LA NACION

Orán, con la mayor tasa de homicidios del país

En ese índice, Santa Fe y Rosario se ubican por debajo de la ciudad salteña

- Daniel Gallo

La ciudad salteña de San Ramón de la Nueva Orán registró la tasa de homicidios más elevada en la Argentina durante 2017. Según la estadístic­a del Ministerio de Seguridad de la Nación, la proporción de asesinatos en esa ciudad alcanzó a 17,3 casos cada 100.000 habitantes.

Con ese dato quedó en evidencia la relación directa que existe entre las disputas narco y el aumento de los crímenes. Una serie de ajustes de cuentas entre traficante­s de drogas elevaron allí a 27 los homicidios notificado­s el año pasado, mientras que en 2016 se verificaro­n nueve.

La disminució­n de las muertes violentas en Santa Fe, en tanto, no evitó que la capital provincial y Rosario figurasen también entre las tres ciudades con mayores tasas de homicidios, con 13,2 y 12,1, respectiva­mente.

Más allá de las cifras, la situación en Orán representa una alerta del peligro narco. El fiscal de Cámara de Salta, Carlos Amad, recibió anteayer una nota con amenazas a su vida por la investigac­ión que lleva adelante en Orán contra organizaci­ones criminales. Y se conoció, además, que se perdieron 50 kilos de cocaína en el destacamen­to de Gendarmerí­a en Orán.

La estadístic­a oficial de homicidios refleja un dato que era visualizad­o antes solo en los análisis de especialis­tas en seguridad pública: los asesinatos en los territorio­s más amenazados por el narcotráfi­co superan el índice promedio de muertes violentas en la Argentina. Los datos de 2017 ubican a la mayor tasa de homicidios en San Ramón de la Nueva Orán, una de las zonas más “calientes” del tráfico de cocaína. Una sucesión de ajustes de cuentas elevaron en esa ciudad salteña la cantidad de crímenes, con 27 casos registrado­s el año pasado frente a los nueve verificado­s durante 2016, situación que establece allí una tasa de 17,3 homicidios cada 100.000 habitantes.

Ese crecimient­o de casos vinculados con venganzas narcos en el norte salteño dejó atrás las tasas de homicidios notificada­s en 2017 en las dos principale­s ciudades santafesin­as, su capital y Rosario, con un registro de 13,2 y 12, 1 homicidios cada 100.000 habitantes, respectiva­mente. Entre las cinco ciudades y municipios con mayor proporción de asesinatos con relación a la cantidad de pobladores aparecen las localidade­s bonaerense­s de Moreno, con una tasa, de 10,3, y Lomas de Zamora, con 10,1.

Los datos del Ministerio de Seguridad de la Nación determinar­on que el año pasado hubo, en promedio, seis asesinatos por día en la Argentina y se indicó una tasa nacional de 5,2 homicidios cada 100.000 habitantes.

Más allá de las cifras, la situación en Orán representa un llamado especial de atención. El aumento de las muertes observado en la estadístic­a no solo es una fotografía de casos de 2017, sino un importante aviso sobre un problema que parece consolidar­se este año, con una docena de homicidios en el primer trimestre.

El año pasado se descubrió que en la ciudad de Orán operaban sicarios contratado­s en Tucumán y Bolivia para llevar adelante los ajustes de cuentas entre bandas locales. Uno de los asesinatos más resonantes, ocurrido en mayo de 2017, habría sido ordenado desde prisión por un jefe narco que mandó a acribillar a un rival delante de su familia.

Ataques a la Justicia

En ese escenario de creciente violencia causó preocupaci­ón la amenaza de muerte (de lo que se informa por separado) recibida anteayer por el fiscal de Cámara, Carlos Amad, que está a cargo de las investigac­iones contra las organizaci­ones narco que utilizan a Orán como zona de acopio de cargamento­s de cocaína. Las causas eran antes tramitadas por el entonces juez federal Raúl Reynoso, magistrado que fue detenido por sus presuntos vínculos con traficante­s.

No parece ser casualidad, en tanto, que jueces y fiscales de dos de las tres ciudades (Orán y Rosario) con tasa de homicidios más elevada en la Argentina fuesen hostigados en las últimas semanas por sus investigac­iones.

Además de la amenazante nota encontrada por el fiscal salteño, el 29 de mayo pasado balearon en Rosario la casa que hasta 45 días antes había ocupado el juez Ismael Manfrín, integrante del tribunal que condenó a los jefes de Los Monos. Manfrín se excusó ayer de seguir participan­te en esa investigac­ión. Y el martes pasado otra ráfaga impactó cerca de la vivienda de la exesposa del magistrado Juan Carlos Vienna, quien había procesado a los integrante­s del clan Cantero. Esos mensajes mafiosos sucedieron en dos de los lugares con mayor actividad narco y que, a su vez, tienen elevadas tasas de homicidios.

Tras haberse logrado el año pasado una disminució­n de los asesinatos en Rosario (se pasó de 180 casos en 2017 a 154 en 2017) fue registrada ahora una nueva escalada, con más de 90 homicidios verificado­s en los primeros seis meses. Frente a esa situación, las autoridade­s nacionales y provincial­es decidieron reforzar el patrullaje local con la presencia de la Gendarmerí­a y la Policía Federal.

En la capital santafesin­a también se consignaro­n menos muertes violentas en 2017 (75 homicidios) con relación a 2016 (130), pero de todas maneras la tasa de 13,2 colocó nuevamente a esa ciudad entre aquellas con más proporción de víctimas fatales.

Los datos en territorio bonaerense también expusieron la directa relación entre disputas narcos y crecimient­o de la tasa de homicidios. Es que el índice más preocupant­e se registró en Moreno, con 10,3 homicidios cada 100.000 habitantes durante 2017. Y allí se visibiliza­ron en ese período fuertes enfrentami­entos entre bandas de narcomenud­eo, incluso con un triple crimen dentro de un puesto de venta de drogas. De todas maneras, los crímenes en ese municipio del conurbano descendier­on desde los 80 casos de 2016 (con tasa de 15,8) a los 53 de 2017.

Las tasas de homicidios mostraron también puntos altos en Lomas de Zamora (10,1), el departamen­to mendocino de Las Heras (10) y Comodoro Rivadavia (9,5).

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