LA NACION

El 10 ya se iluminó, no debería apagarse

- Sebastián Fest

KAZÁN, Rusia.– La “messiologí­a” es una extremadam­ente compleja. Frustró a mucha gente y probableme­nte lo siga haciendo. Acertaron y fracasaron muchos, desde Josep Guardiola a Diego Maradona, y la papa caliente está ahora en manos de Jorge Sampaoli. Algo está claro: el técnico de la selección necesita desesperad­amente que el Messi de hoy sea como el del martes pasado ante Nigeria y lo más lejano posible al inescrutab­le de los partidos con Islandia y Croacia. Sin un Mes si pletórico será altamente dificultos­o sortear el obstáculo de Francia.

La buena noticia es que el Messi pletórico está en Kazán, esa ciudad en la que conviven cristianos, musulmanes y feliz armonía. emergió en san petersburg otras nadar bajo la superficie en Moscú y Nizhny-nóvgorod, y no hay señales de que vuelva a sumer girse, esta vez en las aguas del Volga, enterri torio el equipo y el funcionami­ento que permitió ala argentina derrotar agónica mente a Nigeria lo favorece.

“Con Croacia estábamos atrás y no se podía salir, era tirar la pelota y a dividir arriba”, analiza alguien que conoce bien el pensamient­o futbolísti­co del capitán de Argentina, pero que precisamen­te por eso prefiere mantenerse en el anonimato. “Con Nigeria se salió jugando con pelota al piso, con Banega dominando el juego, con Messi generando espacios, con Higuaín también generando espacios para que Messi pudiera entrar con pelota dominada. Con Francia debería jugarse de la misma manera, no podés jugar si no tenés una defensa bien parada, y en los primeros partidos no estaban bien parados”.

Aunque la maestría con que controló la pelota que le lanzó Ever Banega desde 40 metros para cruzar un derechazo al gol es ya uno de los grandes instantes de su historia en la selección, lo de Messi excede al juego. Al “10” se le reclama liderar. No en la forma en que lo hacía Diego Maradona, pero se le exige, y es lógico que se le pida eso. ¿Cómo lidera Messi? Jorge Sampaoli profundizó en el asunto ayer en el Kazán Arena, donde hoy desde las 17 (11 de la Argentina) se enfrentará a toda una bisagra. Será la gloria o Devoto, incluso si el discurrir del partido convirtier­a en injusta esa polaridad. Sampaoli acumula un desgasta importante en su año al frente de la selección, y eso pesa más aún cuando se trata de instancias definitori­as del Mundial, que llevan a que el análisis en función del resultado sea el que se impone entre los hinchas. Sea como fuere, el técnico no se rinde, y dijo ayer que luchará “todos los días” por mantenerse en un lugar que es en el que quiere estar.

De nuevo: ¿cómo lidera Messi? Sampaoli tiene una respuesta. “El compromiso de Leo con sus compañeros es dentro del campo. Tiene tanta calidad para ver el fútbol que nos permite ver cosas que sólo un genio puede ver. Muchas veces es difícil estar a la altura de un jugador tan bueno como Leo. Es un farol, un indicativo para todos. Hay que saber estar a su altura. Hay jugadores que lo entienden rápido y hay otros que les va a llevar segurament­e un tiempo”.

La tormenta del fin de semana pasado, que puso una tremenda presión sobre el técnico, se disipó con el emotivo 2-1 sobre Nigeria, pero las sospechas permanecen en la cabeza de muchos hinchas. ¿Controla Sampaoli a sus jugadores o son estos los que le imponen el equipo? En medio de la euforia por el pase a octavos de final circuló un video en el que se ve a Sampaoli diciéndole dos veces a Messi que entraría Agüero. El video abrió la interpreta­ción de que el técnico le estaba preguntand­o al capitán si debía hacerlo, casi pidiéndole su venia para hacerlo. Sampaoli aseguró que es una conclusión errónea.

“Había que tomar una decisión en el momento definitori­o y yo le comuniqué que íbamos a utilizar un plan ya entrenado, con más jugadores ofensivos en el campo, y que el equipo se iba a partir”.

Partirse ante Francia sería peligrosís­imo, porque Didier Deschamps tiene unos delanteros que se plantan en el área contraria a la velocidad de la luz. No, Francia es mucho más que Nigeria, y la Argentina apunta a que no le suceda lo que se vio ante Croacia, con la pelota bailando en medio de la anarquía y a merced del rival. Para eso es clave el mediocampo, que es, según dice Sampaoli en el libro que firma (“Mis latidos”), la medida de todas las cosas, el termómetro que le permite definir ante qué equipo se encuentra.

La idea es que Francia se encuentre con una Argentina en la que Javier Mascherano no sea el principal “hub” de distribuci­ón, como sucedió en los primeros dos partidos, sino con la que se vio ante Nigeria, con un Banega que estuvo preciso e inteligent­e a la hora de habilitar a sus compañeros. Lo recordó ayer el propio Banega, que en Rusia se está dando el lujo que no pudo en Brasil, jugar junto a su amigo Messi. ¿Qué recuerda de ese minuto 14 en el que Messi marcó un golazo para decirle al Mundial que está listo para luchar por todo y contra todos?

“Yo sólo tuve que levantar la cabeza, él fue el que marcó la pelota e hizo buena la jugada ”, dijo el medio campista del se villa, que es consciente de que las cosas pueden ser incluso más difíciles hoy. Si ante Croacia Messi sufrió una marca escalonada que contribuyó a neutraliza­rlo, más allá de su evidente bajón anímico, con Francia puede volver a verse esa clásica foto en la que varias camisetas rivales rodean la celeste y blanca del “10”.

“Pasa en todos los partidos, siempre Lionel está rodeado de muchos jugadores. Ojalá mañana podamos encontrarl­o en el momento justo”, dijo Banega.

Sampaoli parece muy convencido de que eso es lo que sucederá: la selección va a encontrar a Messi en el momento que lo necesite. “El sentimient­o por la camiseta es muy fuerte en Leo y sus compañeros. Con un llanto, con una sonrisa, y eso la hace una selección muy peligrosa para cualquiera. Argentina va a ser mañana[ por hoy] un equipo extremadam­entedecidi­do que nova a aceptar la derrota”.

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