La fuerza interior de Mascherano: “Hay que saber sufrir, pasarla mal”
“Tampoco es bueno depender de los milagros o de algo heroico”, aceptó el volante
San PETERSBURGo, Rusia.– El abrazo interminable con Messi encerraba mil significados. alivio, desahogo, felicidad. Ellos, líderes de la generación, patrones del equipo, habían visto el precipicio. la sangre por el corte en la ceja izquierda y las lágrimas se encontraban en un rostro que todavía no podía relajarse. la tensión seguía en cada uno de sus músculos mucho tiempo después de la clasificación. Quizá, porque sabía como nadie que esos 90 minutos estuvieron muy cerca de ser los últimos de su vida en la selección. “Sé que no hice el mejor partido, pero también sé que di todo lo que tenía”. la confesión de Mascherano lo descubre todavía exhausto, aunque el partido termino hace más de una hora.
nunca se aparta de su feroz autocrítica. “Si quedábamos eliminados, seguramente hubiese terminado de la peor manera esta generación. creo que inmerecidamente, pero a veces este juego no sabe de merecimientos, y puede pasar”, aceptó sin permitirse celebrar. Enfocado, ya espiaba el partido por los octavos de final contra Francia, del próximo sábado, en Kazán. “Francia es un buen equipo, pero estamos viendo que es un Mundial muy parejo. así que tenemos que tratar de ser competitivos”. Pero regresa a nigeria y asume el calvario del que se escapó: “Estuvimos a nada de quedar afuera y, sobre todo yo, hubiera sido uno de los señalados por la eliminación. Por el penal que me cobran y porque soy de los más grandes del plantel. Esto es así. Si te gusta el durazno hay que aguantarse la pelusa. Hay que saber sufrir, pasarla mal, pasarla bien, y vivir intensamente cada momento”. acostumbrado a sufrir en la selección, quizá por eso le cuesta tanto relajarse. como si las buenas noticias nadie las redactara para él.
Mascherano terminó el partido muy mareado y fue evaluado en el vestuario por el cuerpo médico de la selección. labatalla en San Petersburgo le dejó marcas. En la cara, en el cuerpo. “Esperemos que esto sea una envión anímico y futbolístico para lo que vendrá. Porque convengamos que tampoco es bueno depender de los milagros o algo heroico, tenemos que ser un equipo equilibrado y competitivo”, alertó. Y no pudo con el entrenador que lleva adentro y volvió sobre Francia y la potencialidad del conjunto que dirige Didier Deschamps. ¿conviene un prematuro cruce con uno de los candidatos? “no estamos para estar pidiendo nada, no hicimos una buena primera fase y eso nos llevó a jugar contra Francia. Es un Mundial muy parejo, iremos a tratar de ser competitivos, hacer un gran partido y seguir avanzando”.
Mascherano, quizá, fue el apellido que más veces retumbó en los últimos y agitados días de la selección. Y contó cuál fue su antídoto frente a la aldea virtual: “En vez que enfocarme en las críticas, me quedo con que después del partido me vino a abrazar un utilero y también gente del cuerpo técnico. Estoy hace 19 años en la selección y todos saben quién soy. a esa gente es a la que no puedo defraudar”. Y mantuvo la guardia en alto.