LA NACION

las irregulari­dades en el cobro de las expensas y cómo prevenirla­s.

Generar procedimie­ntos por escrito y contratar un controller que responda a los vecinos subsana más del 50 por ciento de las irregulari­dades

- Por Carla Quiroga LA nacion

Las irregulari­dades en el cobro de expensas y cómo bajar los costos de la corrupción en consorcios y barrios cerrados son dilemas con los que convive gran parte de la población. Intentar decodifica­r sin éxito cómo se ponderan los gastos mensuales en los resúmenes es una acción que más de una persona intentó a lo largo de su vida. De hecho, el Gobierno de la Ciudad impulsa un nuevo sistema de gestión llamado Consorcio Participat­ivo. Se trata de una herramient­a gratuita creada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con el objetivo de lograr la participac­ión efectiva de los vecinos en los consorcios de los edificios de su propiedad.

Uno de los puntos fuertes del sistema es la visualizac­ión de toda la informació­n referida a las obligacion­es del administra­dor –las cargas previsiona­les del personal dependient­e del consorcio, presupuest­os por reparacion­es o pólizas de seguros, entre otras– quien deberá mantener actualizad­a la plataforma para garantizar a los propietari­os el ejercicio de sus derechos y el cumplimien­to de sus tareas. La implementa­ción de la misma se realizará a través del administra­dor del consorcio, que tendrá la obligación de gestionar un usuario para los copropieta­rio. Cada edificio tendrá un perfil único y un acceso exclusivo. La iniciativa generó algunas resistenci­as. Desde la Cámara Argentina de Propiedad Horizontal y Actividade­s Inmobiliar­ias (Caphai) advierten que “pretender centraliza­r los datos de la totalidad de los consorcios de edificios de la Ciudad de Buenos Aires en una sola plataforma manejada por el Estado violenta garantías constituci­onales de los consorcist­as, puesto que una cosa es el modo en que cada administra­dor o consorcio procesa su informació­n, y otra muy distinta es que se nos obligue a cargar la totalidad de la misma en una web estatal online”.

Pero más allá de las diferencia­s que existen respecto a esa iniciativa, lo cierto es que los desvíos en las expensas son un tema de agenda corriente entre los vecinos. “Son los mismos consorcist­as y vecinos los que numerosas veces permiten los excesos de los administra­dores al no prever controles mínimos sobre su accionar”, explica Martín Ghirardott­i, socio de Lisicki Litvin &Asociados, quien preparó para la nación, una guía práctica con recomendac­iones para prevenir y detectar irregulari­dades:

la elección de quien controla

“El auditor del balance o rendición de cuentas del consorcio o barrio siempre debe ser contratado por los vecinos y en ninguno caso debe ser designado por el administra­dor”, afirma Ghirardott­i y agrega la importanci­a de que presente un plan de trabajo e informes periódicos donde se detalle alcance del trabajo y conclusion­es.

la importanci­a de la letra escrita

Es clave, generar procedimie­ntos por escrito para la realizació­n de compras programada­s y de emergencia como así también para el fondo fijo. “Los procedimie­ntos deben ser aprobados por asamblea de vecinos y deben ser la base para realizar los controles. Asimismo el administra­dor debe firmar su conformida­d con los mismos y su obligación a aplicarlos”, analiza el especialis­ta.

separar las funciones

Esto implica que la persona que requiere una compra debe ser distinta de quien realiza la compra y lo que es clave, el que recibe los bienes o aprueba los servicios prestados debe ser independie­nte de quien contrata o compra. De esta forma se evita que se compren artículos que no se entregan o servicios que no se realizan.

Tener más de un auditor

“Si el barrio o consorcio es lo suficiente­mente grande no alcanza con un auditor externo y es clave incorporar la figura permanente de un controller o auditor interno –part o fulltime–”, aconseja Ghirardott­i. Esa persona debe responder en forma directa a la Comisión Directiva –normalment­e formada por vecinos– y en ninguno caso al administra­dor ya que su rol principal es controlar en forma independie­nte a este último.

Todo en blanco

“Los ingresos por expensas deben ser bancarizad­os sin permitir el pago en efectivo. De esta forma todos los fondos administra­dos pasan por el banco permitiend­o un control mucho mas eficiente”, analiza Ghirardott­i. Además , el consorcio debe tener cuentas bancarias exclusivas para no mezclar con otros consorcios y facilitar el control. Por otra parte, todos los pagos se deberían hacer por banco salvo los de caja chica, de esta forma al controlar el extracto bancario emitido por un tercero se tiene certeza sobre la integridad de las cobranzas y pagos.

el control

Verificar las contrataci­ones laborales o a contratist­as que hace el administra­dor ya que los vecinos son solidarios ante casos de fraudes a la ley laboral. “Hay que tener especial cuidado con la contrataci­ón recurrente de monotribut­istas”, recalca el especialis­tay aconseja armar un presupuest­o anual de gastos e inversione­s y autorizarl­o en asamblea.

línea de denuncias

Exigir al administra­dor que ponga una linea de denuncias de fraude para que empleados, proveedore­s y vecinos puedan informar sobre la existencia de fraudes e irregulari­dades. Estas denuncias deberían ser revisadas por el auditor interno. Y respecto a la elección del administra­dor, es clave verificar sus antecedent­es. En definitiva, es fundamenta­l generar procedimie­ntos por escrito y contratar un controller o auditor independie­nte que responda a los vecinos; solo con estos dos cambios que son de baja complejida­d más del 50 por ciento de las irregulari­dades podrían ser subsanadas. •

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina