En el adiós de Hourcade, los Pumas se fueron a la banquina
RESISTENCIA, Chaco.– La lluvia, intensa por momentos, y la pesadez de la tarde ahondaron el clima de desasosiego que acompañó otra caída de los Pumas, quizá la más dura de los últimos tiempos por el rendimiento y por el resultado: 44-15 frente a un seleccionado de Escocia que llegó sin varios de sus titulares y con siete de sus hombres que una semana antes habían perdido contra Estados Unidos.
Fue la peor despedida que podía tener el ciclo de Daniel Hourcade, quien se fue como un caballero, sin tirar culpas al aire y asumiendo, nuevamente, que su mensaje ya no llegaba a los jugadores.
Esta ventana de junio presagiaba muy buenos momentos si se tenía en cuenta el envión que los propios jugadores trasladaban desde su racha en Jaguares. Terminó siendo una pesadilla, casi una carga de presión insostenible que se tradujo en tres derrotas. Las dos anteriores, a manos de Gales, que también vino a la Argentina sin varias de sus mejores piezas.
En 240 minutos, los Pumas recibieron 97 tantos y, salvo alguno que otro momento en el primer test-match en San Juan, todo fue un devenir de errores básicos, no acordes con un equipo que compite en el más alto nivel del rugby profesional.
Escocia, sin brillar, hizo lo que se le dio la gana en un estadio que al- bergó unas 25 mil personas. Ya en la primera jugada anotó, cuando un enorme hueco se abrió en el centro de la cancha. Por ahí, los británicos se filtraron como quisieron. Y ya en el primer tiempo aseguraron el triunfo: 36-3 con cinco tries, todos sin defensa extrema argentina. Todos con relativa sencillez.
Peor que contra Gales
Hourcade lo había advertido en la entrevista que ayer publicó
la nacion. Habló, como ocurrió en Santa Fe, de una muy buena semana previa de entrenamiento, pero advirtió que el desenlace podría ser el mismo que ante Gales. Fue peor aun.
No hubo en Resistencia ninguna resistencia al plan de juego que ideó Escocia. Que fue el abecé: obtención, control, ganar la zona de contacto y atacar los espacios. Tampoco hubo
rebeldía, salvo en algunos enviones de Tomás Lezana y en cierto atrevimiento de Bautista Delguy. Y –raro en los Pumas– no existió un rubro como para destacar. Literalmente, se fueron los argentinos con las manos vacías.
Habrá que ver ahora si Mario Ledesma y Nicolás Fernández Miranda logran rescatar a este grupo de jugadores para el trecho final de la rueda regular del Súper Rugby, en la cual Jaguares tiene posibilidades ciertas de clasificarse para los playoffs. Habrá que ver si este grupo de jugadores se acomoda más fácilmente al staff de la franquicia que al que tuvo hasta ayer en los Pumas. No es igual un escenario al otro, pero el esquema de la UAR es que jueguen los mismos todo, que no es igual que su hashtag #Jugamostodos.
Seguramente en las próximas horas los dirigentes de la UAR anunciarán que Ledesma y Fernández Miranda serán los reemplazantes de Hourcade. Está prácticamente todo cerrado y lo que resta saber es en qué momento lo dirán. Si esperarán a que termine el Súper Rugby o lo harán en estos días. Por una cuestión de respeto, sobre todo al entrenador saliente, podrían esperar un poco. Pero el presidente, Marcelo Rodríguez, le dijo ayer al programa radial Rugby Champagne: “Estamos trabajando para que asuma lo antes posible”.
Fue la peor derrota frente a Escocia, que ya lleva cuatro victorias consecutivas sobre los Pumas, todas en el ciclo Hourcade. Y la primera serie de junio que se pierde por 3-0 desde 2014, cuando debutó oficialmente el tucumano como head-coach del equipo argentino.
Pero no todo es números. Hace cuatro años, el seleccionado jugó bien más allá de perder. Aquí fue una sombra de lo que supo ser, aquel conjunto agresivo, atrevido, que atacaba desde cualquier lugar, que iba al frente y levantaba a la gente. De repente, en el año anterior a la disputa de la Copa del Mundo, se quedó sin nafta. Venía con el tanque casi vacío, pero ahora se fue a la banquina.