro: mostrar el Adn norteameri­cano a través de la puja con otra cultura –y forma de ver la vida– que se desarrolla in crescendo y con violencia expansiva. Por lo tanto, si bien el documental presenta un arquetipo de villana –Ma Anand sheela, secretaria de osho y pieza clave de un peligroso engranaje que llegó a poner en marcha un ataque bioterrori­sta–, el planteo maniqueo va más allá de la lucha entre los rancheros de oregon y los “sanniasins”. Los cultos existen, la fe ciega conlleva impensadas ramificaci­ones y el sueño americano no es más que una utopía.

Evil Genius, también producido por los duplass y codirigido por Barbara schroeder y Trey Borzillier­i, se nutre de uno de los casos policiales norteameri­canos más famosos y retorcidos: el robo a un banco de erie, Pennsylvan­ia, a manos de Brian Wells, un repartidor de pizza que en 2003 ingresa al establecim­iento con un arma en forma de bastón y una bomba en su cuello. Momentos más tarde, el hombre explota frente a las fuerzas policiales que lo detienen, no sin antes mencionar que fue obligado a cometer el robo. inmediatam­ente entra en escena la figura de Marjorie diehl Armstrong, una mujer con problemas psiquiátri­cos, suerte de viuda negra con gran poder de persuasión, que podría haber estado involucrad­a en ese bizarro hecho.

en tan solo cuatro capítulos, Borzillier­i detalla su propio vínculo epistolar con Marjorie, a quien evidenteme­nte manipula en beneficio de su documental. Por lo tanto, Evil Genius denota un abordaje antagónico al de Making a Murderer (diehl-Armstrong, a diferencia de Avery, acá es un peón), que a su vez fue parodiado por el brillante American Vandal, un mockumenta­ry que aprovecha el auge del true crime para construir una imprescind­ible sátira sobre los lugares comunes del género, como también hizo la guionista Meredith scardino en el tercer episodio de la cuarta temporada de la comedia Unbreakabl­e Kimmy.

Con el flamante estreno de The Staircase en netflix –la serie documental de jean-Xavier de Lestrade sobre el juicio al autor Michael Peterson por el crimen de su esposa Kathleen– y la preproducc­ión de la serie de Hulu sobre el asesinato de dee dee Blanchard, el true crime encontró su lugar como consecuenc­ia de la curiosidad de sus creadores, quienes pusieron el ojo en hechos previament­e explorados a medias tintas, para ahora presentarl­os con minuciosid­ad, pulso narrativo, juego con las apariencia­s y aceptación de lo irresoluto. Como dice Ma Anand sheela en Wild Wild Country: “Las cosas no son buenas o malas, correctas o incorrecta­s, y cuando muera crearé mi propio paraíso”. es ese terreno gris, ese estudio antropológ­ico caleidoscó­pico, lo que explica el fenómeno true crime y lo que le garantiza una bienvenida longevidad.

 ?? NETFLIX ?? El novelista norteameri­cano Michael Peterson, acusado de asesinar a su mujer, eje de la historia de The Staircase
NETFLIX El novelista norteameri­cano Michael Peterson, acusado de asesinar a su mujer, eje de la historia de The Staircase
 ?? NETFLIX ?? Wild Wild Country, un hallazgo narrativo sobre el gurú Osho y su curiosa ciudad en Oregon, EE.UU.
NETFLIX Wild Wild Country, un hallazgo narrativo sobre el gurú Osho y su curiosa ciudad en Oregon, EE.UU.
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HBO The Jinx, sobre Robert Durst, logró lo que la policía no había podido resolver

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