LA NACION

Alemania se fue humillada

El campeón no tuvo una actuación tan pobre en 80 años

- Claudio Mauri

MOSCÚ (De nuestros enviados especiales).– En este Mundial repleto de sorpresas, el campeón del mundo produjo la más impactante: por primera vez desde 1938, Alemania fue eliminada en primera ronda. El verdugo de la Argentina en los últimos tres mundiales esta vez quedó fuera de combate tras una impensada derrota por 2 a 0 frente a Corea del Sur.

“Sinceramen­te, estamos todos muy tristes”, reconoció en Berlín la canciller alemana, Angela Merkel.

La federación germana respaldó a Joachim Löw, que tiene contrato hasta 2022, pero el entrenador no confirmó si continuará: “Estoy terribleme­nte decepciona­do”, afirmó. Brasil, vapuleado cuatro años atrás por los alemanes, celebró la eliminació­n del campeón con un triunfo 2 a 0 sobre Serbia; su rival en octavos será México, que cayó 3 a 0 ante Suecia.

KAZÁN, Rusia.– La última vez que Alemania se había quedado afuera en la primera rueda de un Mundial llevaba estampada en el pecho la esvástica nazi. Fue en 1938. Otro mundo, otro fútbol. Ochenta años después, Alemania se despide prematuram­ente de un Mundial sin poder estar a la altura de una vestimenta más honrosa, adornada con las cuatro estrellas de sus títulos.

En un Mundial que está siendo muy riguroso y exigente para todos, sobremaner­a para las potencias, Alemania se lleva la peor parte: una eliminació­n que es consecuenc­ia directa de sus flojos rendimient­os y malos resultados. No hubo fatalidad ni maldición astral. El modelo que desde hace más de una década es una referencia global porque arranca en el fútbol base y termina en la cúspide de la pirámide que representa la Mannschaft, terminó de crujir ante Corea del Sur. No está en discusión el método ni el proyecto, pero es evidente que algo falló en la preparació­n de su principal exponente.

Tal fue el fiasco que Joachim Löw, que antes de viajar a Rusia firmó la renovación de su contrato hasta 2022, dejó en el aire su continuida­d apenas consumada la derrota 2-0 ante Corea del Sur: “Estoy terribleme­nte decepciona­do por esta eliminació­n. Necesito algunas horas para poder ver todo más claro”. A más de uno le sonó al preámbulo de una renuncia, pero desde la Federación Alemana de Fútbol, su presidente Reinhard Grindel le dio un respaldo irrestrict­o al director técnico: “No voy a especular con eso. Ya dije antes del Mundial que confiamos en Joachim hasta 2022. Mi opinión sigue siendo la misma”.

Alemania, pese a su histórica fortaleza, no pudo escapar al síndrome del campeón prematuram­ente eliminado que predomina en este siglo. Infaltable por lo menos en las semifinale­s desde 2002, ahora se une a los defensores del título que tuvieron estrenos decepciona­ntes, como Francia en 2002, Italia en 2010 y España en 2014. Por primera vez en un Mundial, Alemania perdió (1-0 ante México) con un rival de la Concacaf, ante los que acumulaba seis triunfos y un empate. Nunca le había pasado de caer contra un adversario de Asia (Corea del Sur 2-0), a los que había vencido en los seis enfrentami­entos. Imposible aspirar a algo importante, como lo reconoció Löw: “No merecíamos seguir adelante jugando de esta manera. Asumo la responsabi­lidad”. Dos derrotas muy duras y una victoria pírrica contra Suecia es el pobre balance.

Salvo a los dos arqueros suplentes Ter Stegen y Trapp, y al volante Ginter, Löw utilizó al resto de los 19 jugadores de campo del plantel. Hubo circunstan­cias de fuerza mayor, como las lesiones de Hummels y de Rudy, y la suspensión de Boateng, pero semejante movilidad responde más al bajo nivel del equipo, a la búsqueda constante del entrenador por dar con los mejores intérprete­s. Nunca los encontró, y quizá también falló al dejar afuera de la convocator­ia a alguna individual­idad importante, como el extremo de Manchester City Leroy Sané.

Salvo el fogonazo estelar del tiro libre salvador de Kroos contra Suecia, casi todos los demás jugadores se fueron del Mundial entre las sombras, en un nivel muy bajo. Desde los más experiment­ados, como Neuer, Hummels, Boateng, Khedira, Müller y Mario Gómez, a varios de los cuales se les avecina un fin de ciclo, hasta una renovación de la que se esperaba más: Werner, Draxler, Brandt y Rüdiger. Apenas si se salva el lateral Kimmich por su determinac­ión para proyectars­e y cambiarle el ritmo a un equipo increíblem­ente lento y previsible.

Algunos referentes reconocier­on que las alarmas ya llevaban un tiempo encendidas. “Creo que el último partido que jugamos bien fue en septiembre u octubre de 2017. Demasiado tiempo. Perdimos nuestra estructura de juego. Es muy difícil poner en palabras lo que pasó”. Khedira, de muy flojo desempeño, también dio la cara: “Es uno de los momentos más difíciles en lo personal. Los campeones mundiales debíamos llevar el peso del equipo. Cuando se sufre una eliminació­n tan amarga, hay que asumir la responsabi­lidad”.

Alemania terminó última en un grupo en el que estaba señalada para gobernar. Con un gol en tres par- tidos, de un volante (Kroos), y eso que Löw había traído como consejero a Miroslav Klose, goleador histórico de los mundiales, para que trabajara con los delanteros.

A Corea del Sur debía ganarle para no depender de nadie. Las urgencias se incrementa­ron en el segundo tiempo, con el 1-0 de Suecia a México. Llegaron el segundo y el tercer tantos de los escandinav­os –están demostrand­o que por algo eliminaron a Italia en el Repechaje– y cambió la ecuación. A Alemania le bastaba con vencer por 1-0 porque en ese caso dejaba afuera a México por mejor diferencia de gol. Pero quedó lejísimos de eso. La vertiginos­a y valiente Corea del Sur se puso en ventaja por un gol de VAR, que detectó que la pelota la había tocado Kroos y no había off-side, y aumentó después del grotesco del desesperad­o Neuer, perdiendo una pelota en campo rival, en la posición de un Nº 10. Así de desarmada y rota terminó esta desconocid­a Alemania, casi siempre fiable, al que nunca le faltaba una carta en la manga. La que ostenta más partidos mundialist­as, 109, marca ahora amenazada por Brasil. El día anterior había caído granizo en Kazán. Este miércoles, a Alemania se le vino el cielo encima.

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Michael DalDer / reUTerS Gómez y hummels, shockeados por la eliminació­n; pese a ello, la federación quiere sostener el proyecto de löw
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Reuters Kimmich, Hummels, Gómez y Müller se toman la cabeza: el campeón Alemania sufrió la misma suerte que Francia en 2002, Italia en 2010 y España en 2014
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El comienzo del fin para Alemania: Kim Young-gwon define ante la desesperac­ión de Neuer y marca el 1-0; el gol fue convalidad­o por el árbitro Mark Geiger con la ayuda del VAR
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