CR7 o Suárez, solo uno pasará esta tarde
Cada partido tiene su historia. Cada encuentro, a partir de los octavos de final de un Mundial, lleva su sello distintivo, que suele nutrirse de comedia, drama, angustia y éxtasis, los condimentos ideales de una batalla que arroja vencedores y vencidos. Uruguay es un equipo fuerte. Tan limitado como atrevido. Tan agresivo como elegante. El Maestro Tabárez es una suerte de guía espiritual, no solo es el entrenador. Los jugadores lo respetan, lo admiran, lo escuchan: su frágil estampa no se contradice con su ascendencia. Más allá de los desencuentros entre Jorge Sampaoli y los futbolistas argentinos, el vínculo oriental no se ofrece en ningún otro seleccionado. Único y conmovedor. Portugal es una formación rocosa, con un líder extraordinario dentro y fuera del campo de juego –para unos cuantos, es el mejor del mundo–, con el aliciente de haber consegui- do la última Eurocopa 2016. Entre tantos matices, están ellos: será el choque de dos fuera de serie en el área, que contagian un aura positiva que excede el marco. Cristiano, el genio de Real Madrid, club en el que conquistó el cielo. Contra Luis Suárez, brillante número 9, el socio ideal de Leo Messi en Barcelona.
El partido se jugará desde las 15 de nuestro país, en Sochi. El ganador, se enfrentará con el vencedor de Argentina-francia, por lo que será muy atractivo, más allá del juego en sí. “no me importa si sale un partido aburrido con tal de ganar, que es lo que cuenta”, advierte el Maestro, didáctico hasta cuando desprecia el púlpito de los románticos empalagosos. “no vale la pena gastar energías preguntándome por Cristiano Ronaldo –acepta– De él solo puedo decir que es un enorme delantero y, lo más importante de todo, también es un auténtico líder en su selección. no nos quita el sueño. Para anularlo se necesita del trabajo de todo el equipo”.
A Uruguay le agrada jugar de contraataque. A Portugal, también. Será, detrás de la efervescencia de los número 9, una lucha cuerpo a cuerpo, agazapados hasta el primer hipotético gol. “Ganar forma parte del ADN del fútbol uruguayo”, asegura Suárez, de 31 años, que lleva 53 goles en 101 partidos con la Celeste, camiseta con la que debutó el 7 de febrero de 2007. Para el Pistolero, este cruce mundialista nada tiene que ver con el clásico español. “Es totalmente distinto. La rivalidad que tenemos con Cristiano en España siempre es porque cada uno trata de hacer lo mejor para su equipo. Esto es un Mundial y el sentimiento por la camiseta de su selección es especial”, entiende.
Cristiano tiene 33 años y suma 85 goles en 153 encuentros en Portugal; hizo su presentación el 20 de agosto de 2003 y es una de las figuras de Rusia. Cuatro goles y... un penal fallado. “El equipo es el que tiene que jugar. Si Cristiano juega solo, Portugal va a perder. Si no conseguimos ser tan fuertes como Uruguay, es imposible. Aunque marque tres goles...”, confiesa Fernando Santos, el conductor del conjunto europeo.
Algo de razón tiene el respetado DT: Suárez va a jugar con Edinson Cavani y, atrás, se sostiene con la mejor pareja de zagueros, José María Giménez-diego Godín. Cristiano, en cambio, confía en la experiencia de Pepe (35) y de Quaresma (34). El choque se definirá en el área, allí en donde conviven el rey portugués y el príncipe uruguayo.