El análisis de cámaras de seguridad no apoyaría la versión de un secuestro
La Justicia aún no encontró pruebas de la denuncia realizada por una menor
Los primeros estudios médicos y las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona descartarían que una adolescente hubiera sido raptada y abusada sexualmente en Recoleta.
En las grabaciones de video analizadas por personal de la Policía de la Ciudad en ningún momento se ve que la estudiante de 16 años haya sido capturada y obligada a subirse a un auto rojo, como ella sostuvo. Sí se pudo reconstruir parte del trayecto que hizo la chica desde que salió del colegio, al mediodía. Así lo informaron a la nacion fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño.
El martes pasado, un matrimonio se presentó en la comisaría 19° de la Policía de la Ciudad para denunciar que su hija no había regresado del colegio. Los padres contaron que habían tenido una discusión con ella.
Mientras el matrimonio estaba en la seccional policial, una oficial llamó para avisar que había encontrado en Güemes y Agüero a una adolescente vestida con uniforme escolar y, curiosamente, descalza. La menor relató que había sido raptada y obligada a subir a un coche rojo. Dijo que dentro del auto había mucho humo y, también, una chica desmayada. Agregó que la habían llevado a un departamento o galpón donde había más chicas, y que allí fue sometida a un abuso sexual. En un momento, según declaró la menor, una mujer le dio un juego de llaves y le dijo que se escapara.
Con la aparición de la adolescente tomó intervención el fiscal porteño Andrés Madrea, que activó el protocolo de acción utilizado en casos de abuso sexual.
Fuentes policiales afirmaron que el médico legista que revisó a la menor no le encontró lesiones ni laceraciones externas. Tampoco halló secreciones, por lo que descartaba, en principio, una violación. “Igualmente se tomaron muestras y se le extrajo sangre y orina para confirmar si en el cuerpo tenía algún tipo de sustancia tóxica”, agregaron los voceros consultados.
El fiscal Madrea ordenó una serie de estudios y peritajes médicos para confirmar o descartar el ataque sexual denunciado.
“Objetivamente, se puede afirmar que la adolescente fue encontrada descalza y que dijo que había sido abusada sexualmente. Ahora hay que investigar y reconstruir los hechos para ver si el relato es cierto”, dijo una fuente judicial.