Comercio mundialista. La relación con Rusia, anfitriona de la Copa
En medio del torneo más importante del fútbol, el saldo de la balanza es superavitario para el país
La fiesta mundialista del fútbol que comenzó ayer tiene como país anfitrión a Rusia, una nación con la que la Argentina tiene relaciones comerciales desde hace 130 años, pero que aún no aprovecha completamente. Como representantes argentinos, los jugadores de la selección nacional llevaron al torneo “tres toneladas de productos agrícolas como carne de res, cerdo, dulce de leche y mate, entre otros”, dijo el embajador de la Argentina en Rusia, Ricardo Lagorio, a la agencia rusa de noticias TASS, todos productos insignia del país que tienen un gran potencial de ser comercializados en el gigante euroasiático. Con un mercado de 144 millones de consumidores, Rusia importa por un valor de US$228.213 millones, posee un PBI per cápita anual de US$28.957 y registra inversiones en el exterior por US$336.000 millones. Y, a pesar de la prohibición de importación de algunos alimentos desde países como Canadá, Estados Unidos, Australia y la mayoría de países europeos, Rusia sigue siendo el tercer importador mundial de alimentos y bebidas, con aproximadamente US$25 mil millones registrados en importaciones en 2016.
Reciente integración al mercado internacional
Rusia es un país que ha experimentado significativos cambios desde el colapso de la Unión Soviética, pasando de ser un país aislado a tener una economía globalmente integrada. Un informe sobre el país elaborado por la Agencia de Inversiones y Comercio Internacional (Aaici), señala que en 2012 Rusia pasó a ser el 156° miembro de la Organización Mundial del Comercio (OMC), y que en 2015 entró en vigor el tratado que establece la Unión Económica Euroasiática. “Ambos eventos fueron claves para impulsar la liberación del comercio y la inversión en la transición a una economía de mercado tras la disolución de la Unión Soviética en 1991”, señala el informe. Actualmente, Rusia es el 17° exportador y el 25° importador mundial, y tiene una relativa apertura a los mercados externos. Tras su adhesión a la OMC, se comprometió a garantizar el acceso a los mercados de bienes y servicios y “consolidó la totalidad de sus líneas arancelarias, comprometiéndose a reducir gradualmente los aranceles para 2020 hasta que el promedio simple de los aranceles finales consolidados sea del 8,4%”, indica la Aaici.
Sectores relevantes
El sector que sobresale en la economía rusa es de los servicios, que contribuye con un 56% al PBI total del país.
Le sigue el sector industrial, que aporta un 40% del PBI total del país y en el que más de un 30% de la población trabaja, principalmente en industrias desarrolladas como la química, la automovilística y la electrónica. En tanto, la agricultura contribuye con un 5% del PBI, manteniendo un 10% de la fuerza laboral rusa involucrada en este campo, de acuerdo a cifras oficiales del gobierno ruso.
A su vez, el gigante euroasiático se posiciona en el puesto número 15 como emisor de inversión directa en el mundo, con US$27.272 millones en 2016, que representaron el 1,9% del flujo total mundial.
Destinos de exportación y orígenes de importación
Según datos del Observatorio de Complejidad Económica del MIT, Rusia exportó un total de US$360 mil millones en 2016.
Los principales destinos de exportación de Rusia son: Holanda (US$29.300 millones), China (US$28.000 millones), Alemania (US$21.300 millones), Bielorrusia (US$14.100 millones) y Turquía (US$13.700 millones).
Por su parte, los principales orígenes de importación son China (US$38.100 millones), Alemania (US$19.400 millones), Estados Unidos (US$11.100 millones), Bielorrusia (US$9410 millones) y Francia (US$8500 millones).
Bienes que comercian la Argentina y Rusia
Según datos de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), durante 2017 las exportaciones argentinas a Rusia fueron de US$510,8 millones, avanzando un 4% en términos interanuales. Las importaciones, en tanto, fueron de US$341 millones, un 13% menos que en 2016. Así, la balanza comercial arrojó un superávit de US$169,8 millones, lo que marcó un alza de 76% en comparación al período anterior. La Cámara Argentina de Comercio (CAC) señala que del total de las exportaciones argentinas a Rusia en 2017 un 11,7% pertenece a peras frescas por un valor estimado de US$56,2 millones. En orden decreciente se colocaron las ventas de limones (US$41,8 millones y 8,7%), hígados bovinos congelados (US$32,4 millones y 6,8%), despojos de la especie bovina congelados (US$24,7 millones y 5,2%), mandarinas (US$19 millones y 4%), trozos y despojos de gallos o gallinas congelados (US$18,9 millones y 3,9%) y porotos de soja excluidos para siembra (US$17,8 millones y una incidencia de 3,9%).
En tanto, el principal producto importado desde Rusia en similar período fue gasoil, por un monto de US$154,3 millones, una cifra equivalente al 47,3% del total de las compras concretadas por la Argentina a ese mercado. En segundo lugar se ubicó el fosfato monoamónico –para la elaboración de fertilizantes– por un cifra de US$49,1 millones y una incidencia de 15,1%, Úrea (US$22,9 millones y 5,5%), nitrato de amonio, incluso en disolución acuosa (US$18 millones y 5,5%) y fosfato diamónico (US$10,3 millones y 3,2%), entre otros productos.