Piden indagar a Capitanich
La medida, reclamada por Pollicita, también beneficia a Sturzenegger
Es por una ruta inconclusa que incluyó sobreprecios.
El fiscal federal Gerardo Pollicita solicitó que se desestimara la denuncia contra el presidente del Banco Central (BCRA), Luis Caputo, y su antecesor, Federico Sturzenegger, que estaban acusados de haber tomado medidas económicas con el objetivo de beneficiar a determinados capitales especulativos. Las medidas cuestionadas son las que terminaron en la corrida cambiaria de mayo pasado.
El juez Daniel Rafecas, que debe resolver ahora el pedido de Pollicita, va a desestimar la denuncia, informaron fuentes de la investigación. Según la doctrina de la Corte en el fallo Quiroga, sin impulso fiscal y sin querellante el caso no puede seguir adelante, explicaron.
La denuncia, presentada el 18 de junio pasado por el diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade, sostenía que el Gobierno, y particularmente el BCRA, había “promovido un esquema de desregulación financiera y cambiaria que alentó fuertemente la especulación y la obtención de ganancias millonarias por parte de sectores estrechamente vinculados a quienes hoy dirigen la economía, a la vez que ha dejado a nuestro país expuesto frente al movimiento de esos capitales”. Dijo que se había favorecido, puntualmente, al JP Morgan.
El fiscal Pollicita, en cambio, sostuvo que “de los sucesos denunciados no se deriva ninguna conducta ilícita que pueda ser alcanzada por el derecho penal”; que el “núcleo central” de la denuncia de Tailhade es “una crítica a la política económica” de los responsables del BCRA, y que ellos habían actuado dentro de las “atribuciones legales conferidas por la carta orgánica” del banco.
Para Pollicita, “las sospechas esgrimidas por el denunciante están basadas solo en supuestos” y las medidas económicas cuestionadas entran dentro de la categoría de “cuestiones políticas no justiciables”.
“El equilibrio que debe existir entre los distintos poderes del Estado de acuerdo a nuestro sistema republicano de gobierno impone que el Poder Judicial evite inmiscuirse en decisiones que impliquen una judicialización de la política”, afirmó el fiscal.
La denuncia de Tailhade sostenía que “la combinación de desregulación cambiaria, alta inflación y un dólar barato, fruto del propio modelo económico, gestaron el ambiente propicio para la fuga de capitales”, y que entre marzo y mayo de 2018 “más de diez mil millones de dólares de las reservas del BCRA fueron sacrificados para financiar esa fuga”.
El BCRA -afirmó el denunciante“ha dilapidado millonarias sumas de dólares de reservas vendiendo un dólar por debajo de su precio de equilibrio, favoreciendo directamente al capital especulativo”. Uno de los objetivos, según la denuncia, habría sido “beneficiar al JP Morgan”. Tailhade aludió a vínculos de distintos funcionarios con el banco. Dijo, por ejemplo, que Caputo había sido un “alto directivo” del JP Morgan.
Según la denuncia, por la experiencia que tienen los responsables económicos del Gobierno sería “ingenuo” creer que “se equivocaron”. La lista de los denunciados incluía también a los entonces miembros del directorio del BCRA, “en particular –dijo Tailhade– los vicepresidentes Lucas Llach y Demian Reidel, y el subgerente general de operaciones Agustín Collazo”, y a “los directivos del JP Morgan”.