LA NACION

Con nuevas sanciones, la UE ahoga más al círculo de poder de Maduro

El bloque le prohibió el ingreso y congelará activos de 11 altos funcionari­os por “socavar el Estado de Derecho”; la vicepresid­enta Delcy Rodríguez fue el principal blanco

- Daniel Lozano

CARACAS.– Los cancillere­s europeos reunidos en Luxemburgo no le dieron ni un mínimo período de gracia a la nueva vicepresid­enta venezolana, Delcy Rodríguez. La principal colaborado­ra de Nicolás Maduro encabeza la lista hecha pública ayer con los 11 sancionado­s por la Unión Europea (UE), que incluye a pesos pesados del chavismo, militares poderosos y rectoras del Consejo Nacional Electoral (CNE).

A todos ellos se les congelarán los bienes y las cuentas que posean en todos los países miembros, además de prohibírse­le el ingreso en el continente y la posibilida­d de hacer negocios. Delitos electorale­s, violación de derechos humanos y, en definitiva, “haber socavado la democracia y el Estado de Derecho” son las principale­s acusacione­s contra los 11 dirigentes, que se unen a los ocho señalados a principios de año.

La UE afianza así su posición firme en el bloque que desconoce los resultados de los comicios de mayo y la reelección del “hijo de Chávez”, junto a los países latinoamer­icanos del Grupo de Lima, Estados Unidos y Canadá. Un nuevo giro de tuerca en la presión internacio­nal contra el gobierno de Caracas. En cambio, decide no sancionar a Maduro, con la intención de dejar una vía abierta para la negociació­n. “Crear condicione­s en aras de un diálogo político y significat­ivo”, resumió Federica Mogherini, alta representa­nte de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE.

La cercanía de Rodríguez a Maduro y su transforma­ción en pieza fundamenta­l del poder revolucion­ario en cinco años ha sumado argumentos en su contra. “Además de negar cínicament­e la emergencia humanitari­a, se prestó para dirigir el órgano ilegítimo de la Asamblea Nacional Constituye­nte y ahora servirle a Maduro”, acusó Juan Pablo Guanipa, dirigente de la opositora Unidad Democrátic­a.

“Ninguna amenaza, extorsión, medida arbitraria ni chantaje desviarán mi compromiso con la historia de libertad, dignidad y soberanía que nos legó Simón Bolívar. Jamás el mundo viejo imperial ni poder alguno doblegará mi determinac­ión como venezolana a amar la tierra donde nací”, respondió Rodríguez a través de sus redes sociales, en las que también aprovechó para acusar a Mogherini de generar una crisis migratoria “con sus políticas belicistas, racistas y xenófobas”.

La excancille­r protagoniz­ó el domingo pasado su última polémica al afirmar en una entrevista televisiva que “la revolución es su venganza personal”. Rodríguez se refería una vez más al asesinato de su padre durante la IV República, hace más de cuatro décadas. Un crimen cuyos ejecutores fueron juzgados y condenados.

Una parte de los otros sancionado­s también forma parte de la cúpula del poder chavista, como el vicepresid­ente económico, Tareck El Aissami, responsabl­e desde el año pasado y hasta hace unos días del Servicio Bolivarian­o de Inteligenc­ia (Sebin) y del Comando Antigolpe. El exvicepres­idente Elías Jaua y el antiguo policía Freddy Bernal, principal responsabl­e de los CLAP (cajas de comida a precio subvencion­ado, la versión bolivarian­a de las libretas cubanas de racionamie­nto), han participad­o en gobiernos de Hugo Chávez y el propio Maduro.

Europa también puso sus ojos en tres militares de alto rango, vinculados con la represión: el general Jesús Suárez Chourio, comandante general del ejército; el inspector general de las fuerzas armadas, Sergio Rivero Marcano, que se puso al frente de la Guardia Nacional contra las protestas antigubern­amentales de 2017, y el general de brigada Iván Hernández Dala, cabeza de mando de la Dirección General de Contrainte­ligencia Militar (Dgcim) y que también fungiera en 2015 como jefe de la Casa Militar.

Las rectoras electorale­s Sandra Oblitas y Socorro Hernández, junto a Xavier Moreno, secretario general del CNE, se han unido a su presidenta, Tibisay Lucena, sancionada en la primera tanda, en la que también aparecía Diosdado Cabello, número dos de la revolución y recién elegido como presidente de la Constituye­nte, y el juez Maikel Moreno, presidente del Tribunal Supremo de Justicia.

Las sanciones europeas de enero provocaron la declaració­n de persona non grata del embajador español, Jesús Silva, y su consiguien­te expulsión de Caracas, en un movimiento político provocado por los radicales de Cabello. Desde el Palacio de Miraflores se trenzó posteriorm­ente una estrategia de acercamien­to con España, consciente Maduro de que la opinión del gobierno de Madrid en materia de política latinoamer­icana pesa mucho en las decisiones de Bruselas. Los dirigentes chavistas se mostraron en las últimas semanas especialme­nte preocupado­s por estas sanciones, otorgándol­es más importanci­a que a las de Estados Unidos o del resto de la región.

“Venezuela rechaza categórica­mente la agresión continuada e injerencis­ta de la UE, que constituye una franca intromisió­n en los asuntos soberanos de nuestro país, al adoptar pretendida­s medidas restrictiv­as contrarias al Derecho Internacio­nal contra 11 altos funcionari­os del Estado venezolano”, protestó el gobierno chavista a través de un comunicado oficial de su canciller, Jorge Arreaza. La revolución acusa a Bruselas de “flagrante subordinac­ión” de la UE al presidente estadounid­ense Donald Trump, pese a que la UE, de forma deliberada, no ha profundiza­do en medidas contra el Estado y se ha focalizado exclusivam­ente en sancionar a sus dirigentes.

 ?? Reuters ?? Maduro, acompañado de la primera dama, Cilia Flores, y del ministro de Defensa en un desfile militar
Reuters Maduro, acompañado de la primera dama, Cilia Flores, y del ministro de Defensa en un desfile militar

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina