Palermo es el barrio más golpeado por motochorros
El mapa del delito porteño demostró también un descenso general de los homicidios y los robos
Pese al descenso general de los delitos, en la ciudad de Buenos Aires no se detuvo una modalidad: el uso de motocicletas para cometer robos. Esa actividad criminal creció 8% durante 2017, y Palermo resultó el barrio más golpeado por los motochorros, con 1093 casos denunciados el año pasado (un 17% más que el año anterior).
Así quedó expuesto en el mapa del delito porteño, cuya actualización fue presentada ayer por el gobierno de la ciudad. Ese informe, usado para definir el patrullaje policial, mostró también el descenso del 3% de los homicidios, con 143 casos, y la disminución del 6% de los robos y hurtos.
Las tasas de homicidios y de robos en general bajaron el año pasado en la ciudad de Buenos de Aires. Sin embargo, los golpes de motochorros aumentaron un 8%. Y el barrio de Palermo está al tope del ranking en esta modalidad delictiva. Así surge de las cifras de la nueva actualización del mapa del delito porteño. “La información nos ayuda para idear una estrategia de seguridad para los vecinos. Gracias a ellos ahora sabemos lo que pasa en las calles”, dijo el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en una conferencia de prensa en la que presentó la estadística y en la que estuvo acompañado por la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
El informe con las cifras del delito, que compara los datos de 2016 –los primeros relevados con esta herramienta– y los de 2017, muestra que los homicidios decrecieron 3%. “Creemos que en la baja de los homicidios hay una incidencia directa de lo que estamos haciendo con el narcotráfico”, dijo Bullrich. Su par de la Ciudad, Martín Ocampo, agregó que “en las villas es donde más bajó la tasa de homicidios”.
En la categoría “robos y hurtos”, el descenso llegó al 6%. En 2016 se registraron 117.404 hechos y al año siguiente, 110.447. Pero al colocar la lupa sobre ese indicador, los delitos realizados por motochorros aumentaron de 10.086 a 10.838 en 2017. La zona más afectada fue Palermo, donde la modalidad creció 18% con relación al año anterior. En Recoleta, la cifra también aumentó de 450 a 640 casos. En Palermo se registró, además, la mayor cantidad neta de denuncias de robos, con 5353 casos, aunque el crecimiento proporcional más elevado fue el 75% notificado en Parque Chas, que pasó de 230 casos en 2016 a 403 el año pasado.
Al margen de lo relevado por las cifras netas, en el gobierno porteño destacan que, en determinados delitos, los aumentos en las cifras también pueden reflejar un aumento en la cantidad de denuncias impulsado por las políticas oficiales que facilitan a los vecinos las vías de reporte de hechos criminales, en un contexto en el que la llamada “cifra negra” del delito sigue siendo muy alta, del orden del 70% de los casos.
El robo de autos es otro de los tipos delictivos que aumentó: de 3465 casos en 2016 se pasó a 3548 en 2017. La comuna 11 –integrada por Villa del Parque, Villa Devoto, Villa Mitre y Villa Santa Rita– fue la más afectada por este tipo de delito. Dentro de ella, Villa Devoto fue donde más robos se registraron: 68 en 2017.
En enero de 2017 el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño publicó el primer mapa del delito porteño, que se nutre de datos policiales, judiciales, de otros operadores estatales –agentes de Tránsito, bomberos y médicos del SAME– y, fundamentalmente, de la información que brindan los propios vecinos. Esa herramienta permite diagramar el despliegue policial de acuerdo con los focos delictivos.
“Durante estos años estuvimos en la reconstrucción de datos de criminalidad, por eso hoy estamos presentando un nuevo informe estadístico. Entre nuestros principios destacamos la transparencia, la accesibilidad a la información y la participación ciudadana. En este informe hemos puesto los delitos de mayor impacto”, explicó Ocampo.
La actualización del mapa estaba prevista en la ley que creó el Sistema Integral de Seguridad Pública implementado por el gobierno de la ciudad. Se basa en el uso de nuevas tecnologías que aportan información para un mayor control de la fuerza de seguridad porteña.