El pulso de lo que viene
Las proyecciones para las principales variables económicas del país no muestran los números que se esperaban a principios del año
inflación
La meta que se había fijado en el presupuesto 2018, de 10/12%, fue luego corregida y ubicada en 15%, pero incluso esa cifra fue desacertada; en el memorándum con el FMI se proyectó un alza de precios de 27%, un índice más cercano a las estimaciones de los economistas
construcción
La restricción financiera hizo que se recortara la obra pública, al tiempo que la obra privada también se ve impactada por un encarecimiento del crédito hipotecario y por una menor disposición de los bancos a prestar. Puede terminar el año con un crecimiento de solo 5%.
consumo
Si se confirma la previsión de una caída de dos puntos este año, el consumo acumulará desde 2015 una baja de 7%. Lo más preocupante de esta situación es que los consumidores adoptan hábitos restrictivos que luego lleva muchos años modificar.
empleo
Los pronósticos para la creación de empleo no son los mejores, si se tiene en cuenta que el crecimiento de la actividad, que se estimaba que sería de 3,5%, va a terminar siendo de solo 1% (algunos hablan de 0). El dato de desempleo del primer trimestre, de 9,1%, no es alentador.
salarios
En medio de un contexto recesivo y de apreciación del dólar, los analistas estiman que los salarios crecerán más que lo inicialmente pautado (es decir, alrededor de un 25%), pero menos de lo que finalmente terminen aumentando los precios.