Facundo pieres: “Fue un torneo de los que más me gustó ganar”
Logró por 5ª vez la Copa de la reina en windsor y disfrutó su desquite del traspié de palm Beach
Facundo Pieres tuvo la revancha que Adolfo Cambiaso, por ahora, no consiguió. Juntos, en un dream team que el ambiente del polo suponía invencible, habían perdido la final del Abierto de Estados Unidos, el certamen no argentino más importante del mundo, a manos del equipo de otro jugadorazo, Hilario Ulloa. La primera oportunidad de desquite fue en Inglaterra, y el crack de Ellerstina logró en una final grande lo que el de La Dolfina no en una semifinal.
En Windsor, a menos de 40 kilómetros de Londres, La Indiana, liderado por Pieres, venció con un esforzado y muy festejado 9-7 en la definición por la Copa de la Reina a Park Place, el conjunto encabezado por Ulloa, que en la etapa anterior había dejado en el camino a Valiente, el de Cambiaso, con un 11 a 9.
Para Facundo resultó la quinta conquista del segundo trofeo de Europa en importancia, que entrega la propia Isabel II, siempre con algún breve comentario deportivo en la ceremonia de premiación. La monarca, afamada criadora de caballos de carrera, felicita a los campeones y suele hacerles alguna observación sobre los ejemplares que utilizan. Por cierto, tenía como para apuntar algo de Cube, la pequeña alazana que, montada por Pieres, fue galardonada como el mejor caballo jugador de la final. Su jinete, como era de esperar, fue el mejor jugador humano, y recibió el lauro correspondiente.
“Estoy muy contento. Fue una mini rrevancha tras perder esa final en Estados Unidos, que me había dejado bastante bronca”, admitió a la el hermano intermedio de los nacion tres Pieres. No le fue fácil, en absoluto: La Indiana caía por 6-4 al cabo de la mitad inicial, y la desventaja había llegado a ser aun mayor. “Íbamos perdiendo por tres goles en el tercer chukker. Obviamente, bien no estábamos. Nos vino bien el halftime [descanso entre el tercer período y el cuarto], nos tranquilizamos, hablamos bien y cambiamos un par de cositas. En partidos apretados, cualquier mínimo error cuesta el resultado”, apuntó Pieres a Pololine.com.
Esas “cositas” fueron revertidas con optimismo y contundencia: 5-1 fue el tanteador para La Indiana en las tres últimas etapas, hasta el 9 a 7 definitivo. Facundo terminó como el cuarto goleador del campeonato, con 32 tantos en seis encuentros (el mayor anotador fue un compatriota, Juan Britos, de Park Place, con 37), y estuvo acompañado por otro argentino, Nicolás Roldán; por el australiano Alec White, y por el patrón estadounidense Michael Bickford. También para este hubo venganza: La Indiana había perdido las últimas dos finales por la Copa de la Reina.
En la de 2017 había sido derrotado por el RH de Cambiaso y el brasileño Rodrigo Ribeiro de Andrade. Para esta temporada puso en la formación a la contrafigura de Adolfito, y terminó celebrando. Como Facundo, que tuvo una alegría habitual por lo exitosa que es su carrera pero inusual por lo profunda.
“Estoy muy contento porque es un torneo importante y porque el equipo nuevo implica una motivación distinta. La Indiana venía de un par de años sin ganar copas acá pero estando muy cerca. Merecía ganar. Y lograrlo con Michael, Nic y Alec fue muy lindo. Una linda sensación, un lindo momento. Lo disfruté mucho. Fue un torneo de los que más me gustó ganar. El equipo me divierte, la pasamos bien y tenemos muy buen grupo fuera de la cancha y en la cancha, así que estamos muy entusiasmados y motivados para toda la temporada”, enfatizó Pieres ante la nacion desde Italia, donde toma unos días de descanso antes de encarar el otro gran compromiso de la temporada: el Abierto Británico por la Copa de Oro, máximo torneo europeo.