LA NACION

Rebrote de tensión: vuelve a caer el peso y es récord la demanda de coberturas cambiarias

Perdió más del 2% y acumuló un derrape del 11% en el mes, lo que llevó al dólar a cerrar a $28,68, pese a que el Gobierno elevó en 50% su oferta de divisas

- Javier Blanco

El peso repitió ayer lo que ya puede pasar a considerar­se su costumbre de este año: volvió a pelear el liderazgo entre las monedas más devaluadas del mundo contra el dólar, a pesar de que el Gobierno, que procura evitar que se reactive la corrida, intentó dosificar su caída incrementa­ndo en un 50% la oferta de divisas que regularmen­te realiza al mercado desde que recibió los fondos del FMI.

Se hundió 2,4%, con lo que pasó a acumularun­acaídadel1­1,2%enjunio y del 33,6% en lo que va del año, acercándos­e nuevamente a los niveles mínimos que marcó a mitad de mes y generaron el recambio de conducción en el Banco Central (BCRA).

Laentidadm­onetaria,altantodel­a renaciente presión, intentó dar una señal tranquiliz­adora anunciando al mediodía al mercado que ampliaría su oferta de US$100 a 150 millones tanto ayer como hoy, intentando que el refuerzo que la demanda suele mostrar cada fin de mes repercuta poco sobre el precio del billete.

La subasta, abierta a bancos a diario entre las 13 y 13.05, mantuvo el patrón de las anteriores: los bancos se alzaron con todos los dólares ofrecidos, que adquiriero­n a un precio promedio de $27,74, 47centavos o 2,1% superior al pactado anteayer.

Pero la señal de precio pasó inadvertid­a para un mercado muy demandante que siguió empujando la cotización al alza. El dólar mayorista cerróa$28,10paralave­nta,“66centavos arriba del final previo”, describió Gustavo Quintana de PR Cambios.

Con este empuje, el billete al público cerró a un promedio de $28,68, 63 centavos arriba del cierre previo.

“La subasta se hizo cuando el mercado llevaba operados solo US$365 millones y, viendo los precios de fin del día, significó que el Tesoro debió asumir una pérdida de $ 50 millones. Este esquema de hora fija da previsibil­idad a los bancos para hacer su negocio, pero no es adecuado si querés tener incidencia sobre el valor de la divisa”, observó el analista Fernando Izzo, de la corredora ABC.

La nueva escalada del billete al contado disparó a su vez la demanda de coberturas cambiarias, que alcanzó un nivel récord. “Los futuros abrieron más demandados aún, aunque la oferta del pase junio/julio de bancos oficiales, estimada en US$400 millones, presionó las tasas implícitas, que perdieron unos 200 puntos en los plazos más próximos”, describió en su informe GL Capital.

El inusual movimiento, revelador de un nuevo brote de tensión, llevó el volumen negociado en futuros a un nivel récord equivalent­e a US$2600 millones en Rofex”, apuntó Javier Marcus, gerente de Southern Trust. Parte del impulso del mercado se lo da el intento del BCRA de refinancia­r posiciones tomadas por US$2300 millones ya que correspond­en al momento en que Federico Sturzenegg­er intentó controlar la corrida sin sacrificar más reservas, ofreciendo dólares a precios que fueron de $24 a 25,60, es decir, entre 8 y 15% menos a los que deberán liquidarse mañana.

Corrida no, más escaramuza­s

La duda que se instaló en el mercado es si el nuevo desbalance entre oferta y demanda puede reactivar una corrida, algo que los analistas por ahora –con cautela– descartan.

“Es muy probable que veamos nuevas escaramuza­s, en especial, si hay más volatilida­d afuera. Pero la de hoy [por ayer] solo muestra que seguimos en el epicentro de una crisis de confianza que juzgo excesiva pero es una realidad. Creo que los inversores quieren ver para creer”, dice el economista Miguel Zielonka, director de la consultora EconViews .

Para su colega Santiago Manoukián, “las presiones devaluator­ias siguen firmes, en un contexto en que la demanda crece por el fin de mes y retoma impulso por la incertidum­bre local. Esto impacta de lleno en un mercado que nos recuerda en estos casos que sigue desbalance­ado”.

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