Del triángulo amoroso al poliamor verdadero
Tú, yo y ella ★★★ buena. (You, Me, Her; Estados Unidos/canadá, 2016). creador: John Scott Shepherd. Elenco: Greg Poheler, Rachel Blanchard, Priscilla Faia, Melanie Papalia, Jennifer Spence, Ennis Esmer, Jarod Joseph. disponible en: Netflix.
Con tres temporadas disponibles en Netflix, Tú, yo y ella es una de esas series perdidas e inclasificables dentro del catálogo cada vez más frondoso e inabarcable que ofrece el streaming contemporáneo. Lo que le ha restado visibilidad –no solo aquí, sino en los Estados Unidos, donde prácticamente no ha tenido críticas ni demasiada cobertura mediática–, tal vez sea el espinoso tema del poliamor, considerado todavía tabú para el mainstream y retratado en ocasiones desde la extrañeza o la parodia.
Coproducida entre Estados Unidos y Canadá, y ambientada en la apacible Portland que tanto ha retratado Gus Van Sant en sus recorridos indie, la sitcom creada por John Scott Shepherd ocupa una tentadora frontera entre el espíritu clásico de las comedias románticas de los 90 y el aura moderna del mumblecore, cuyos mejores exponentes televisivos han sido los hermanos Duplass. Para que se entienda: aquí no hay nada de estudio ni risas grabadas, pero sí esa ironía sutil de la que hacían gala las mejores creaciones de Nora Ephron y Amy Heckerling, y si bien estos treintañeros suburbanos no comparten demasiado con los californianos de Togetherness, sí sintonizan con los desencuentros existenciales entre el deseo y las convenciones que marcan los romances de las ficciones actuales.
Jack y Emma Trakarsky (interpretados por Greg Poehler, hermano de Amy, y Rachel Blanchard) están casados hace casi una década, no tienen hijos y viven en un barrio pituco de los suburbios con su perro y la compañía de algunos vecinos entrometidos. Grandes compañeros, satisfechos con sus trabajos (él es consejero escolar; ella, arquitecta), descubren con menos alarma que intriga la falta de deseo sexual que ha ceñido a su matrimonio con el paso de los años y el peso de la rutina.
Casi de casualidad y siguiendo un inesperado y poco confiable consejo, Jack contrata a una escort para reavivar la pasión perdida. Culposo y arrepentido, la confesión de ese encuentro a su esposa abre una puerta de entrada inesperada para Izzy (Priscilla Faia), la joven veinteañera que seduce a ambos por igual, que rompe las barreras entre el amor y el sexo, y combina la energía y el desparpajo con una atractiva vulnerabilidad.
Si bien a medida que avanzan los episodios la premisa se abre a la exploración de los mundos de los personajes por vías convencionales, lo hace con humor y honestidad, escapando a prejuicios y falsas transgresiones. El desafío a la monogamia que implica la nueva vida de los Trakarsky no solo se afirma como una potencial amenaza para su vida burguesa y respetable, sino que alimenta la morbosa curiosidad de amigos y vecinos, dando lugar a intrigas, mentiras disparatadas y simpáticos enredos.
Ese aire entre ingenuo y picaresco es lo que brinda a la serie su autenticidad, el hecho de que no deje de pensarse como una comedia romántica, con encuentros y desencuentros, confesiones amorosas y corridas a último momento al aeropuerto. Pero eso sí, de a tres.