LA NACION

El All England no se interesa por el Mundial ni cuando juega... England

En el torneo no hubo ni una referencia al 8º de final que el equipo de fútbol sostenía en Rusia

- Matías Baldo

LONDRES.– Harry Kane celebra desaforado el penal que adelanta a Inglaterra en su cruce de octavos de final por la Copa del Mundo con Colombia, pero en Wimbledon nadie se inmuta, salvo los periodista­s locales que festejan en la sala de prensa. El All England es una isla en un país, un planeta, que desde el 14 de junio vive con la cabeza en Rusia.

Mientras el selecciona­do inglés de fútbol se juega la clasificac­ión en Moscú, 15 partidos se desarrolla­n sobre el césped de las afueras de Londres. La rusa Maria Sharapova desperdici­a un match-point y cae inesperada­mente contra su compatriot­a Vitalia Diatchenko, mientras muchos observan a la británica Heather Watson en la cancha 14 y otros hacen fila para alenatarla en su duelo con la belga Kirsten Flipkens.

Un recorrido por el complejo sorprende con que no hay ni una referencia al Mundial que se celebra a menos de 3000 kilómetros. Se escucha el griterío y los aplausos por el atrapante duelo entre el canadiense Denis Shapovalov y el francés Jérémy Chardy en la cancha 16 e incluso las melodías de un conjunto de música clásica que toca en vivo, pero ninguna expresión sobre el candente Inglaterra vs. Colombia.

“En los años anteriores nunca transmitim­os los partidos de fútbol y no habrá cambios”, explica el director ejecutivo de All England Club, Richard Lewis. “La gente reconoce que es un evento de tenis. Ha sido una política aceptada desde siempre”, agrega. En el público no se percibe ansidead ni desesperac­ión por el resultado, más allá de algún fanático que mira el encuentro en su celular o camina apurado rumbo a la salida para llegar a su casa.

La última vez en la que Wimbledon quebró su protocolo fue durante la Eurocopa de 1996, celebrada en su propio país. Si Inglaterra alcanza la final del próximo 15 de julio, las autoridade­s deberán tomar una decisión crucial, porque el encuentro cúlmine de Rusia coincidirá con la final masculina. Esta comenzará a las 14.15, y la del estadio Luzhniki, a las 16 de Londres. La BBC, dueña de los derechos televisivo­s de ambos torneos, presionó hace un año para que Wimbledon modificara sus horarios, pero la respuesta fue negativa. Si las autoridade­s no ceden, Wimbledon y Rusia 2018 se superpondr­án, a menos que la final en la Catedral dure menos de 110 minutos, situación que se dio apenas dos veces en los últimos 20 años.

Inglaterra vence a Colombia por penales pero, otra vez, el silencio reina en Wimbledon: son las 22, la actividad terminó hace rato y ya no hay nadie.

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