El VAR precisa más claridad
El Mundial encendió el debate, sobre todo aquellos que sienten que de alguna manera la aplicación del VAR genera un perjuicio para sus equipos. Sin duda hay situaciones confusas en las que la decisión de los que tienen que evaluar las imágenes y la eventual convocatoria a los árbitros ha generado más dudas que certezas. ¿Pero es la tecnología la que falla? No, lo que falla es la lectura de los que deben valorar las imágenes. Mínima interferencia, en jugadas claras y obvias, en situaciones de área penal, jugadas de roja directa, confusión de identidad, son las bases de la aplicación del VAR. Hay que seguir trabajando para mejorar la interpretación de aquellos que son, sin duda, los grandes beneficiados de su implementación, los árbitros.
Hubo grandes aciertos, como el gol convalidado a España: el asistente invalida la jugada, y luego el VAR corrige y lo convalida; o como ayer, la habilitación de Son Heunmin, el delantero coreano, en el primer gol ante Alemania. También generó algún desconcierto en el partido Argentina-Nigeria porque el árbitro no trató de corroborar su decisión en el penal sancionado a Mascherano, que para mí no fue. Luego, en la jugada de la mano de Rojo, cuando es claro que no hay intención –por el cabezazo previo del jugador argentino– ahí si necesita la asistencia del VAR. Son contradicciones que no aclaran, oscurecen.
No entender de parte de los árbitros, la necesidad de utilizar en forma correcta esta herramienta que nos entrega la tecnología, es una picardía.
En el segundo partido de nuestro equipo arbitral, encabezado por Nestor Pitana en la derrota de México ante Suecia, su actuación fue correcta, con un par de decisiones erróneas, a mi criterio, pero complejas de observar, ya que en ambos casos se encontraba en una ubicación inadecuada para tomar la mejor decisión, ya que su visión era obstaculizada por jugadores.
La primera es una mano del arquero mejicano Guillermo Ochoa, que no sale del área y toma el balón sobre la línea: él considera que sí sale. La segunda es una mano dentro del área del Chicharito Hernández, que Pitana considera que empuja la pelota con el pecho. El VAR lo convocó pero Pitana no modificó su decisión. Por suerte, dichas circunstancias no tuvieron incidencia en el resultado final y seguramente esto le dará chance a continuar en carrera.