Colombia festeja por la cabeza de Mina y entra en pánico por James
SAMARA, Rusia.– Tiene motivos para celebrar Colombia, pero también razones para hacer una mueca de disgusto. La clasificación a los octavos de final y el aporte goleador del zaguero Yerry Mina son dos datos que invitan a dibujarse una sonrisa entre los integrantes del plantel que conduce José Pekerman; la lesión de James Rodríguez, que debió salir del campo de juego en el primer tiempo, es la nota que preocupa, camino a la siguiente etapa, en la que Colombia se medirá con Inglaterra. El triunfo 1-0 sobre Senegal les permite a los cafeteros avanzar por tercera vez en la historia a la instancia de mata-mata, a la vez que deja a la Copa del Mundo sin participantes del continente africano.
Nunca pasa inadvertido Mina. El defensor puede destacarse por su 1,95 metro de estatura, la desfachatez de los bailes cuando anota un gol, su sorprendente fichaje con Barcelona, aunque en Colombia se convirtió en un nuevo héroe tras convertir frente a los senegaleses. La segunda conquista, después de ser el encargado de abrir, también con un remate de cabeza, la goleada sobre Polonia, en la segunda fecha del Grupo H. En el único juego que no vio acción, los colombianos cayeron 2-1 con Japón, en el estreno.
Por entonces, Davinson Sánchez y Murillo le daban forma a la zaga central. Pero Pekerman modificó esa fórmula a partir del duelo con los polacos y Mina, que de joven cargaba verduras en las polvorientas calles de Guachené, en el departamento de Cauca, y se trepaba a los colectivos por las puerta trasera para no pagar el boleto porque el dinero escaseaba en su hogar, pasó de observar con ojos de asombro el Mundial a ser un protagonista con brillo propio.
El gol de Mina, que se inició en el fútbol profesional de su país en Deportivo Pasto para luego continuar su carrera en Independiente Santa Fe, invita a mirar al zaguero, de 23 años, ya no como una promesa si no como una realidad. Esa mirada la tuvo primero Palmeiras, de Brasil, a mediados de 2016, y a comienzo de este año Barcelona, que no dudó en desembolsar 12,3 millones de euros por su pase. Los catalanes le fijaron una cláusula de rescisión de contrato que asciende a € 100.000.000.
A esa altura, Colombia había dejado atrás dos situaciones que jaquearon la clasificación: el penal que cobró el serbio Milorad Mazic, por una supuesta infracción de Davisnon Sánchez sobre el atacante de Liverpool, Mané, aunque el árbitro se retractó de la sanción tras analizar la jugada mediante el VAR, y la salida de James Rodríguez, por una molestia muscular en la pierna izquierda. La lesión abre interrogantes sobre la presencia del futbolista de Bayern Munich ante Inglaterra, en los 8vos de final, el martes, en Moscú.
“Estoy preocupado, es muy duro para el equipo esta situación”, reconoció Pekerman, que determinó que la estrella cucuteña realizara ejercicios diferenciados en la entrada en calor, aunque en la práctica anterior al trascendental partido James se movió con normalidad y hasta participó de la ejecución de tiros libres. Pero el malestar que lo persigue se hizo evidente apenas comenzó el juego y el cuerpo técnico provocó el reemplazo a la media hora del primer tiempo. James arribó a la Copa del Mundo con una dolencia en el gemelo izquierdo, lo que provocó que iniciara el partido con Japón entre los suplentes. “Lamentamos que haya salido tan temprano, es un jugador que le da mucho fútbol al equipo, mucha alegría a la selección”, comentó Mina, que abrazó a James durante el festejo.