El desafío de registrar un nombre de moda
La región más austral enfrenta en los últimos años una verdadera superpoblación marcaria
La contracara del valor agregado y la buena reputación que tiene el nombre Patagonia son las dificultades cada vez mayores que implica hacerse del registro legal de la marca para una determinada categoría o rubro.
“Desde que tomamos el control de la empresa en 2012 invertimos mucho tiempo y dinero para registrar la marca país por país en los principales mercados internacionales. El tema de los registros es muy complejo y cambia de categoría a categoría”, reconoce Manuel Cabrales, dueño de la marca Patagonia Berries.
La región más austral del mundo vivió en los últimos años un marcado proceso de superpoblación en materia marcaria. En la actualidad, existen 3798 marcas con el nombre Patagonia registradas ante el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI) y la categoría está cubierta en las 45 clases disponibles a nivel local. Igualmente, esto no significa que no existe más margen para lanzar un nuevo producto o servicio con el nombre.
“El término Patagonia no se puede utilizar por si solo como una marca porque ya está registrado en todas las clases, pero sí es posible registrar la marca acompañada con otros términos”, explica Hugo Cuervo, agente de la propiedad intelectual que se especializa en el registro de marcas.
Cuestión de dominio
A los problemas que existen para registrar la marca Patagonia y sus derivados localmente se suma el frente internacional. En 2012 la organización Internet Corporation for Assigned Names and Numbers (Icann) –el ente que se encarga de elaborar las reglas del sistema de nombres de dominio DNS a nivel mundial– anunció la apertura de nuevos “dominios genérico de alto nivel”. En ese momento, la compañía norteamericana de indumentaria Patagonia, fundada por Yvon Chouinard, presentó un pedido para quedarse con el dominio “.patagonia”.
Frente a esta solicitud, los gobiernos de la Argentina y Chile, quienes nunca fueron consultados, se opusieron a la entrega del dominio a una única empresa privada.
“A partir de la objeción presentada por ambos países y que contó con mucho respaldo internacional, la empresa retiro el pedido que había hecho para quedarse con el dominio”, explica Olga Cavalli, representante del gobierno argentino en el comité de Gobiernos de Icann.
El tema de los nombres de las regiones y los derechos a su uso por parte de las grandes compañías no es un problema exclusivo de la Patagonia.
El caso más problemático –y que todavía está pendiente de una solución– es la disputa que enfrenta a los gobiernos de Perú y Brasil con el poderoso grupo Amazon, del empresario Jeff Bezos, por el dominio “.amazon”.