El Presidente pidió priorizar los pagos de las obras públicas

Los representantes sindicales y empresarios se llevaron la promesa de que se regularizarán los aportes en el área de infraestructura

Los años pares, relata la dura historia presupuestaria argentina, no son los preferidos de la obra pública. Este 2018 no es la excepción. Las partidas, que en la jerga contable se denominan “gastos de capital”, cayeron en los primeros cinco meses del año 20,9%. Si a eso se le suma la inflación, la caída es fortísima.

Ese declive en los pesos que salen desde el Estado con destino a los constructores se ve claramente en las planillas oficiales del Ministerio de Hacienda.

La deuda que se acumuló en el año, las promesas de ponerse al día y mejorar la frecuencia de la chequera para la segunda mitad del año, la presión de los precios y la perspectiva de 2019, el año del ajuste, fueron los principales temas que se trataron ayer en la reunión que el ministro del Interior, Vivienda y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, mantuvo con la cúpula de la Cámara de la Construcción y con la dirigencia de la Uocra, el sindicato de la actividad.

Como sucede en varias áreas del Gobierno por estos días, los ministros se sientan frente a los representantes de los sectores y sacan papel y lápiz. Puntean las principales preocupaciones de cada uno. A la construcción le tocó a las 12 de ayer. Fue Frigerio el que se sumó, justo el día después del paro general, a una reunión que estaba pactada entre constructores y gremios en la sede sindical.

Lo primero que anotó el ministro en su lista fue el atraso en los pagos. Frigerio les dijo que a diferencia de otros ajustes, el Gobierno quiere sostener la obra pública y el empleo. “Ayer [el presidente] Mauricio Macri le pidió priorizar los pagos de obras de infraestructura al ministro [de Hacienda, Nicolás] Dujovne”, se le escuchó decir. “Vamos a sostener el nivel de inversión, regularizar el sistema de pagos y respetar la pauta presupuestaria. En julio vamos a mejorar el ritmo de pagos y en agosto va estar normalizado”, indicó el ministro.

Gustavo Weiss, presidente de la Cámara de la Construcción, no salió de la reunión tan convencido. “Se dejó claro que los pagos en el segundo semestre se iban a regularizar, pero algún interrogante quedó sobre lo que se atrasó en el primer semestre”, contestó.

La merma en los pagos afectó fuerte la actividad en los primeros meses del año. “El costo financiero de los atrasos para tener las obras en marcha es muy alto”, dijo Weiss.

El otro tema que se trató es el aumento de los precios en los insumos básicos. Los malos de la película, en ese punto, son las petroleras. Según datos que le mostraron a Frigerio, el asfalto, insumo básico para la obra pública y que marcó récord histórico de despacho hace pocos meses, subió 53% desde el primer día de 2018. Con YPF y Shell como principales proveedoras, las petroleras aumentaron 11% hace 45 días y 25% en junio. “Es muy fuerte el impacto en muchísimas obras, especialmente en las viales”, argumentó Weiss.

Fue entonces cuando Frigerio les contestó a los empresarios que se reúnan con el ministro de Producción, Dante Sica, para analizar la suba de precios en los insumos de la construcción. Y hubo un pedido más: les aconsejó que hagan valer la ley de defensa de la competencia y defensa del consumidor contra las petroleras si es que existen sospechas de cartelización o conductas monopólicas.

Después todos anotaron un número –2019– y un signo de interrogación. Esperaba una respuesta Gerardo Martínez, anfitrión y líder de la Uocra. La historia de los ajustes presupuestarios argentinos es prolífica en la suspensión de la obra pública a la hora de achicar el gasto y, claro está, sufre el empleo.

Frigerio les dijo que la obra pública no es responsabilidad exclusiva del gobierno nacional, más aún en un contexto donde las provincias son más solventes y tienen mayor autonomía financiera. “Hay que discutir responsabilidades”, agregó. Luego recordó que existen problemas con los fondos del Fonavi que no se utilizan en su totalidad a la construcción de viviendas.

Los constructores coinciden con el Gobierno: que la baja del gasto no se concentre solo en el recorte de obra pública. Si lo logran, será inédito en la historia argentina reciente.