Girasol. Boom de siembra en la zona NEA
Según Nidera Semillas, en el nuevo ciclo se implantaría entre un 25 y un 30 por ciento más
La siembra de girasol en el Noreste argentino (NEA) podría crecer en la campaña 2018/2019 entre un 25 y un 30 por ciento. Así lo sostiene un informe de la firma Nidera Semillas, que destaca que allí el doble cultivo girasol-maíz es “el preferido” por los productores.
“Acá se trabaja especialmente para esa rotación. Es la configuración que mejor les cierra a los productores de la región”, explicó Leandro Bessone, de la RED.IN de Nidera Semillas. Su empresa, Pampa Semillas SRL, está en Pampa del Infierno, Chaco.
El girasol en la zona se siembra del 15 de julio al 15 de agosto; se cosecha en diciembre, y en enero se siembra el maíz, que se recolecta en agosto.
“La mayoría de las empresas presupuestan rindes de 24 quintales por hectárea de girasol y de 45 quintales por hectárea de maíz. No obstante, tenemos datos de clientes que han sacado 27 o 29 quintales de girasol y maíces de quintales por hectárea, acompañados de muy buenos ambientes, fertilización, buen manejo de malezas y, por supuesto, lluvias”, señaló Bessone.
Según indicó, hay un buen nivel de venta de híbridos para la nueva siembra. “Creo que el girasol va a crecer en un 25/30 por ciento en todo el NEA. En esta zona, que es bastante girasolera, va a aumentar muchísimo la implantación. Estoy vendiendo el doble de insumos que el año pasado”, apuntó.
En la región, la empresa semillera tiene posicionado el producto Paraíso 1600 CL PLUS. “Nuestra recomendación es que el girasol esté planificado. La idea es que cuando estás cosechando la soja ya tengas diseñado el cultivo de girasol. Eso te permite hacer un buen manejo de malezas. Hoy, con los híbridos que tenemos en cartera, como el CL Plus, se pueden hacer tratamientos con Imazapir en una aplicación temprana, para entrar a la siembra con el lote limpio”, aconsejó el empresario.
En cuanto a la fertilización del cultivo, Bessone recomendó hacer análisis de suelo, “porque en invierno el nitrógeno disponible y la mineralización son más bajos, por lo que hace falta una fertilización nitrogenada para alcanzar buenos rindes”.