La fotografía norteamericana abre el debate con una muestra en el Malba
Desde mañana se exhiben imágenes de los estadounidenses Cindy Sherman y Richard Prince; Instagram y la apropiación en la era digital, en el centro de la escena
La nena está desnuda, parada en un jacuzzi lleno de espuma. Con los ojos y los labios maquillados, mira a cámara de manera provocadora. Esa imagen de Brooke Shields a los 10 años, publicada en 1975 por la editorial Playboy con autorización de la madre de la actriz, cuelga ahora en una de las salas principales del Malba.
¿Qué la trajo hasta uno de los principales museos de América Latina? Una historia tan polémica como la propia fotografía: el artista estadounidense Richard Prince la descubrió en 1983, cuando Shields ya era famosa por haber protagonizado La laguna azul y llevaba dos años de disputas legales para intentar evitar que se siguiera vendiendo. Maestro del apropiacionismo, un movimiento artístico basado en la reelaboración de producciones ajenas, Prince fotografió la imagen original y la exhibió en una galería de arte como la única pieza de una muestra individual. En 2014 la casa de subastas Christie’s la vendió en Nueva York por casi cuatro millones de dólares, y hoy se estima que su valor alcanza el triple de ese precio.
“La intención de Prince era criticar la cultura de la celebridad en Estados Unidos, la decadencia de esta nueva clase de consumo”, aseguró a la nacion Gunnar B. Kvaran, director del museo Astrup Fearnley de Oslo, de donde provienen las obras. La muestra, que se inaugura mañana, a las 19, aloja también por primera vez en el Malba imágenes de Cindy Sherman, otra referente de la fotografía contemporánea.
Desde las 18, los curadores Kvaran y Victoria Giraudo hablarán sobre el trabajo de ambos artistas. Y responderán preguntas que serán, probablemente, similares a las que menciona una nota publicada en 2015 por The Guardian. “¿Esto es arte? es la prima lejana de ‘mi hijo puede hacer eso’”, escribió Hannah Jane Parkinson en un artículo titulado “Instagram, un artista y las selfies de 100.000 dólares. La apropiación en la era digital”. La periodista se refería a la ola de juicios provocada por Prince cuando exhibió en la galería Gagosian la muestra “Nuevos retratos” con fotos ajenas tomadas de Instagram, sin permiso y llevadas a la tela en gran formato con comentarios al pie y emojis.
Una de estas obras se exhibe ahora en el museo, frente a la de Shields. Fue tomada de la cuenta de Alyssa Barbara y muestra a la joven modelo canadiense en bombacha, con las piernas abiertas y una cámara de fotos que le cubre el pecho desnudo. “Prince juega con la ambigüedad –explica Kvaran–. Usa imágenes de mujeres semidesnudas para criticar esa fascinación que nos producen”.
Ese juego (¿perverso?) comenzó a mediados de la década de 1970, cuando Prince trabajaba recortando notas en el archivo de la revista Time. Lo que quedaba eran publicidades como las de Marlboro, que buscaban asociar la masculinidad de los vaqueros con los cigarrillos con filtro. Con la reproducción de esas imágenes –sin rastros de logos ni textos– el artista creó Cowboys, una de sus series más conocidas.
Prince y Sherman integran la lla- mada Pictures Generation. “Formadabajoelinflujodelconceptualismo –dice Giraudo–, propuso una vuelta al trabajo con las imágenes, atacó la idea de originalidad y cuestionó la definición tradicional de arte”.
Es lo que hacía Sherman cuando comenzó a recorrer las calles de Manhattan con Robert Longo en una camioneta. Cada vez que paraban, ella salía con un disfraz diferente para que su novio la retratara. Así nació su famosa serie Untitled Film Stills, que imita escenas de las películas que miraban entonces.
Dispuesta a convertirse en lo que quisiera en cualquier momento en cualquier lugar, la fotógrafa estadounidense se adelantó cuatro décadas a un tema tan contemporáneo como el de las múltiples identidades. Destacada por su fina ironía al retratar estereotipos con ayuda de maquillaje y prótesis se puso incluso en la piel de personajes pintados por grandes maestros del arte universal. Porque ya todo se mostró alguna vez, parece decirnos Sherman. Solo hay que detenerse a observar con más atención. Maestro del apropiacionismo, un movimiento artístico basado en la reelaboración de producciones ajenas, Richard Prince creó Cowboys, una de sus series más conocidas, con imágenes que tomó de las publicidades de Marlboro.