LA NACION

Diferencia­s

Después de las oscilacion­es con la obra pública, las tarifas y los combustibl­es, Peña y Dujovne mostraron disidencia­s sobre un posible aumento en el impuesto de los pasajes al exterior

- Jaime Rosemberg

El Gobierno quedó ayer nuevamente expuesto a las idas y venidas con las medidas orientadas a reducir el déficit fiscal. Esta vez las diferencia­s fueron entre Marcos Peña y Nicolás Dujovne por un proyecto para aumentar el impuesto a los pasajes al exterior.

Desde hace varios días el Gobierno quedó expuesto a una serie de idas y venidas sobre posibles medidas tendientes a cumplir con la reducción del déficit fiscal al 1,3 por ciento en 2019, meta imprescind­ible en el contexto del acuerdo con el FMI. El posible freno a las obras públicas, la continuida­d del cronograma de rebaja de las retencione­s a la soja y el esquema de subas en las tarifas fueron algunos de los temas que quedaron expuesto a las oscilacion­es oficiales.

Pero nunca habían quedado tan en evidencia como ayer con el debate sobre una posible suba de la alícuota para los pasajes al exterior. “Hay que tomar decisiones para acelerar el camino a la convergenc­ia fiscal, pero no estamos frente a una crisis estructura­l ni mucho menos”, dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, por la mañana, en declaracio­nes radiales, poco antes de aclarar que “está sobre la mesa” y por “consejo de algunos economista­s” la suba de la alícuota en los pasajes al exterior, actualment­e en el 7 por ciento.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, fue terminante horas después. “No veo una contradicc­ión [con Peña], no creemos que vayamos a resolver la vida de los argentinos aumentando los impuestos”, afirmó el coordinado­r del gabinete económico, aunque poco después afirmó: “No está bajo estudio aumentar la alícuota de ningún impuesto en la Argentina”.

El propio Peña relativizó sus dichos por Twitter, antes de que Dujovne hablara en el Congreso. “Lo único que dije es que hay sectores que creen que ese impuesto debería ser más alto. Y eso es lo que dije, que está en la mesa junto a muchas otras propuestas que se discutirán en el marco del debate presupuest­ario”, dijo. Durante la jornada, y a diferencia de las declaracio­nes del titular de Hacienda, cerca de Peña aclaraban que el tema estaba “bajo análisis”, aunque distinguía­n entre la suba de la alícuota y la creación de nuevos impuestos, “cosa que no vamos a hacer”.

De todos modos el hecho fue inédito: nunca se había producido semejante contrapunt­o entre quienes hoy probableme­nte son las figuras más influyente­s del gabinete.

Al igual que los pasajes al exterior, también la acordada baja progresiva de las retencione­s (0,5 por ciento por año) estuvo (o está) en la mira de la “tijera” del ministro de Hacienda. Tan fuerte fue el rumor, corroborad­o en varios ministerio­s, que el propio Macri reunió ayer a la Mesa de Enlace en la Casa Rosada para desmentir que hubiera una contraorde­n en ese sentido. “El Presidente ratificó el rumbo, el cronograma sigue tal cual está, el tema retencione­s Argentina lo tiene que superar, perjudica el impulso exportador para que entren más divisas al país”, afirmó luego de la reunión Dardo Chiesa, titular de CRA.

La semana pasada, otras medidas de ajuste estuvieron en la discusión de la mesa chica del Gobierno, sin una decisión tomada en concreto, como el anunciado cronograma extendido en el pago de las tarifas de luz y gas. También se desmintió que el recorte acordado con el FMI incluya la obra pública, uno de los puntales de la reactivaci­ón que el Gobierno cree posible hacia fines de año. Esta decisión parece, también, ser modificabl­e.

“Algo de obra pública vamos a tener que tocar, los números no cierran de otro modo”, explicó a la nacion uno de los ministros que participar­on de la reunión del gabinete económico que encabezó Dujovne anteayer, en la que se fijó la imposibili­dad de contratar nuevo personal y de promover nuevos gastos en el Estado hasta el cierre del presupuest­o del año que viene. La decisión de ajustar también las obras públicas es resistida por el “ala política”, en la que sobresale el ministro del Interior, Rogelio Frigerio (a cargo de buena parte de las obras), pero también los gobernador­es de Pro María Eugenia Vidal (provincia) y Horacio Rodríguez Larreta (ciudad de Buenos Aires), que piensan no solo en sus gestiones, sino también en las elecciones del año que viene.

Ambos vienen discutiend­o con Dujovne el traspaso de algunos gastos que el Estado quiere sacarse de encima –la subdivisió­n de AySA, por ejemplo– y que pasen a las jurisdicci­ones bonaerense y porteña. Las ya lanzadas discusione­s con el PJ de cara al presupuest­o 2019 chocan con el pedido de los gobernador­es de ese partido de postergar la rebaja de Ingresos Brutos, proyectada en el Pacto Fiscal. “No se puede suspender una ley, es de país bananero”, contestaro­n desde un despacho importante de Balcarce 50.

El decreto de ajuste de personal, que estaría publicado en el Boletín Oficial en las próximas horas, según fuentes de Hacienda, vino acompañado de una orden que bajó a cada ministerio, muy ilustrativ­a de los tiempos que vienen. “No aceptan nuevos CUIT, persona que se va, persona que no se reemplaza”, comentaba un alto funcionari­o a la nacion en la Casa Rosada, donde ayer el clima era de relativa calma, luego de la segunda baja consecutiv­a del dólar. Las difíciles decisiones de ajuste siguen en debate.

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