Cierran Val de Loire, la extraña offshore investigada por lavado
La sociedad que sacó US$70 millones del país y que complica al socio de Cristóbal López cambió de manos en América Central y, luego, fue dada de baja en Delaware
recibir giros por millones de dólares desde la Argentina, cerró Val de Loire, la enigmática sociedad offshore que durante años controló una tajada del Hipódromo de Palermo (Hapsa) sin que se supiera quién fue su verdadero dueño, según surge de los nuevos documentos de Panamá Papers que obtuvieron el diario alemán Süddeutsche Zeitung y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), que integra el diario la nacion.
El socio mayoritario de Hapsa, Federico de Achával, siempre negó ser el controlante en las sombras de Val de Loire (ante la Justicia y ante la prensa), a pesar de que los intermediarios uruguayos así lo identificaron en un documento que giraron a Panamá en agosto de 2014.
Por el contrario, el empresario argentino siempre les adjudicó esa sociedad a “inversores extranjeros” que nunca identificó, y que entre fines de 2016 y principios de 2017 cerraron Val de Loire de la mano de un enigmático ciudadano chino. La sociedad había tenido movimientos en cuatro países: Panamá, Alemania, Argentina y Estados Unidos.
La nueva filtración de documentos aporta ahora más datos sobre esa operatoria, pero también aumenta el misterio sobre quiénes estuvieron detrás de Val de Loire y de su sociedad panameña controlante, Torsby Trading SA. Porque tras la primera difusión de los Panamá Papers, la offshore pasó a manos de Zhu Zhingang, que a su vez ordenó el cierre de Val de Loire en Nevada.
¿Quién es ese ciudadano chino? Zhingang (o Zhigang, según distintos documentos) informó un domicilio en la provincia de Guangxi, dentro de la República Popular China, sin que el estudio Mossack Fonseca obtuviera mayores datos sobre él. Por eso, requirió los servicios de Worldcheck, una firma especializada en rastrear datos y antecedentes personales. ¿Resultado? Detectó que esa persona o un homónimo fue acusado por las autoridades de su país por la presunta “falsificación de documentos oficiales y sellos”.
Ya en control de Torsby Trading SA, Zhingang (o Zhigang) tomó cinco decisiones. La primera fue terminar, en octubre de 2016, con el contrato de fideicomiso entre Torsby y la Fiduciaria Mossfon “con la finalidad de instrumentar formalmente la compra de las acciones que [Val de Loire] poseía” en Hapsa y la vinculada Correón SA.
La segunda decisión, en enero de 2017, fue otorgarle un poder de representación en Alemania a un abogado para que contactara a las autoridades de ese país que tenían bajo la lupa a Val de Loire por decenas de transferencias por entre 1 y 2,5 millones de dólares cada una que completó entre febrero de 2007 y junio de 2013 a una cuenta en el Deutsche Bank AG de Hamburgo.
La tercera decisión de Zhingan o Zhigang se ejecutó en Buenos Aires. El 1° de febrero, el abogado Porfirio Raúl Carreras, expresidente de la Unión Argentina de Rugby (UAR), se presentó ante la Inspección General de Justicia (IGJ) y como representante legal de Val de Loire en el país requirió la cancelación de su inscripción.
El cuarto paso se instrumentó cinco días después, a través de una directora de Torsby en Panamá, Carmen Wong, quien autorizó a alguien llamado Christophe Leon Difalco a completar dos transferencias a favor de Zhingang o Zhitras gang, en una cuenta del HSBC en Hong Kong por algo más de US$6 millones. Esto, a través de un documento de apenas una carilla, en el que Wong remarcó cuatro veces que Difalco lo haría “actuando individualmente”. Es decir, deslindando su propia responsabilidad civil, penal y administrativa, y la de terceros.
La quinta y última decisión fue aún más drástica. Apenas un día después, el 7 de febrero, se completó la disolución de Val de Loire en Nevada y el traspaso de todos sus derechos económicos, “presentes y futuros”, a Torsby, que continúa activa y a la que identificó como “beneficiaria financiera” de Val de Loire.
Investigación en EE.UU.
Aún así, Val de Loire quedó bajo la lupa del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que así se lo informó al juez federal Sebastián Casanello. Le comunicó el 20 de noviembre pasado que no podía brindarle “la asistencia requerida en este momento debido a una investigación pendiente estadounidense”.
En su respuesta, el gobierno de Estados Unidos evitó precisar si investigaba a Val de Loire, a Mossack Fonseca, a De Achával o a su socio en el negocio de las tragamonedas de Palermo, Cristóbal López.
El juez Casanello, por su parte, pidió distintas medidas de prueba para confirmar que De Achával era el beneficiario final de Val de Loire, pero la documentación está trabada en distintos exhortos al exterior que no fueron respondidos.
Val de Loire también cobró en Hamburgo una comisión de US$6 millones por intermediar en mayo de 2007 entre López y los catalanes de Cirsa para que sellaran un acuerdo que incluyó el Casino Flotante de Puerto Madero y el casino de Rosario. ¿Quién se quedó con ese dinero? ¿De Achával? ¿Zhingang? ¿O alguien más que continúa en las sombras?