Sonrisas, diversión y una gran cuota de esperanza: Nigeria está feliz
El equipo africano vive lo opuesto a lo que le ocurre a la Argentina: se dispuso una práctica distendida, con la ilusión de dar el golpe
ESSENTUKI, Rusia.- “Eso ya pasó. Apáguenlo, ahora estamos en otra cosa. Por favor, sáquenlo ya”, la orden llega desde uno de los integrantes del cuerpo técnico del alemán Gernot Rohr, entrenador de nigeria. ¿Qué pide? Que en la pantalla que está detrás de uno de los arcos del Essentuki Arena, el predio en el que se entrenan, quiten las imágenes de los goles de Ahmed Musa, el héroe que le hizo dos a islandia el viernes, un resultado que le da vida a la selección argentina.
Ese fue el único momento de tensión que se vivió en la práctica. Solo un pedido efusivo. El resto fueron sonrisas, diversión, entretenimiento. nigeria está relajado, tranquilo y sereno. no le importa que enfrente esté la “final” ante la Argentina de Lionel Messi. Ellos confían. Una imagen contraria a lo que le sucede al seleccionado en Bronnitsy. Si el día de ayer fue el de los rumores y las desmentidas en la Argentina, para nigeria fue disfrute. Un sábado de distensión en el que, además, tuvieron que cumplir una promesa.
“Las alas del orgullo africano”, dice la frase del colectivo que traslada a las Águilas en Rusia. De allí bajaron y en vez de ir a entrenarse a la cancha, los 23 futbolistas y parte del cuerpo técnico salieron a correr alrededor de una laguna que está a unos metros del predio. Cientos de personas disfrutando del sol y el calor (cerca de 30°) del fin de semana. Todos se sorprendieron cuando los vieron llegar y más aún, cuando empezaron a correr los dos kilómetros y medio de camino que hay alrededor del agua. Y los acompañaron. Algunos a la par, otros los aplaudían y vitoreaban a cada paso. Una escena de película. “Habíamos dicho de hacerlo, prometimos que lo haríamos si le ganábamos a islandia”, le confió un integrante del cuerpo técnico a la
nacion. Promesa cumplida.
En la cancha, los jugadores se divierten. Allí están los que fueron suplentes o jugaron pocos minutos. Los titulares tuvieron la tarde de descanso. Algunos duermen en el hotel, otros están allí, sentados en la tribuna, mirando a sus compañeros. Cumplen con los ejercicios alrededor de la cancha y hasta se animan a imitar el típico festejo de gol que hace Cristiano Ronaldo. Toda una provocación pensando en que Lionel Messi estará enfrente el martes. “Essentuki es un lugar tranquilo, lejos del tráfico de las grandes ciudades y del ruido. Estamos muy cómodos acá”, cuenta uno de los jefes de prensa del equipo nigeriano.
Sólo hay un punto negativo. John Obi Mikel apareció en el campo de entrenamiento con una venda en su mano izquierda: el capitán se rompió el metatarso y está en duda.
El entrenador Gernot Rohr se mueve despacio. Camina por el costado de la cancha y se sienta solo en la tribuna. Encuentra allí un punto alto para ver la práctica un poco mejor. “no será un partido fácil, pero para ninguno de los dos equipos. Sé que la Argentina tiene buenos jugadores, pero yo me enfoco en mi equipo, no en el de enfrente”, dice. Para el técnico, “cualquiera de los dos puede ganar”.
“Estoy tranquilo”, dice el entrenador. no es un decir. Es el fiel reflejo del líder de un equipo que, entiende, está ante la gran oportunidad ante la Argentina. Si el 4-2 del año pasado fue algo histórico, la chance de dejar afuera a Lionel Messi les seduce más. Y mientras tanto, se divierten, juegan, bromean y celebran.