Colombia es un trazo perfecto de la mano firme de Pekerman
Con un promedio de edad de 27,3 años, el equipo sudamericano se siente crecido para disputar la copa con palabras mayores; en especial, con un conductor cada día más sabio
ROSTOV DEL DON.– En gran parte de Rusia, en esta época del año, la luz natural que predomina durante el día es una amenaza para conciliar el sueño en horario nocturno. El sol no termina de bajar hasta las 21 y vuelve a subir a partir de las 4. En el exclusivo Svigaya Hills Sky Resort de Kazan, las ventanas de las habitaciones que ocupa la delegación de Colombia tienen un grueso y oscuro cortinado para que la claridad no altere el descanso de los jugadores y los despierte antes de lo debido. Nada de anticiparse, todo controlado y a su debido tiempo. Paciencia, método y sentido común. Palabras medidas y gestos contenidos.
Esa es la doctrina de José Pekerman, que en el Mundial de Brasil llevó a Colombia más lejos que nunca en su historia (cuartos de final, ajustada eliminación ante Brasil; terminó quinta en la tabla general) y ahora, sin declamarlo, también aspira a una campaña que instale a la selección de manera frecuente en la franja de la alta competencia internacional. Evitar los bandazos del pasado, en los que Colombia pasaba de la grandilocuencia de una determinada generación de jugadores a las crisis por indisciplina o conflictos, cuando no por una tragedia. Al margen de lo deportivo, que Colombia haya obtenido en el Mundial anterior el premio Fair Play ya dice mucho. Era algo habitual en los seleccionados juveniles argentinos que dirigía Pekerman.
De alguna manera, el conductor le dio racionalidad a un fútbol colombiano muy sometido a un carrusel emocional. Hace unos días, el psicólogo deportivo Marcelo Roffé, que acompañó al seleccionado cafetero entre 2012 y 2015, escribió en el diario El Tiempo sobre el estilo de conducción de Pekerman: “El liderazgo desde el conocimiento, la sencillez, la humildad, el saber trabajar en equipo y el ser paternal hace que Pekerman ordene y tranquilice a los jugadores”. Y también remarcó como una prolongación del entrenador en el campo a Radamel Falcao, que se perdió Brasil 2014 por no llegar a tiempo con la recuperación de una operación de ligamentos en una rodilla: “Radamel es un líder de bajo perfil, igual que Pekerman, con calidad humana y referente futbolístico para el plantel. Supo reinventarse tras quedar afuera del último Mundial; contagia actitud al equipo”.
Siempre abierto a incorporar colaboradores valiosos, Pekerman en los últimos meses sumó a Esteban Cambiasso a su cuerpo técnico: “Como jugador, Cuchu siempre fue un gran analista del fútbol. Sus entrenadores siempre lo elogiaron por eso, Mourinho inclusive. Para nosotros es una ayuda importante, sumamos a una persona capaz y actualizada”, lo elogió Pekerman.
Esta gestión de seis años tendrá este martes otra prueba mundialista, con el debut ante Japón, a las 9 de la Argentina, en el Mordovia Arena de Saransk. Un choque por la etapa de grupos que ya se había dado hace cuatro años, con un 4-1 y un gol de James Rodríguez, que se construyó el camino al Botín de Oro (máximo anotador del torneo, con seis) y el consecuente interés de Florentino Pérez de comprarlo para Real Madrid. También se llevó la distinción al mejor gol por el que le marcó a Uruguay. El entrenador no confirmó la titularidad ante Japón del media-punta de Bayern Munich, que se recupera de una molestia en el gemelo izquierdo.
Una zona integrada además por Polonia y Senegal le permite a Colombia cultivar razonables expectativas. Por eso, el arquero Ospina consideró este lunes “fundamental” comenzar con un triunfo. Pekerman fue fiel a su cautela: “Japón será un rival duro y difícil, alejado de la imagen del Mundial pasado. Tiene jugadores de talento, como Kagawa y Honda”.
“Nos queremos alejar de la imagen del partido del Mundial pasado, (Japón) fue el primer clasificado al Mundial, tiene una base de jugadores de mucha experiencia y en el cambio de entrenador ha probado dos esquemas distintos”, explicó el DT argentino, que siempre prefiere pisar la tierra firme. “Primero pensamos en pasar el grupo, pero antes lo hacemos en el primer partido. Hace cuatro años fuimos partido a partido y llegamos a cuartos. Ahora lo debemos demostrar de nuevo”, agregó.
En unas horas se empezará a poner a examen la equilibrada renovación que hizo Pekerman en este cuatrienio. Por la grave lesión a último momento de Frank Fabra, los jugadores que repiten de Brasil a Rusia son diez: Ospina, Zapata, Carlos Sánchez, James Rodríguez, Cuadrado, Camilo Vargas, Arias, Aguilar, Baca y Quintero, el volante de River que con un último trimestre muy bueno le ganó el lugar a Edwin Cardona.
El recambio es más en el plantel que en la formación base, si bien Pekerman no es de mantener una alineación tipo, sino que va modificando de acuerdo al rival y otras circunstancias. Pero de los once más frecuentes, al menos ocho suelen repetir de Brasil 2014. Ya no están los laterales Zúñiga (le provocó la lesión a Neymar con un rodillazo) y Armero, y en la delantera desaparecieron Jackson Martínez y Teo Gutiérrez, y entró F al ca o, a quien Peker man siempre esperó con los brazos abiertos. A los 32 años, el Tigre vivirá su primer Mundial. Con un promedio de 27,3 años (en el puesto 17° de longevidad entre los 32 seleccionados), Colombia se siente crecida para hacer un Mundial con palabras mayores.