Pausa por las tardes para disfrutar de placeres fuera de agenda
Dulces y amargos propone una suerte de pausa para la tarde, abordando disciplinas que, si bien no están alejadas de la actualidad, rompen con la agenda de temas urgentes. Su estructura responde a una rutina firme, pero que no se convierte en nada monótono. Al contrario, los contenidos resultan muy atractivos y la dinámica del programa, con el intercambio ameno que se instala entre el conductor, los columnistas, la locutora y quienes asisten como invitados al estudio resulta entretenido.
Uno de los elementos que aparece a diario es la música. En primer lugar, con rarezas, grabaciones particulares, poco conocidas o estéticamente imperdibles a las que recomienda y pone al aire Osvaldo Bazán. Jazz, rock internacional o del local son los géneros que predominan en estos segmentos iniciales y, en su mayoría, son hallazgos interesantes. La otra manera en que la música aparece en el programa es con artistas invitados que, con la colaboración del guitarrista Marcelo Dellamea cuando lo requieren, interpretan temas en vivo e improvisan desafíos de los que participa el conductor con buenos resultados.
El otro elemento es la literatura. En cada programa se leen uno o dos cuentos, de autores consagrados u otros que abordan o abordaron la actividad alguna vez como pasatiempo. En este segmento se incluyen obras que sorprenden por su contenido o en su defecto por el nombre del autor al que no se lo tenía ubicado dedicándose a la escritura. Las recomendaciones de libros de Josefina Licitra, especialista en el tema, tienen la particularidad de que priorizan la calidad del contenido del libro, sin fijarse el tamaño de la editorial que lo puso en el mercado. Su reseña de las obras, no se limitan al texto escrito, sino que también comentan la estética de la edición y el origen de la obra.
Finalmente, las entrevistas, a las que son invitadas personas que se dedican a una amplia gama de actividades. Artistas, profesionales de los medios, intelectuales forman parte no excluyente del conjunto de oficios y profesiones a las que se dedican quienes visitan el programa. En estos segmentos por lo general los columnistas –entre los que hay que nombrar al especialista en música Marcelo Fernández Bitar y al crítico gastronómico Pietro Sorba– enriquecen con su participación la charla y el intercambio de opiniones con los entrevistados.